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El mago del ajedrez

Por: Wilson Zapata Bustamante / Maestro Nacional

Hace setenta y cinco años (75), exactamente un 9 de noviembre de 1936 nació en Riga (Letonia) el “Mago de Riga”, es decir, Mikhail Tahl, un niño de ojos negros y mirada fiera que años más tarde hizo saltar por los aires los estrictos cánones del ajedrez posicional.

Afortunadamente para nosotros, creció en una cultura orientada hacia el ajedrez. Creció en el rico ambiente ajedrecístico soviético. Su juego audaz, imaginativo e incontenible parecía entroncar con los nuevos aires de la sociedad soviética, algo parecido a la libertad. Para millones de aficionados, entre los que me incluyo, su empuje y su fantasía eran como un torrente incontenible que, abatiendo los diques del anquilosado ajedrez posicional, abría las compuertas que daban paso al ajedrez del futuro. Sus partidas de ajedrez se constituyeron en un verdadero triunfo del espíritu sobre la materia. Poseía en muy alto grado imaginación combinativa, que colocaba al servicio de un soberbio espíritu de lucha y penetración psicológica.

“ …Lo mismo que la imaginación de uno se agita por la sonrisa de una muchacha, así la imaginación se agita por las posibilidades del ajedrez. Uno reconoce el armonioso interjuego, la belleza de las combinaciones y por eso se siente atraído al tablero”, dijo en una entrevista publicada por la Revista Chess Life en 1961, cuando le preguntaron ¿Qué es lo que atrae al tablero a un jugador de ajedrez?

El norteamericano Anthony Saidy señala: “Para Tahl, el ajedrez es una gozosa lucha, un foro para audaces e ingeniosas ideas. El afecto de Caissa (la diosa del ajedrez) no ha de ser monopolizado. Ella se complace no en la fidelidad rutinaria a sus leyes, sino en el alegre y audaz guerrero que arriesga mucho para ganar las recompensas de la diosa”.

Y continúa Saidy: “ La base de la tendencia de Tahl es un maravilloso sentido del humor. Para “Mischa”, el ajedrez es diversión. Los que tienen el privilegio de conocerlo saben que es una de las personalidades de mejor humor. (Incluso escribió su tesis universitaria sobre los humoristas rusos). El ajedrez es, para él, el mayor pero sólo uno de los muchos goces de la vida; ¿Cómo, por tanto, deprimirse por la mera pérdida de una partida de ajedrez? El mayor regalo del humor es disipar los propios infortunios de uno. Y el humor de Tahl rezuma en el juego mismo de la partida en sí”.

Su padre fue el encargado de enseñarle a jugar al ajedrez cuando Mischa había cumplido ya los 10 años. En su primera partida se enfrentó a su primo… y perdió, a partir de ese momento el ajedrez sería toda su vida. Mikhail fue un niño prodigio, algo que confirmó en cuanto comenzó a acudir a la escuela, destacando sobre todo en matemáticas (al contrario que la mayoría de los niños del mundo).

El primer premio que recibió no fue por ganar un torneo, fue por una de sus partidas: obtuvo el premio de belleza a la partida más espectacular en el Torneo de la tres Repúblicas Bálticas de 1948; el premio consistió en una enorme y lujosa edición del libro «Pedro I», de Leon Tolstoi.

Con 13 años ya consiguió vencer a un gran maestro: Ratmir Jolmov, lo hizo durante unas simultáneas dadas por su rival en Riga: Tahl ya demostraba una gran capacidad de cálculo a pesar de su corta edad, resulta poco común desarrollar tan pronto un ‘instinto asesino’ para el ajedrez y todavía menos común conservarlo hasta el fin de su carrera. Ese mismo año volvió a jugar otra gran partida de ataque, que fue la primera de su autoría en ser publicada en una revista especializada.

