
Según informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, hay dos cardenales electores que no viajarán a Roma debido a temas de salud, aunque no dijo sus nombres. Además, subrayó que este número podría variar durante los próximos días, incluso durante el cónclave.
Por su parte, la asistencia del Cardenal Vinko Puljić, Arzobispo Emérito de Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), quien recibió el alta médica hace unos días, todavía no es clara.
La reunión de los purpurados en el Aula Pablo VI del Vaticano comenzó a las 9 horas y terminó a las 12:30 (hora de Roma). Asimismo, hubo un total de 20 intervenciones de cardenales, coordinadas por el Cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
Durante la reunión se trataron temas como los retos a los que se enfrenta la Iglesia Católica, así como la perspectiva geográfica y la variedad de nacionalidades de los cardenales. De hecho, los purpurados que participan llevan colgado un pequeño cartel con su nombre, para que todos puedan ir conociéndose.
El lunes 5 de mayo, a las 17:30 horas, tendrá lugar en la Capilla Paulina —donde se reunirán los cardenales cada día a partir del 7 de mayo para celebrar una Misa antes de ir procesión hasta la Capilla Sixtina—, el juramento de los asistentes al cónclave.
Por lo tanto, prestarán juramento aquellos que estarán en el cónclave pero no son cardenales, como el Maestro de Celebraciones Litúrgicas, el Secretario del Colegio Cardenalicio, los ceremonieros pontificios, los médicos y enfermeros, los encargados de los ascensores, médicos, enfermeros e incluso los encargados del transporte, entre otros.
El Vaticano también confirmó este martes que la Misa “pro eligiendo pontifice” (por la elección del Pontífice) se realizará el miércoles 7 de mayo a las 10:00 (hora de Roma) en la Basílica de San Pedro, antes de que den comienzo las votaciones.
Asimismo, a las 16:30 del miércoles 7 de mayo será el inicio del cónclave. Antes de las votaciones, los cardenales también prestarán juramento. Por ello, la Santa Sede informa que los electores deberán presentarse a las 16:15 en la Capilla Paulina.
Agradecimiento a los asistentes al funeral
En esta sexta reunión desde que falleció el Papa Francisco, los cardenales también expresaron su agradecimiento a los Jefes de las Iglesias y comunidades que estuvieron presentes en el funeral del funeral el pasado 26 de abril.
Los purpurados, reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano, agradecieron también a los representantes del judaísmo, del islam y de otras religiones.“Con gratitud por la solidaridad mostrada en este momento de dolor”, los cardenales también hicieron referencia a los soberanos, jefes de Estado y de gobierno, ministros y otras autoridades presentes.
“Su presencia fue especialmente apreciada como signo de participación en el dolor de la Iglesia y de la Santa Sede por el fallecimiento del Pontífice, y como homenaje a su incansable compromiso con la fe, la paz y la fraternidad entre todos los pueblos de la tierra”, se lee en el comunicado difundido este martes por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Asimismo, agradecieron a las autoridades italianas, a los servicios de seguridad y a la Protección Civil “que contribuyeron con gran dedicación y generosidad a la organización de todo lo necesario para las distintas celebraciones”, reconociendo que, gracias a su labor, todo transcurrió con orden y serenidad.
Por último, expresaron su agradecimiento a los cientos de miles de adolescentes y jóvenes que participaron en el Jubileo del pasado domingo 27 de abril, “mostrando el rostro de una Iglesia viva con la vida de su Señor Resucitado, y a todo el Pueblo de Dios que camina con esperanza hacia el futuro”.
La Iglesia Católica no es una “institución fría”
Este martes también se difundió la meditación dirigida por el Abad Donato Ogliari, quien exhortó a los cardenales a “dejarse guiar por la Palabra de Dios y el Espíritu Santo”.
El Abad de la Basílica de San Pablo de Extramuros subrayó que la vida de la Iglesia es Cristo, “nuestra esperanza”, y que todo discernimiento debe partir de su ejemplo de mansedumbre y humildad.
Asimismo, recordó que la Iglesia está llamada a ser madre y no una “institución fría”, y a estar siempre en conversión, abierta al Espíritu, para vivir la comunión y la misión. Invitó también a los purpurados a un “discernimiento profundo, con corazón abierto”, en clave de sinodalidad, para responder a los desafíos del mundo con fidelidad al Evangelio.