Hoy les presentamos un capítulo más de la Memoria sobre los procesos de integración de las universidades, escuelas politécnicas e instituciones de educación superior del Ecuador, de la autoría del ingeniero Iván Moreno Galárraga, ex rector de la ESPOCH.
Por: Ing. Iván Moreno Galárraga
A poco tiempo de asumir el poder, el Presidente Jaime Roldós Aguilera convocó a una reunión a los rectores de las universidades y escuelas politécnicas. He ahí la ocasión propicia para presentarle el proyecto de Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas. Previamente se conciliaron los criterios para entregar una sola versión, lo cual era conveniente por la necesidad imperiosa de su vigencia, a la vez que se ofrecía una imagen de unidad universitaria ante el Presidente y la colectividad. El Presidente ya conocía el proyecto, de tal manera que este acto tenía importancia porque se oficializaba el proceso de legalización de un documento vital para el país y muy especialmente para la comunidad universitaria y politécnica.
El Presidente Roldós, al recibir este documento, solicitó que conste la Escuela Politécnica del Ejército en el Art. 4 de la Ley, en el cual se identificaban las 17 universidades y escuelas politécnicas, y que de inmediato lo presentaría al Congreso Nacional para su aprobación. ¡Cundió el silencio en el ambiente! No era fácil satisfacer al Presidente, pues, las relaciones de las instituciones universitarias con la dictadura militar frecuentemente fueron tensas; la dictadura en su segunda fase, la del Triunvirato, fue draconiana, la represión fue su estilo, autoridades, profesores y estudiantes identificados como “subversivos”, fuimos víctimas de persecución, muchas veces privados de la libertad. Las iniciativas de proyectos de decretos en beneficio de nuestras instituciones, tan solo con el cambio de la denominación de los beneficiarios se los desviaba para financiar a las instituciones militares. Sin embargo, surgió la idea de que se mencione a la Escuela Politécnica del Ejército al final del Art. 4 y seguidamente conste lo siguiente: “La Escuela Politécnica del Ejército se regirá por su propia norma constitutiva, Decreto Nº 2029, publicado en el Registro Oficial Nª 487 de 20 de diciembre de 1977”. El Presidente Roldós acogió esta iniciativa y agradeció a los rectores por su comprensión, pues había comprometido a los directivos castrenses la incorporación de la ESPE en el mencionado proyecto.
El Presidente de la Cámara de Representantes, Señor Asaad Bucaram, pactó con la derecha para asumir esta función, a la vez que bloqueaba todo lo que provenía de la Presidencia de la República, lo cual afectaba la aprobación del proyecto de la Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas. Además, no solo él en su campaña electoral había ofrecido crear una universidad en cada provincia, muchos legisladores habían formulado similares ofertas en sus provincias, inclusive a nivel de cantón. Sin embargo, la expectativa de la comunidad universitaria se centró en la aprobación de la Ley, misma que con los cambios en ella introducidos por los “patriarcas de la componenda”, como los tildó Roldós, el Plenario de las Comisiones Legislativas la aprobó el 4 de mayo de 1982. El Presidente Hurtado firmó el ejecútese el 11 de mayo, y la Ley fue promulgada en el R.O. Nº 243, el 14 de mayo de l982.
El artículo 7 de la Ley aprobada, que dice en la parte pertinente: “Las Universidades y Escuelas Politécnicas serán creadas mediante Ley expedida por la Cámara Nacional de Representantes, previo informe del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas sobre el cumplimiento de los requisitos establecidos en esta Ley”, deforma el contenido que constaba en el proyecto presentado, el cual acogía lo que la Ley de Educación Superior de 1966 determinaba al respecto: “Sólo con el informe favorable del Consejo Nacional de Educación Superior, podrá el Congreso Nacional crear una universidad o escuela politécnica”. El Congreso Nacional al introducir este cambio propició la creación anárquica de universidades y escuelas politécnicas. En la década de los noventa, en muchos casos, el Congreso Nacional omitió los informes del CONUEP, con la complicidad del ejecutivo.