Veamos como jugaba Tahl en sus primeros años

Blancas: Tahl

Negras:  Tolsuh

Moscú 1957

1. c4 / Cf6 2. Cc3 / g6 3. e4 / d6 4. d4 / Ag7 5. f3 / e5 6. Cge2 / Cbd7 7. Ag5 / c6 8. Dd2 / 0-0 9. d5 / c5 10. g4 / a6 11. Cg3 / Te8 12. h4 / Da5 13. Ah6 / Cf8 14. h5 / Dc7 15. Ad3 / b5 16. 00-0 / bxc4 17. Ab1 / Ah8 18. Tdg1 / Tb8 19. Cf5 / C6d7 20. Ag5 / Ag7 21. Cxg7 / Rxg7 22. Ah6+ / Rg8 23. f4 / exf4 24. Dxf4 / Dd8 25. hxg6 / Cxg6 26. Dh2 / Cde5 27. Af4 / Cf8 28. Dh6 / Ceg6 29. Ag5 / f6 30. e5 / Txe5 31. Axg6 / Tb7 32. Ce4 / fxg5 33. Tf1 / Txe4 34. Axe4 / Tg7 35. Tf6 / Axg4 36. Thf1 / Cd7 37. Txd6 / De7 38. Txa6 / Rh8 39. Axh7 / Cb8 40. Af5+ / Rg8 41. Ae6+ / Axe6 42. Txe6 / Abandonó ( Tolsuh ).

Blancas: Bobotsov

Negras:  Tahl

Varna 1958

1. d4 / Cf6 2. c4 / g6 3. Cc3 / Ag7 4. e4 / d6 5. f3 / 0-0 6. Cge2 / c5 7. Ae3 / Cbd7 8. Dd2 / a6 9. 00-0 / Da5 10. Rb1 / b5 11. Cd5 / Cxd5 12. Dxa5 / Cxe3 13. Tc1 / Cxc4 14. Txc4 / bxc4 15. Cc1 / Tb8 16. Axc4 / Cb6 17. Ab3 / Axd4 18. Dd2 / Ag7 19. Ce2 / c4 20. Ac2 / c3 21. Dd3 / cxb2 22. Cd4 / Ad7 23. Td1 / Tfc8 24. Ab3 / Ca4 25. Axa4 / Axa4 26. Cb3 / Tc3 27. Dxa6 / Axb3 28. axb3 / Tbc8 29. Da3 / Tc1+ 30. Txc1 / Txc1+ 31. Abandonó ( Bobotsov ).

Tahl nos demuestra que en el  análisis ajedrecístico hay que mirar, mirar y seguir mirando no para recordar, sino para ver mentalmente.  ¿Mirar que? Pues mirar todas y cada una de las líneas de acción de cada ficha con sus amenazas inmediatas que, situadas en estas líneas de acción, pueden percibirse, digámoslo así, en una visión material, recorriéndolas todas  con la mirada. ?Y ver qué? Pues las relaciones que existen entre estas líneas de acción y las amenazas que producen, las cuales se multiplican rápidamente en progresión geométrica y que, como meras abstracciones del cálculo, ya no pueden percibirse con una simple mirada, por sostenida que sea, sino que han de ser visualizadas mentalmente en una violenta tensión de la energía cerebral.

No mucho después de que ganara el título soviético a la edad de veinte años, la gente decía, con amplia razón, que “Mischa” Tahl tenía la astuta psicología de Lasker, el genio combinativo de Alekhine y el espíritu de ataque de Keres.

Su ascensión fue meteórica y con 17 años se proclamó campeón de Letonia, ese mismo año obtuvo el título de Maestro de la URSS tras vencer en un match a Saigin (campeón de Bielorrusia). En 1957 consiguió ser campeón absoluto de la URSS, el título más codiciado por los jugadores de la antigua unión de repúblicas, sólo superado en prestigio por el campeonato del mundo, y lo hizo de un modo brillante con una espectacular partida en la última ronda que le dio el triunfo en solitario. Al año siguiente logró su primer triunfo en un torneo internacional y fue ni más ni menos que el Interzonal de Portoroz (por delante de Petrosian, Fischer, Larsen, Gligoric…). Estos dos logros fueron extraordinarios: el campeonato de la URSS siempre se caracterizó por ser un torneo fortísimo y complicado de ganar; además, triunfar en un Interzonal, cuando era la primera vez que competía fuera de su país, sirvió para descubrir a un jugador especial destinado a coronar las más altas cimas del ajedrez.

La siguiente partida típica de Tahl ocurrió en un momento crucial de su carrera. Parecía estar condenado a una defensa sin éxito de su título de campeón soviético y, lo que es peor, a un fracaso para clasificarse para el encuentro del campeonato Interzonal por el título del mundo. Confrontado con el formidable Geller, tenía que ganar. La manera como lo hizo revela por qué rápidamente fue reconocido por el público ajedrecístico como el jugador más fascinante del mundo.

