Augusto Espinoza, Subsecretario de Educación Superior manifestó que son una alternativa válida para suplir la carencia de los cupos, que podrían presentarse en el resto de universidades del país.
En el Ecuador, según la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), existen 280 institutos superiores públicos, cofinanciados y privados.
De los 280 institutos, 143 son de educación pública, el resto son cofinanciadas y privadas.
Solo en Pichincha existen 75, el Cordillera es el centro con mayor número de carreras: 21. El resto de centros educativos ofertan siete carreras, en promedio, y duran entre tres y cuatro años.
El InstitutoTecnológico Superior Cordillera es uno de los centros privados de Quito, fundado en abril de 1993, cuenta con 5 200 estudiantes y está en capacidad de recibir 3 000 alumnos para los primeros niveles. En sus cuatro edificios, en el norte, ofertan carreras en ciencias y tecnológicas, como Administración de Empresas, Diseño Gráfico, Educación, Administración Hotelera y Turística, Salud y Sistemas.
Cuenta con 160 docentes a tiempo completo, medio tiempo y por horas, con títulos de tercer, cuarto y quinto niveles. Cada aula tiene30 alumnos, en promedio.
El estudiante accede al título de tecnólogo y técnico, en la mitad y al final de los estudios, respectivamente. Los costos de matrícula y pensión varían de acuerdo con su infraestructura y carreras. En el Cordillera, por ejemplo, la matrícula cuesta USD 55, al igual que la pensión mensual. Mientras que en el Tecnológico Quito, la matrícula y la pensión están en USD 60.
Algunos institutos también son cuestionados
Al igual que las universidades de categoría E, los institutos tecnológicos también han sido cuestionados, principalmente, por su infraestructura y su calidad académica. Por ahora, a manera de un plan piloto, la Senescyt indicó que chequea los programas de estudio de los institutos técnicos y tecnológicos.
Espinosa explicó que evalúan aspectos como la calidad de la oferta académica y la cabida que tienen los egresados de los institutos superiores en el mercado laboral actualmente.
En noviembre del 2011, la Senescyt inició un proceso de depuración en 116 centros que no están operativos, muchos de ellos eran fantasmas. Esta fase concluirá en abril. Posteriormente, explica Espinosa, se delineará un plan para fortalecer la formación técnica y tecnológica. Guillaume Long, presidente del Ceaaces, también indicó que tras la evaluación de las universidades de categoría E y del resto de centros de educación superior, los institutos también serán sometidos a evaluaciones.