Para la organización del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas, la Ley establecía directrices importantes en los Arts. 8, 9, 14, 15 y Primera Disposición Transitoria. El art. 8 determina que el CONUEP, “orientará, coordinará y armonizará la acción y los principios pedagógicos, culturales y científicos de las Universidades y Escuelas Politécnicas”; el art. 9 se refiere a la integración del Consejo; el art. 14 confirma la presencia de la Secretaría Permanente con sede en Quito, el art. 15 asigna los recursos económicos en el Presupuesto General del Estado; y, en la Primera Disposición Transitoria, designa al rector “con más tiempo en el ejercicio del cargo”, para la convocatoria a los miembros del Consejo, en un plazo de 60 días. Correspondía entonces realizar la convocatoria al Ing. Rubén Orellana. En el ambiente universitario se promovían dos candidaturas a la presidencia del CONUEP, la del Ing. Carlos Oquendo, Rector de la Universidad Central del Ecuador y del Ing. Rubén Orellana, Rector de la Escuela Politécnica Nacional.
El 29 de Julio de 1982, a las 9h:30, el Ingeniero Rubén Orellana instaló la Asamblea del CONUEP, para elegir al Presidente y Secretario General. Se encontraban presentes todos sus miembros. Luego del saludo protocolario y las instrucciones de rigor, fundamentadas en la Ley, el Ing. Orellana se excusa de presidir la Asamblea por cuanto es candidato a Presidente del CONUEP. Aplicando la Ley y los procedimientos universitarios, encarga la dirección de la Asamblea al Ing. Iván Moreno, Rector de la ESPOCH, quien, entre los rectores de las universidades y escuelas politécnicas oficiales, seguía en antigüedad en esas funciones al Ing. Orellana.
Fue elegido Presidente el Ing. Rubén Orellana y se ratificó como Secretario General de la Secretaría Permanente al Sr. Estuardo Arellano, quien se encontraba encargado de esta función desde un tiempo atrás, por renuncia del Dr. César Muñoz. La primera actividad del Presidente electo fue la organización del CONUEP y de su Secretaría General Permanente. En el primer caso, se integró las comisiones: Académica, Económica y Administrativa, conforme el Art. 13 de la Ley y se creó las asesorías: Académica, Económica y Jurídica, que fueron asumidas por asesores seleccionados mediante concurso nacional de merecimientos. Dr. José María Paucar, Asesor Jurídico; Lic. César Ruales, Asesor Financiero; e, Ing. Iván Moreno, Asesor Académico. Estos asesores debían atender requerimientos del CONUEP y de su Presidente, debían ofrecer asesoría directa a las comisiones y ejercer la secretaría de las mismas. De esta manera, la Secretaría Permanente contribuía con el concurso de un personal calificado para la formulación de proyectos, estudios e iniciativas que sustentaran la labor del CONUEP.
Por otra parte la Ley, en su art. 47 determinaba una asignación del Estado “del uno por ciento del ingreso corriente neto” para el desarrollo de la investigación científica y tecnológica, cuya distribución la hará “una Comisión de cinco miembros del CONUEP, entre los cuales estarán los representantes del Ministerio de Educación y del Consejo Nacional de Desarrollo-CONADE”. Contribuirá con esta Comisión una Comisión Técnica, con delegados del CONUEP y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología-CONACYT. Para la operabilidad de estas comisiones se creó una Secretaría exclusiva con un personal de apoyo idóneo y completo. El CONUEP expidió el Reglamento para la Comisión de Investigación Científica y Tecnológica. Determinada la base legal se elaboraron formularios e instructivos para la presentación de proyectos en áreas definidas y aplicando una política basada en prioridades. De esta manera se propició el financiamiento de los proyectos que fueran calificados y aprobados, suscitándose así un proceso concursable entre grupos de investigadores e investigadores individuales de las universidades y escuelas politécnicas. Al inicio, la calificación de los proyectos tenía un grado de flexibilidad, posteriormente, en el corto plazo, fueron más exigentes.
La Presidencia del Ing. Orellana, sin omitir una importante gestión ante los organismos del Estado en relación con la obtención de recursos económicos para el funcionamiento del CONUEP y de atender sus múltiples necesidades, satisfizo demandas específicas de carácter económico, organizativo y funcional de las universidades y escuelas politécnicas. Su gestión se caracterizó por la rigurosa selección del personal asesor, directivo y de coordinación de la Secretaría General Permanente, por la organización institucional adecuada y por la reglamentación integral, de conformidad con lo que determinaba la Ley. Se procuró ordenar en todo el Sistema Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas la información estadística, frecuentemente adulterada, incompleta y dispersa. Se inició un proceso de sistematización y verificación. Por otra parte, se abrió la posibilidad de que grupos consultores, con el apoyo del personal académico de la Secretaría General Permanente, participen en la formulación de proyectos que puedan contribuir con el desarrollo planificado de las instituciones de educación superior y que posibiliten enfrentar con objetividad la compleja problemática universitaria.
