Para atender la situación que vive el país como consecunecia del terremoto de 7,8 grados ocurrido el sábado 16 de abril, el presidente Rafael Correa dispuso, mediante Decreto Ejecutivo, al Ministerio de Finanzas que “sitúe los fondos públicos necesarios para atender la situación de excepción, pudiendo utilizar todos las asignaciones presupuestarias disponibles, salvo las destinadas a salud y educación”.
Además, se destinará maquinaria de obras públicas, se instalará el Hospital móvil en Pedernales con médicos y medicinas para entender la emergencia. Se confirmó que también se activaron los organismos internacionales de ayuda y asistencia humanitaria.
Por otra parte, se movilizó a la fuerza pública, médicos y rescatistas en las zonas afectadas, sobre todo en Pedernales. Serán 3.500 policías que se despliegan para atender a las ciudades en emergencia: 1.000 en Manabí, 1.000 en Esmeraldas, 500 en Guayaquil, 500 en Santa Elena, 250 en Pedernales y 250 en Canoa. A ellos se suman 10.000 elementos de las Fuerzas Armadas que irán a los rincones más perjudicados por el terremoto.
El texto completo del Decreto firmado por el Presidenta Rafael Correa, está disponible en el siguiente enlace: http://www.cancilleria.gob.ec/wp-content/uploads/2016/04/decreto_emergencias.pdf
Hay que destacar que se mantiene el estado de excepción a nivel nacional y la emergencia en 6 provincias: Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, Guayas, Santo Domingo y Los Ríos.
La situación más crítica se reporta en Pedernales, cantón ubicado al norte de la provincia de Manabí. Esta localidad fue decretada como zona de desastre y se espera una actualización de información en las siguientes horas. Hasta el momento se han abierto 5 albergues para atender a las familias afectadas: dos en Esmeraldas, dos en Los Ríos y uno en Portoviejo.
Por otro lado, el Vicepresidente Jorge Glas Espinel, informó que no hay alerta de tsunami por lo que las personas que abandonaron sus viviendas en el perfil costero pueden retornar.
Se recuerda a la ciudadanía que las réplicas no son fenómenos que se pueden predecir científicamente, ni su periodicidad ni su magnitud. Se solicita a la ciudadanía mantener la calma y usar los canales oficiales para informarse.
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