En una ceremonia especial desarrollada en el Palacio de Carondelet (sede del Gobierno), el presidente de la República, Rafael Correa, posesionó este lunes 23 de abril del 2012 a seis ministros y una gobernadora.
Javier Ponce, asumió el Ministerio de Agricultura; Miguel Carvajal, el de Defensa; Doris Soliz, Inclusión Económica y Social (MIES); Richard Espinosa, Coordinador de Desarrollo Social; José Francisco Vacas, la cartera de Relaciones Laborales; y Augusto Espinoza, el Ministerio Coordinador de Talento Humano.
Además, Viviana Bonilla, fue investida como gobernadora de la provincia del Guayas, en reemplazo de Roberto Cuero.
En el marco de este acto, el Mandatario llamó a rescatar el valor de la política, como la forma consciente en que la sociedad toma sus decisiones. «Y normalmente toma sus decisiones a través de sus instituciones y el Estado es la representación institucionalizada de esa sociedad. Es decir, por medio de la política se toman las grandes decisiones que ejecuta el Estado y la representación institucionalizada de esa sociedad», afirmó.
Hizo referencia que en la dimensión política social de derechos, ocurrió en “la larga y triste noche neoliberal” –como denomina a los periodos de gobierno que precedieron su mandato- algo análogo a lo registrado en la parte económica.
Esto es, refirió, la satanización de lo político y del Estado, dejando que la entelequia llamado mercado sea la que domine vidas, personas y sociedades enteras, “hacer la política desde lo privado que a su vez representaba no el bien común sino a grupos de intereses”.
“(Se dice que) por definición un político es malo. Entonces no habrá manera de dirigir nuestras sociedades, si por extraña fuerza de la naturaleza todo ciudadano, por bueno que sea en su vida privada, al convertirse en político ya se vuelve malo, corrupto, deshonesto, traidor, falto de transparencia, etcétera”, manifestó al tiempo de hacer un llamado para superar esos simplismos.
Estos simplismos, agregó, hicieron y siguen haciendo daño porque permite que continúe el status quo y que, al desnaturalizar la política, permiten que ésta la hagan grupos privados con fines o sin fines de lucro, pero en función de intereses particulares.
“Recuperemos la política, eso es otra misión de la Revolución Ciudadana (como denomina al proyecto de Gobierno) y eso es lo que estamos haciendo desde el Gabinete”, mencionó el Jefe de Estado.
El Presidente recalcó que la visión técnica debe depender de la dirección política y recordó que bajo este criterio –en el pasado- se ponía sobre todo en los ministerios del sector de la Producción (Agricultura, Industrias, Turismo) a representantes de los correspondientes grupos de poder, que terminaban tan solo protegiendo los intereses de sus allegados.
“Ahora, desde una nueva visión de patria, de una nueva visión de la sana política, entendemos que los ministerios son brazos ejecutores de las políticas gubernamentales. Son los encargados de llevar a la práctica los lineamientos políticos específicos”, subrayó.
Y exhortó a rescatar la política como la forma consciente, racional, en la que una sociedad toma sus decisiones para buscar el bien común.
“La política que debe desarrollar cada ministerio, nada tiene que ver con iluminaciones o inspiraciones individuales: las grandes decisiones se las toma en Gabinete de acuerdo al Plan Nacional del Buen Vivir, aquel legitimado en las urnas, ordenado por el mandante, que a su vez conlleva una planificación nacional, seccional y territorial como nunca antes se había realizado en nuestro país”, explicó.
Por cerca de una hora, el Primer Mandatario destacó los logros y plnateó los retos en los Ministerios de Defensa, Agricultura, Desarrollo Social, Relaciones Laborales, Inclusión económica y Talento Humano.
En Defensa, puso de relieve el rescate de la institucionalidad de las Fuerzas Armadas y el hecho de que los integrantes del Comando Conjunto hayan cumplido el periodo de dos años para el que fueron designados. También, subrayó que se haya roto con la práctica de nombrar en el cargo de Ministro de la Defensa a militares en servicio pasivo, «con la premisa correcta, pero inadecuada de que solo ellos eran los grandes expertos en seguridad».
En el área de Agricultura dijo que se debe concretar una aspiración antigua de los campesinos: la democratización del acceso a la tierra, a las fuentes de agua, a la agroindustria.
«El Buen Vivir solo será posible si revolucionamos el agro y sabemos que aquí tenemos un gran déficit en nuestra revolución, no es que hemos retrocedido, pero no hemos avanzado al ritmo al que hemos avanzado en otros sectores, al ritmo que nuestra realidad agraria nos exige», afirmó.