El Consejo en pleno como sus comisiones realizó un trabajo coordinado y eficiente. Después de aproximadamente 12 años de indefinición legal, las instituciones universitarias, con el apoyo del Consejo y de su Secretaría General Permanente, afirmaban sus procesos, integraban sus organismos y elegían sus autoridades, en esa vez con una importante base legal y una orientación relevante de nivel regional y nacional, propiciada por el CONUEP, que justamente para cualificar este apoyo, promovió la organización de los departamentos: Administrativo, Financiero, Asesoría Jurídica y de Planeamiento y Coordinación Universitaria con sus respectivas dependencias.
En este período, el CONUEP asumió el Proyecto de Evaluación de las Universidades y Escuelas Politécnicas, la formulación inicial fue elaborada en la Universidad Central del Ecuador por los docentes: Econ. Oswaldo Padilla y Arq. Carlos Velasco, ellos recibieron el apoyo técnico y académico de la Secretaría General Permanente y en especial de su Departamento de Planeamiento. Se consideraba que el financiamiento para los estudios provenga del Fondo Nacional de Preinversión –FONAPRE-, como así sucedió y que su ejecución la realice el Departamento de Planeamiento del CONUEP.
Otro asunto que preocupó al presidente del CONUEP en ese período, fue que la Secretaría General Permanente y sede del CONUEP fue inquilina, hasta ese entonces, 18 años de labor ininterrumpida (1966-1984). El Ing. Rubén Orellana promueve la adquisición de un edificio y previa resolución del plenario del CONUEP convoca al respectivo concurso de ofertas de las cuales dos fueron consideradas satisfactorias, la una consistía en dos pisos de un edificio recién construido ubicado en la Av. Guayaquil y Riofrío y la otra, un edificio ubicado en 9 de Octubre, Nº 623 entre Carrión y Veintimilla. La adquisición la realizó el nuevo Presidente del CONUEP, ya que el Ing. Orellana concluyó su período, el 14 de noviembre de 1984.
En la fecha de conclusión del período del Ing. Orellana, el plenario del CONUEP elige como Presidente al Ing. Mario Vintimilla Ordóñez, Rector de la Universidad de Cuenca. En su corto período, de un año y un mes, ejecuta algunas gestiones importantes: culmina el proceso de adquisición del edificio Nº 623 de 9 de Octubre y Carrión; consolida la estructura organizacional de la Secretaría General del CONUEP, designando como directores departamentales a los asesores; y, dispone la planificación de un estudio sobre “La Realidad de las Extensiones Universitarias”, a través de las cuales las instituciones universitarias proyectaban su labor en diferentes regiones y provincias, con las denominaciones de: extensiones, paralelos, institutos tecnológicos, centros universitarios, centros asociados, sedes, etc. El proyecto y el estudio fueron realizados por el Departamento de Planeamiento del CONUEP, el primero hasta entonces de cobertura nacional, que incluyó el “Reglamento para la Creación y Funcionamiento de las Extensiones Universitarias y Politécnicas”, aprobado el 13 de enero de 1988 y continúa vigente. Según criterio del Ingeniero Vintimilla, el estudio de las extensiones universitarias debía anteceder al de Evaluación, referido anteriormente.
Este estudio además reforzaba el objetivo de diseñar una propuesta de planificación integral a través de la promoción de un “sistema nacional de planificación universitaria”, que correspondía a una de las resoluciones del I Encuentro Nacional de Directores de Planeamiento Universitario, realizado en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, en marzo de 1985, mismo que además constaba como uno de los actos preparatorios de la III Conferencia Latinoamericana de Planeamiento Universitario, organizado por la Unión de Universidades de América Latina-UDUAL y esta Universidad, efectuado en este mismo año. Conviene destacar estos hechos por la trascendencia que tuvo el planeamiento en el desarrollo de las universidades y escuelas politécnicas. El Departamento de Planeamiento del CONUEP contribuyó con este proceso, entre otros aspectos, a través de la organización de dieciséis “encuentros nacionales de planeamiento”, realizados en el período del CONUEP, 1982-2000.