Blancas: M. Tahl

Negras:E. Geller

25o Canpeonatod e la URSS

Riga, 1958

Apertura: Ruy López

1. P4R     P4R ; 2. C3AR   C3AD ; 3. A5C  P3TD ; 4. A4T   C3A ; 5. 0-0    A2R ; 6. T1R   P4CD ; 7. A3C  0-0 ; 8. P3A    P3D;  9. P3TR  C4TD; 10. A2A   P4A ; 11. P4D  A2C ; 12. P4CD   PXPC ; 13. PXPC   C5A ;  14. CD2D   P4D! ; 15. PRXP  PXP ; 16. CXC   PXC ; 17. DXP   AXPC ; 18.T1C!!?    AXT ; 19. TXA   T1R ; 20. P6D  D1A  ; 21. A5C !!    T7R! ; 22. T7A  D3R ; 23. CXA    TXC + ; 24. R2T   T1D! ; 25. AXC   PxA?? ; 26. T7R  D X PD+; 27. DXD   TXD ; 28. TXT   T7D ; 29. T1AD  TXP ; 30. A4R   TXP ; 31. TXP   P4TD  ; 32. T8A+   R2C  ; 33. T7A. Las negras se rinden.

Un principio muy importante respecto a la conducción del ataque, nos dice que la celeridad o ritmo de la ofensiva ajedrecista debe estar en relación al margen de superioridad que se posea.  En el Mago de Riga  la superioridad estaba en su talento creador e imaginativo. En su enorme fantasía o capacidad de fantasear.

Los buenos augurios se confirmaron cuando en 1959 ganó de forma espectacular el torneo de candidatos de Belgrado, dejando atrás a rivales como Fischer, Smyslov, Keres o Petrosian. Este triunfo le dio derecho a jugar por el título máximo que ostentaba el patriarca del ajedrez soviético, Mikhail Botvinnik.

Llegó la primavera de 1960 y la belleza inundó la naturaleza… y decidió seguir su expansión hasta llegar al mundo del ajedrez, con la disputa del ansiado match por el campeonato del mundo. La expectación generada fue enorme, muchos intuían que se podía estar gestando el nacimiento de una nueva estrella del ajedrez. Tahl contaba con su talento y con una sólida preparación pre-match. Junto a sus entrenadores había estudiado concienzudamente la apertura favorita de Botvinnik, lo que sorprendió al campeón y se tradujo en una ventaja de 3 puntos en la 7ª partida. Pero nunca hay que dar por muerto a un jugador como Botvinnik, luchador incansable consiguió, gracias a su tenacidad, equilibrar el marcador. En ese momento Tahl decidió poner en juego todo su talento y obtuvo varias victorias en posiciones complicadas, gracias a bellos golpes tácticos. Otro factor inesperado ayudó a decantar la lucha: los apuros de tiempo de Botvinnik, que cayó varias veces en zeitnot al verse totalmente superado por la velocidad de juego de su rival. Al final Tahl obtuvo el triunfo de forma más o menos holgada y se convirtió en el campeón del mundo más joven de la historia. En esta ocasión la belleza se impuso al pragmatismo, en una lucha que lleva librándose durante siglos y que seguirá estando presente en enfrentamientos venideros.

En 1969 los médicos optaron por extirparle el riñón enfermo, algo que Mikhail debió de permitir años atrás. En esos días surgió el rumor de que Tahl no había podido superar la operación y había fallecido. Incluso en la prensa de Yugoslavia (país donde era muy querido) apareció su esquela, para desolación de la comunidad ajedrecista. Pero nada más lejos de la realidad, un mes después de la operación Tahl volvió a la competición en el torneo de Tbilisi ganando el primer premio. En este torneo Tahl realizó un maravilloso sacrificio de dama en su partida con Suetin y cuentan que tras ganar la partida comentó: «No está nada mal para un difunto».

Pero Tahl no es recordado por sus buenos resultados, ni siquiera por ser campeón del mundo, lo que ha dejado un imborrable recuerdo en el aficionado al ajedrez es su estilo creativo y sus partidas llenas de golpes tácticos. En los torneos mostró su preferencia por agradar al público con sus jugadas arriesgadas, dejando en un segundo plano el resultado final.

Todos estaremos de acuerdo en que fue un jugador poco común.

