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Dos hermanas ecuatorianas en la cúspide de la robótica mundial

Vitrectomy Prototype es el aparato construido con piezas nacionales que permitirá recuperar la vista.

Verónica y Tatiana Benalcázar Vayas son las creadoras del primer prototipo nacional de cirugía ocular que ganó el mundial de robótica Infomatrix 2013, en Rumania. Este no es el único premio de estas cotacacheñas. Una veintena de medallas de oro, trofeos y diplomas premian su talento e imaginación.

Una lámina de aluminio a la cual están adheridas tres pantallas líquidas similares a las de un teléfono inteligente, botones y teclados cubren los cables, mangueras neumáticas, válvulas, sensores, filtros y motores que permitirán irrigar, cortar y extraer los tejidos o coágulos, que impiden la visión de pacientes con retinopatía. Así es como luce el prototipo con el que Verónica y Tatiana Benalcázar ganaron la medalla de oro en el mundial Infomatrix 2013, realizado en Bucarest, Rumania, en mayo del 2013.

Verónica, la mayor de ellas, cuenta que la idea de participar en este concurso surgió en diciembre 2011, cuando por un anuncio en internet se enteraron del mayor evento de proyectos de programación a escala mundial.

En ese momento arrancó la aventura de estas hermanas. El primer paso fue pensar en crear tecnología nacional que brinde un servicio, un aporte e innove. Así, una lluvia de ideas invadió estas mentes brillantes premiadas ya en 11 competencias locales, nacionales e internacionales de robótica, en las que han participado juntas y de forma individual.

Luis Benalcázar, su padre, quien se dedica al mantenimiento de equipos oftalmológicos les comentó la necesidad de contar con un aparato que extraiga el humor vítreo de los ojos enfermos; es decir, cuando este líquido se opaca por alguna circunstancia (por ejemplo una hemorragia) se debe realizar una intervención quirúrgica conocida como Vitrectomía, en la que el cirujano elimina el humor vítreo que nubla el ojo y lo reemplaza por una solución salina.

El siguiente paso fue adquirir gordos libros de ciencias médicas, entender la anatomía del ojo humano, las enfermedades que lo invaden y cómo se realiza la vitectromia o intervención quirúrgica para retirar las opacidades del ojo.

Esta no fue una tarea fácil, dice Tatiana de 24 años. La hermana menor cuenta que los libros de ciencias médicas son costosos y casi siempre están escritos en inglés. Ellas reconocen el apoyo de todos los miembros de su familia. Desde sus abuelitos Arturo Benalcázar y Rosa Gómez, quienes las inspiraron desde la niñez, sus padres, tíos, primos y hasta sus mejores amigos y docentes universitarios.

Una vez que entendieron cómo funciona el ojo humano. El reto fue conseguir los elementos que compondrían su prototipo de cirugía ocular. Este equipo está construido con elementos de fácil adquisición, que se pueden reponer fácilmente en caso de avería. Así el aparato resulta más barato y eficiente.

Intenso trabajo y pocas horas de sueño fueron la tónica para las hermanas durante dos meses. El 22 de febrero en la Universidad de las Américas (UDLA) presentaron el Vitrectomy Prototype en el VI Concurso Latinoamericano de Proyectos de Cómputo.

Ahí la Comunidad Científica Tecnológica del Continente les otorgó la medalla de oro y la acreditación internacional 2013 para ser representantes de Latinoamérica en la categoría Hardware Control en el evento: The International Computer Project Competition INFORMATRIX 2013, en Rumania-Bucarest, del 16 al 20 de mayo en la Universitatea Europei De Sud-Est Lumina.

Los mejores proyectos de programación en un solo lugar

El International Informatics Project Competition “Infomatrix 2013” es una competencia en la que se exponen los mejores proyectos informáticos del mundo. Este encuentro, organizado por Lumina Educational Institutions, the Ministry of National Education, busca desarrollar la imaginación y creatividad de los jóvenes en el campo de la innovación tecnológica.

Con la acreditación para participar en la competencia mundial, inició una nueva aventura: buscar financiamiento para costear los gastos del viaje. Junto a su madre, y una carpeta de solicitudes, golpearon varias puertas de instituciones públicas y privadas pero no recibieron respuesta.

Navegando en las redes sociales encontraron a Evolucionarios, un servicio creado para que los jóvenes ecuatorianos se enteren, participen, resuelvan dudas, propongan y aprovechen todo tipo de oportunidades, programas y servicios dedicados a ellos. Evolucionarios les orientó para buscar ayuda en la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT).

Allí recibieron apoyo del programa “Ayudas Económicas”, que es un complemento al resto de programas de becas que tiene la SENESCYT. Este programa tiene por objeto apoyar económicamente a estudiantes, docentes, investigadores y profesionales para que puedan cubrir el costo de rubros relacionados a su formación superior, capacitación, perfeccionamiento, entrenamiento profesional y/o investigación encaminadas a fortalecer sus capacidades.

Aunque la hazaña no terminó ahí pues en menos de 2 meses tuvieron que cambiar un 70% del prototipo debido a las normas de transporte aéreo que limitan el peso y volumen del equipaje. Para esto elaboraron nuevas tarjetas electrónicas, diseñaron nuevos sistemas para un voltaje 220V y un nuevo sistema de aire comprimido. Así pocos días antes de viajar a la ciudad de Bucarest lograron el nuevo prototipo.

El primer prototipo de Vitrectomía ‘made in’ Ecuador.