Al concluir su segundo período de Rector de la Universidad de Cuenca y no permitir la Ley un tercer período, el Ing. Mario Vintimilla finalizó la rectoría de la Universidad de Cuenca y en consecuencia la Presidencia del CONUEP. Ante esta situación, el 10 de diciembre de 1985, de conformidad con la Ley y su Reglamento Interno, asume la presidencia el Arq. Jaime Pólit Alcívar, Rector de la Universidad de Guayaquil, y presidente de la Comisión Académica del CONUEP. El Arq. Pólit, confiere importancia prioritaria al proyecto de Evaluación y realiza algunas gestiones que contribuyen con el perfeccionamiento, ampliación y financiamiento del proyecto. Se designa una “Comisión Interna”, integrada por Eco. Oswaldo Padilla, Arq. Carlos Velasco, de la Universidad Central del Ecuador y Eco. Emilio Pfister de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, quienes formulan el documento: “Propuesta para establecer el diagnóstico de la Universidad Ecuatoriana”. El 11 de enero de 1986, el CONUEP decide aprobar sus lineamientos fundamentales y consultar sobre su pertinencia a la UNESCO, UDUAL y CINDA. Una de las respuestas de mayor contribución con este estudio es el documento “Propuesta para la realización de un diagnóstico cualitativo y bases para estrategias de desarrollo de la Universidad Ecuatoriana”, remitido en nombre del CINDA-Chile, por su Director, Dr. Iván Lavados Montes. Simultáneamente el presidente del CONUEP gestionó la colaboración del Ministerio de Finanzas, CONADE, FONAPRE para el financiamiento e INEC para el “Diseño de la encuesta”, que formará parte del Proyecto de Evaluación. El Ministerio de Finanzas ubicó un millón quinientos mil sucres para la versión definitiva del proyecto y FONAPRE, veinte millones de sucres para su ejecución.
Con base de estos antecedentes, el CONUEP, en sesión del 3 de mayo de 1986, resuelve que se elabore el proyecto definitivo, lo cual responsabiliza al Departamento de Planeamiento de la Secretaría General con la participación de la “Comisión Especial”, que es la “Comisión Interna” mencionada anteriormente, ampliada en su integración, con la presencia de: Ing. Othón Zevallos, de la Escuela Politécnica Nacional; Dr. Rodolfo Rodríguez Castelo, de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; e, Ing. Iván Moreno, Director de Planeamiento del CONUEP. De esta manera, el Arq. Jaime Pólit, al concluir su interinazgo, deja aprobada la versión definitiva del proyecto: “Evaluación de la Situación Actual y Perspectivas para el Corto y Mediano Plazos de las Universidades y Escuelas Politécnicas”.
El Arq. Jaime Pólit es apoyado como candidato a Presidente del CONUEP, período l987-l989. También es candidato el Ing. Guillermo Falconí Espinosa, Rector de la Universidad Nacional de Loja. En Asamblea del CONUEP realizada el 13 de febrero de 1987 fue electo el Ing. Falconí, quien a su vez en sesión de 11 de marzo, de ese mismo año, presentó una terna para la elección de Secretario General del CONUEP, siendo designado el Dr. Iván Carvajal Aguirre, académico de la Universidad Central del Ecuador. Con este liderazgo, se inicia un período positivo y creativo para el desarrollo del CONUEP y de su Secretaría General Permanente, que propició un proceso integrador universitario y politécnico nacional en torno a iniciativas innovadoras.
Una decisión trascendental fue la ejecución del proyecto “Evaluación de la Situación Actual y Perspectivas para el Corto y Mediano Plazos de las Universidades y Escuelas Politécnicas”. Una vez aprobada la versión definitiva, el CONUEP resolvió que fuera ejecutado por consultoría externa, con la dirección del Eco. Lucas Pacheco Prado, quien fue seleccionado a través de un concurso nacional de merecimientos. Del mismo modo el Ing. Alfonso Aulestia asumió la coordinación de las encuestas. El Econ. Pacheco integró un equipo multidisciplinario de 143 personas que laboró en períodos de duración diversa. Además, el CONUEP integró la “Comisión de Seguimiento del Proyecto”, presidida por el Ing. Rubén Orellana Ricaurte, e integrada por Ing. Othón Cevallos, Dr. Rodolfo Rodríguez, Sr. Flavio Mora (representante estudiantil) e Ing. Iván Moreno, Secretario. Esta Comisión contó con el apoyo técnico del Departamento de Planeamiento y Coordinación Universitaria y de los otros departamentos del CONUEP.