Tal dijo:

.- «Si esperas que la suerte aparezca, la vida se vuelve muy aburrida»

.- «Hay dos tipos de sacrificios – los correctos y los míos»

.- «Lo mismo que nuestra imaginación se agita por la sonrisa de una muchacha, así la imaginación se agita por las posibilidades del Ajedrez»

De Tal dijeron:

.- «Si Tal hubiera estudiado realmente ajedrez en los últimos años 50′ y primeros 60′, hubiera sido imposible jugar contra él» – Botvinnik

.- «¿Cómo gana Tal? – Él desarrolla todas sus piezas en el centro y entonces las sacrifica en alguna parte» – Bronstein.

Hay quienes dicen que fue un auténtico revolucionario en una época donde abundaban los jugadores fuertes posicionalmente: Botvinnik, Petrosian -sin duda el que mejor planteaba la defensa-.

El ajedrez moderno es, ante todo y sobre todo, juego de posición, y la estrategia posicional como resumen de sus máximas y principios tiene un mandamiento supremo donde se impone el sistema de acumulación de pequeñas ventajas antes de intentar un ataque a fondo.  Tahl, nos dice que para aplicar las leyes hay que ser docto en ellas, y si no, es preferible guiarse por las luces naturales atendiendo a los dictados del sentido común. El Mago de Riga  como buen jugador de ataque, despreciaba la teoría de las aperturas y definía el inicio de la partida de la siguiente forma: «La apertura es un programa obligatorio que debo desarrollar a la fuerza». Durante todo el combate puede apreciarse, o mejor dicho sentirse, que las jugadas están cargadas de un misterioso poder creador. En sus sacrificios de pieza había algo de psicología y una gran profundidad de cálculo de variantes. Estos no siempre eran correctos, pero sembraban tal caos en la posición que sus rivales se sentían desconcertados e incapaces de encontrar la continuación correcta.

Muchos le criticaron por esta forma de jugar, decían que sus sacrificios eran meros golpes de efecto y que esa no era forma sensata de jugar al ajedrez.  Gracias a este estilo, sus partidas obtuvieron premios de belleza en múltiples torneos.

Su biógrafo, Y. Damsky, definió de una forma maravillosa su estilo de juego: «cuando Tahl consigue ser Tahl, en el tablero se desencadenaban ciclones y huracanes». La fantasía estaba presente en cada movimiento del Mago de Riga y esto le ha permitido perdurar en el tiempo, ese es un privilegio reservado a todo ajedrecista, que a través de sus partidas puede ser recordado.

Las partidas de ajedrez jugadas por  el Mago de Riga nos dejan  una gran lección: En ciertos tipos de partidas a que nos embarquemos deliberadamente en un viaje de aventuras, sobre todo cuando en una situación indecisa se presenta la opción entre dos continuaciones antitéticas: una pacífica, segura y de rendimiento fijo;  otra violenta y peligrosa, pero más prometedora. Entonces llega el momento más interesante de la lucha, pues hay que elegir como entre dos novias y desposar con una de ellas nuestro afán creador.

Tahl aportó más cosas al mundo del ajedrez: escribía artículos para revistas de ajedrez y periódicos, fue comentarista para televisión y radio en varios torneos y escribió varios libros (muy recomendable «Al ataque», su biografía).

Las estadísticas de Tahl son: 1263 victorias, 1321 tablas y 331 derrotas; con un promedio de 65’3 % de efectividad. (El promedio se saca de sumar victorias y tablas, y dividirlo por las partidas totales).

Y ya que la vida real  nos hace sufrir complicaciones prosaicas y enojosas, busquemos una compensación en el ajedrez que practicaba el Mago de Riga, que es un vuelo ibre del espíritu en viaje de fatasía. Recomiendo buscar las partidas  de Tahl y regocijarse con ellas. Debe  considerarse que la reposición y examen de las partidas de los grandes maestros es de los estudios más útiles que puede hacer un aficionado.Pero en el estudio no hay que buscar comodidad, sino enseñanza, y es precisamente el examen de los errores de los combates el que las produce más provechosas.

Por otra parte conviene advertir que, contra lo que se cree comúnmente, ni aun de los grandes maestros, cuando vencen en esas largas y magnificas partidas que consituyen su gloria y nuestra admiración, puede  afirmarse que hayan tenido en todas las fases del desarrollo una seguridad absoluta del camino a seguir, pues las posibilidades del ajedrez son demasiado grandes en extensión y profundidad para que pueda dominarlas a tal punto la inteligencia.

Mañana continuaremos analizando las fases de una partida de ajedrez. No podía pasar por alto esta fecha memorable del nacimiento del Mago de Riga.

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