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Cañar, granero del Austro

Por: Vinicio Vásquez marvas123@hotmail.es 

Entre los títulos que enorgullecen nuestra historia, hay uno que responde a una realidad prolífica de nuestra tierra, y es aquel que justamente establece a esta tierra milenaria como la generadora de productos alimenticios para la zona sur del país, muchos han demostrado lo expuesto con cifras históricas, donde se observa claramente cñomo los bienes agrícolas  que acá se cultivaban, sustentaban zonas de la costa, y hasta de Quito, por supuesto limitándose a las restricciones que las vías de comunicación imponían, por lo que no es necesario repetir esas cifras, más bien vale la pena recordar ciertos hechos y circunstancias que irán dando forma a nuestra historia.

A decir del ilustre Cañarense, Presbítero Ángel María Iglesias, el propio Gil Ramírez Dávalos, primer gobernador de Quito, circunscripción que abarcaba al gran Hatun Cañar, al distribuir la tierra, se tomó para sí, las dos mejores haciendas, la de “Tambo Bemejos” y la de “La Posta”, e intervino para que Jadoco Rikey, viniera y enseñara a los nativos el cultivo del trigo, y citando siempre el libro de los cabildos de Cuenca, indica que además introdujo en estas tierras el ganado, empresas que le rindieron esplendidos réditos.

En época de la colonia, esta productividad ganó reconocimiento general, acuñándose la frase “Caña, Cañar o puerto de mar”, para indicar que los negocios más lucrativos de ese entonces eran la destilación de la caña, una hacienda en Cañar o las exportaciones. Estas realidades llevaron a que el entorno social del Cañar refleje esa realidad económica y se tenga como consecuencia que esas familias llamadas de “alcurnia”, se asienten en esta geografía, siempre en función de las grandes haciendas que iban estructurándose como símbolos tangibles de riqueza y poder. Es claro que los propietarios mayores eran los beneficiados por la corona y la iglesia en una complicidad que irrespetó los principios de humanidad.

Cuando Cañar se convierte en Cantón, en 1824, su primer Presidente de Cabildo, es el señor Alejandro Valdivieso y Rada, hermano de Félix María Valdivieso, influyente personaje que gozaba de la confianza del libertador, que a su tiempo le nombrará miembro del Consejo de Estado; y, posterior a ello logrará erguirse como Jefe de Gobierno. Era un hombre muy acaudalado, y su riqueza se basaba en el comercio. Exportaba ganado de Cañar, y cascarilla de Nabon y Oña.

Otro hermano de nuestro primer Presidente de Cabildo fue José Narciso Valdivieso, quien también ocupó varios cargos políticos importantes en la región, y poseía algunas propiedades en la ciudad de Cañar, aunque más se le recuerda por las maneras poco honestas como utilizaba su poder y sus influencias para acrecentar sus bienes y adquirir tierras en estas zonas. Él es el abuelo materno de Florencia Astudillo, o “la señorita Florencia”, como se la conocía, máxima exponente del latifundio y de esa producción fastuosa que fruto del copulamiento entre la tierra prodigiosa y la explotación abusiva del hombre natural se convirtió en un signo de una etapa de equivocaciones, que terminó degradando al indio y haciendo de la tierra un instrumento de poder y abuso, intentando sepultar el concepto de la pacha mama como fuente de vida.

La tierra morena aún late bajo nuestro ser, quizá ya ha perdonado los errores, tal vez aspira ser entendida como paraíso del mañana, y si, aun es fecunda, más reclama un trato de equilibrio y respeto, donde sus frutos sirvan para el bienestar de sus hijos, pues ya ha sufrido mucho al sentir tantas lágrimas de adiós de quienes deben dejar raíces propias para ir a cultivar las riquezas de banderas ajenas.

Acta de sesión del ayuntamiento de Cañar, 22 de diciembre de 1824.

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