La presidenta de la Mesa Temática del Decenio de los Afrodescendientes, capítulo Ecuador, Zobeida Gudiño, participa en el Foro Mundial Afro Madrid 2015, que concluye este viernes 19 de junio. En este evento disertó sobre las acciones afirmativas para el acceso y permanencia en la educación superior de los pueblos y nacionalidades. Allí afirmó que “con educación frenaremos el racismo y la discriminación”.
Al foro asisten expertos, políticos, organizaciones sociales y la sociedad civil, quienes en ocho mesas de trabajo debaten y plantean medidas para hacer frente a la discriminación y al racismo en ámbitos como el educativo, los medios de comunicación, escenarios deportivos, entre otros.
Durante su intervención en el Foro, la parlamentaria ecuatoriana indicó que en el 2006 tan solo el 22,8% terminaban la universidad, en el 2013 ese número creció al 31,4%”, y esto se debe, en gran medida, a la política de gratuidad implementada en la Constitución de Montecristi, que es una herramienta jurídica que en el país sirve para cumplir el principio de igualdad de oportunidades en la educación superior.
Recalcó que el Gobierno considera a la educación como un derecho y no como una mercancía, lo que permite al ser humano ejercer plenamente su ciudadanía.
La representante de la provincia de Zamora Chinchipe recordó que el cierre de las universidades de garaje elevó el nivel en la educación superior y eliminó el negocio de unos cuantos, al cual no podían acceder quienes forman parte de los pueblos y nacionalidades del Ecuador por no contar con los recursos necesarios para costear su colegiatura.
En el cónclave internacional Zobeida Gudiño dijo que otro indicador que muestra que la gratuidad ha servido para garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior, es la tasa de no asistencia a la educación superior por razones de económicas, pues en el 2006, esta tasa era del 45,3% y en el 2013 se ha reducido al 26%, de acuerdo con el INEC y su Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo.
Mencionó que la lucha de las minorías étnicas no debe ser entendida únicamente por alcanzar mejores condiciones de vida, sino por vivir en una sociedad inclusiva, equitativa, participativa y más justa. Para que estos enunciados se plasmen en la realidad se necesita una educación de calidad, subrayó.