Así lo señaló el Dr. J. Edmundo Calvache López, Rector de la Universidad de Nariño, Vicepresidente de la Red UREL, capítulo Pasto, al intervenir en la sesión solemne, que con motivo de la celebración del Sexto Aniversario de la UPEC, se realizó el pasado viernes 20 de abril, en el Ama Mater carchense.
Les ofrecemos el discurso completo.
“En nombre de la comunidad directiva, académica y de investigación de la Universidad de Nariño, institución que me honro en dirigir como su Rector, en nombre de la Red UREL, capítulo Pasto, como Vicepresidente de la misma y como delegado de su presidente el Dr. Carlos Folleco, Rector de la Universidad Cooperativa de Colombia, presento un cordial saludo de felicitación y congratulaciones a usted Doctor Hugo Ruiz, Rector de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi, a sus directivos, profesores, estudiantes, empleados y trabajadores, con motivo de la celebración de esta efemérides de la educación, de la ciencia, de la cultura, de los sueños y de las realidades, “la trayectoria de los primeros seis años de funcionamiento de esta prestigiosa institución la Universidad Politécnica Estatal del Carchi –UPEC”.
Quienes conformamos la comunidad académica y científica de la Educación Suprior, a nivel colombiano y latinoamericano en general, vemos con beneplácito que la Universidad Politécnica Estatal del Carchi, en estos cortos seis años de su existencia, se ha convertido en una institución que, cada día se enrumba hacia la consolidación de su Misión y de su Visión, dando, con inteligencia y excelente planeación estratégica, muestras palpables de su transformación diaria, muestras dignas del mayor de los reconocimientos en la concreción y evidenciamiento de su slogan “Educación para el desarrollo y la integración”; se ha convertido en una institución, en la cual, si recorremos o recordamos la literatura, y aquí haciendo alusión al libro “Concepciones sobre la universidad” de Jacques Dréze y Jean Debelle, escrito en el año 2008, uno puede sentir que no sólo se está frente a la universidad del espíritu como medio de educación, como una comunidad de investigadores, como un centro de progreso, que no sólo se está frente a la universidad del poder como un molde intelectual o como un factor de producción, sino que se está frente a una universidad comprometida en su función social integral, se está frente a una universidad sin fronteras que le apunta a la calidad, a la diversificación disciplinar y a la democracia, se está en una universidad que se configura como el templo de la sabiduría, como el escenario para el crecimiento social, donde, como lo diría Emilio Botín, presidente de Universia, “el análisis y el debate crítico, libre y riguroso, arma la sociedad para encarar el mañana con optimismo y confianza”.
Quienes conformamos la comunidad académica y científica de la Educación Superior, a nivel Latinoamericano en general, y quienes hoy, conformamos la delegación de Colombia para congratularnos con esta celebración, somos testigos que estos seis años de la “Universidad Politécnica Estatal del Carchi, gracias al trabajo tesonero y dedicado de sus directivos y profesores, han sido años colmados de satisfacciones, han sido años de lucha y de gloria, al hacer realidad el sueño de centenares de jóvenes carchenses y de otras latitudes del país, en su deseo de acceder al sistema educativo, en su deseo de tener la oportunidad de formarse en áreas del conocimiento de su gusto y pertinentes, a su ritmo de aprendizaje, con excelentes condiciones de calidad en sus programas, con un campus universitario y un equipamiento técnico que incitan al estudio y al despertar intelectual, con un cuerpo directivo y docente selecto, de visión futurista y amante de los grandes retos educativos y sociales.
Somos testigos, también, que como en toda empresa que añora la sinergia de los cambios y de la innovación y máxime en una universidad donde se conjugan multiplicidad de ideologías y saberes, han sido seis años cargados de incompresiones y de debates; incompresiones y debates, que más que convertirse en obstáculos para desfallecer o dar pie atrás, se han convertido y deben seguir erigiéndose como motivos para fortalecerse, para innovarse, cualificarse y posesionarse en el contexto educativo nacional e internacional. Esta Universidad, y es nuestro deseo, muy pronto estará en los rankings mundiales, como una universidad desarrollada y moderna , como una universidad que lucha por la construcción de nación y por el desarrollo humano y sostenible de todos los latinoamericanos.