El Vitrectomy Prototype es un prototipo de cirugía ocular que extrae el vítreo (gel que rellena la cavidad ocular) cuando está nublado e impide la visibilidad de la persona. Este aparato limpia las opacidades; permite retirar coágulos sanguíneos, tratar infecciones y otras enfermedades.

La técnica quirúgica consiste en insertar dentro del globo ocular humano la cánula de irrigación para colocar solución salina, reemplazando el humor vítreo nublado. Una luz de fibra óptica ilumina la retina y la punta de vitrectomia corta con una pequeña cuchilla el tejido enfermo.

Mediante un software y hardware diseñado por las hermanas cotacacheñas, el médico que realiza la intervención puede controlar la luz de fibra óptica que ilumina la cavidad ocular; una cánula de irrigación que mantiene la presión intraocular; la humectación en el ojo; y, el instrumento que corta y extrae el vítreo.

Turbulencias aéreas

Llegar a Bucarest, Rumania, fue laborioso para las hermanas Verónica y Tatiana Benalcázar. El prototipo de cirugía ocular viajó totalmente desarmado. Ellas debieron acomodar en cuatro maletas los transformadores, elementos electrónicos, destornilladores, materiales informáticos y repuestos de su proyecto Vitrectomy.

El equipo, que tarda tres semanas en armarse, fue calibrado y probado en apenas dos días en Bucarest para que Tatiana y Verónica Benalcázar concursaran. En el Infomatrix 2013 se enfrentaron con 45 países y 249 proyectos en las categorías: Programming, Computer Art, Hardware Control, Short Movie y Robotics. La exposición de su proyecto fue realizada en inglés.

A pesar de los apuros, el 20 de mayo en el Palatul National al Copilor, el Ecuador fue declarado campeón mundial de la categoría Hardware Control. Los jueces consideraron un solo ganador de la medalla de oro por la investigación, ingenio, dificultad, utilidad y originalidad del proyecto Vitrectomy Prototype.

Así las hermanas Benalcázar Vayas impresionaron a los jueces. El equipo, hecho con pocos recursos económicos, materiales de fácil adquisición, software y hardware diseñado y elaborado por ellas mismo, fue premiado con el mayor galardón mundial en programación.

Estas hermanas cotacacheñas, representaron a Latinoamérica en la competencia mundial de programación, colocaron el nombre del Ecuador sobre Azerbaijan, Bosnia, Georgia, Malasia, Rumania, Turquía y Ucrania, que también fueron finalistas.

Primeros circuitos…

Un hipopótamo de juguete fue lo primero que desarmaron Verónica y Tatiana. Saber por qué emitía un sonido similar al de una chicharra les motivó, pero esa no fue la primera vez que el instintito investigativo les invadía. Ayda Vayas, su madre, cuenta con orgullo que ellas desarmaban sus juguetes para ver que tenían dentro; armaban rompecabezas, legos y creaban nuevos juguetes.

Ambas crecieron en Cotacachi. Allí jugaban con herramientas, retazos de tela, cuero y madera en los talleres de costura, carpintería y mecánica de sus abuelitos Arturo Benalcázar y Rosa Gómez. En esos lugares experimentaron, a temprana edad, el gratificante sentimiento de construir algo por sí mismas. Dicha emoción es parecida a la que sienten ahora, cuando después de muchos intentos, una tarjeta electrónica funciona. Verónica explica que la tarjeta electrónica es como el cerebro de su robot Arturito (llamado así en honor a su abuelo y preceptor), los sensores son los ojos y el chasis es el cuerpo de este y otros prototipos que le han hecho ganar junto a su ‘ñaña’ once competencias de robótica a escala local, nacional y mundial.

Verónica estudió Ingeniería Eléctrica en la Universidad Politécnica Salesiana. Ella confiesa que los números siempre fueron su pasión. A los 17 años descubrió su gusto por los cables y los circuitos después de cursar un bachillerato Físico-matemático en el que recibió a la par la opción práctica de Electricidad en el Colegio Ambato. La hermana mayor de la familia Benalcázar Vayas creo a Arturito a finales del 2009. El robot tiene dos llantas para movilizarse y cientos de cables que permiten que siga rutas definidas y se mueva según lo programado. Este sufrió varias transformaciones (disposición de sensores, nuevo diseño de tarjeta electrónica y cambio de programación) hasta el 2011, cuando ganó el primer lugar en el Intersedes de Robótica ENIR Ecuador.

En el mismo año, ambas hermanas trabajaron en dos robots que las hicieron acreedoras al primero y segundo lugar en el Internacional de Robótica Intercon (Perú) 2011 en la categoría robot seguidor de línea destreza, completando totalmente la pista. Dichos robots poseen llantas, cables y tarjetas electrónicas que permiten su programación.

El ingenio lo heredaron de sus padres, ambos ingenieros. Y en los retazos de tela de su abuela modista descubrieron su gusto por el diseño. Ellas también aman la Matemática, Física, los idiomas, el arte, la pintura, la artesanía y el diseño gráfico.

Verónica y Tatiana cuentan que es difícil ser mujeres en el mundo de la robótica. “Nuestro mayor pecado es ganar las competencias, algunos participantes son machistas y nos cierran las puertas porque nuestros robots de destreza son los más veloces del Ecuador”. Verónica y Tatiana comparten diferentes tareas como: diseños, realización de tarjetas electrónicas y programación.

SENESCYT

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