Para nadie es desconocido que estamos en un mundo globalizado, en un mundo donde el fenómeno de la globalización en sus múltiples caras toca la complejidad de nuestras vidas, en un mundo donde las sociedades del conocimiento y de la información son un imperativo para las interrelaciones, las comunicaciones y el desarrollo social. De allí que, como lo expresa Marco Raúl Mejía 2007) , “para acercarnos a la globalización se requiere un esfuerzo por cambiar la mirada, en cuanto coexisten múltiples manifestaciones del fenómeno que no pueden ser leídas en los viejos términos maniqueos de bueno-malo, positivo-negativo, sino que se nos presentan como fenómenos donde se articulan esos variados aspectos que nos demandan mirar de otra manera, un poco en arco iris, haciéndonos ver los múltiples factores de un suceso que invade nuestra vida cotidiana, que reestructura y reorganiza nuestra misma manera de ser y estar en el mundo”, y es así, analógicamente, por cuanto no se puede desligar globalización y educación, educación y política, educación y sociedad, como se debe mirar la educación en sus diferentes modalidades, como se debe mirar y dinamizar la educación moderna pertinente y contextualizada donde haya una sinergia entre la técnica, la pedagogía y el saber específico, donde las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, donde los medios masivos de comunicación que construyen nuevos imaginarios de lo público, lo formativo y lo educativo, se conviertan en el medio expedito para la cualificación, para la cobertura, para la diversificación educativa, pero eso sin perder nuestra identidad nacional, sin perder nuestra identidad latinoamericana. En este sentido el ejemplo nos lo da esta joven universidad, “Universidad Politécnica Estatal del Carchi, que en su nombre y en su logotipo vislumbra la identidad y el sentir patrio, y por eso, con razón y corazón, el Doctor Hugo Ruiz, Rector Magnífico de la Institución, en la Revista Informativa número 9, dice “escogimos su nombre incluyendo Carchi, en su logotipo el Sol Pasto y el tricolor provincial, para tener una imagen que proyecte los valores de rebeldía, heroísmo, trabajo y democracia que identifican a los carchenses”, valores que analógicamente, pienso, deben ser de todos los latinoamericanos en la sinergia de procesos educativos emancipatorios y liberadores.
Doctor Hugo Ruiz, Rector Magnífico de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi, en tan pocos años de existencia de la institución cuanto hay para hablar, para aprender y para difundir, seríamos interminables y quizá nos quedaríamos cortos, por eso, y para terminar, quiero, nuevamente, en nombre dela Universidad de Nariño, una universidad centenaria que propende consolidarse como una universidad con alto liderazgo regional y nacional, una universidad acreditada en alta calidad, una universidad investigativa y comprometida con la región y con el país, una universidad moderna y eficiente, una universidad con calidad y calidez humana, democrática, futurista e internacionalizada, y con mucho afecto de la Universidad de Nariño, Extensión Ipiales y en nombre de la Red UREL, reiterar el reconocimiento a su trabajo y al de su equipo, la felicitación a todos los universitarios de la institución, y manifestarle nuestra total e incondicional disposición para compartir nuestras experiencias educativas y de investigación y para firmar los convenios de cooperación a que haya lugar, por el bien de nuestros pueblos, por la educación superior de nuestra juventud.
Como colombianos y como latinoamericanos, conocedores del talante de los profesionales ecuatorianos, esperamos mucho de la Universidad Politécnica Estatal del Carchi, en la conciencia y conocimiento que esta benemérita institución, así como se perfila, nos está enseñando a mirar diferente la educación, nos está enseñando a ver e interpretar la realidad de otra manera, quizá al unísono de la voz de Frank Kafka cuando expresa “es necesario empezar a ver la realidad de otra manera porque sólo en la medida en que somos capaces de ver la realidad de otra manera es posible cambiarla” y en efecto, esta institución, la Universidad Politécnica Estatal del Carchi, vislumbra nuevos sueños y utopías.
Muchas gracias.
Tulcán, abril 20 de 2012