El Proyecto de Evaluación se inició el 30 de julio de 1987 y concluyó en noviembre de 1990. Hasta junio de 1991, la Comisión de Seguimiento revisa y aprueba todos los contenidos del Informe Final del Proyecto. Los resultados del estudio revelelaron una realidad universitaria que debía cambiar, flexibilizó la actitud de organismos y autoridades de las universidades y escuelas politécnicas en cuanto a entregar información y sincerarla, estableció la relación objetiva de las instituciones con los sectores externos a la Universidad, con la realidad nacional y su proyección. Se conoció el patrimonio universitario y politécnico, el financiamiento, la problemática académica universitaria, la conformación de la población universitaria, etc.
Por otra parte, se promovió una participación cualitativa de los académicos y funcionarios de la Secretaría Permanente, aparecieron publicaciones importantes: “Cuadernos de Análisis”, de periodicidad semestral; “Plan-informativo”, de difusión trimestral; memorias de los encuentros de planeamiento, de investigación, etc. Se completó la expedición de reglamentos importantes. Se integraron comisiones nacionales para promover el mejoramiento académico y para la capacitación de los docentes a nivel nacional. Puede admitirse que los resultados del estudio de evaluación y la gestión efectuada en este período por las autoridades y personal de apoyo académico del CONUEP, consolidó el proceso institucional y su vinculación con el desarrollo universitario y politécnico nacional. Además se fundamentó la realización de otros estudios como el que se denominaría “Misión de las Universidades y Escuelas Politécnicas para el Siglo XXI”.
La Presidencia del Ing. Falconí y el secretariado del Dr. Iván Carvajal, concluyó en junio de 1990. En este mismo mes y año, es electo Presidente del CONUEP, el Dr. Teodoro Coello Vásquez, Rector de la Universidad de Cuenca; quien, en una sesión posterior presentó una terna para Secretario General, siendo designado el Dr. Gonzalo Muñoz Jaramillo, académico de la Escuela Politécnica Nacional. Las nuevas autoridades recibieron los resultados del Proyecto Evaluación y propiciaron su aplicación en las universidades y escuelas politécnicas. El proyecto “Misión de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI”, se consideraba de secuencia lógica del proyecto de Evaluación. Además, fueron informadas por el Secretario General Encargado del CONUEP, Ing. Iván Moreno, que una Comisión del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento-BIRF, fue invitada a la Secretaría General para dialogar en torno a la posibilidad de financiamiento de proyectos de desarrollo de las universidades y escuelas politécnicas. Los comisionados del BIRF expresaron que esta posibilidad era viable, para lo cual las autoridades del CONUEP debían decidir por una de las dos alternativas: 1. Un préstamo directo del BIRF para un proyecto relacionado con el desarrollo académico de todas las universidades y escuelas politécnicas, por un monto de aproximadamente sesenta millones de dólares. El trámite de aprobación del proyecto para la obtención del préstamo, aproximadamente duraría un año. 2. Que el CONUEP solicite al BIRF y al Ministerio de Educación y Cultura del Ecuador, la asignación de un componente del Primer Proyecto de Desarrollo Social, préstamo 3425 EC, suscrito el 9 de marzo de l992 en Washington y declarado elegible el 30 de junio de l992.
Parece que el inmediatismo hizo ignorar a autoridades y miembros del CONUEP el principio de autonomía universitaria, ya que se decidió por la segunda alternativa, al aceptar un componente del Proyecto de Desarrollo Social, EB/PRODEC, punto 6 “Fortalecimiento Institucional”, “Análisis e innovación de políticas educativas”, integrándose a este componente el proyecto denominado “Misión de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI”, que para el BIRF constituía el “Libro blanco de las universidades y escuelas politécnicas”. El CONUEP obtuvo del préstamo del BIRF al Ministerio de Educación y Cultura, una asignación de cuatrocientos mil dólares. Las partes del estudio fueron: a) Planificar para la universidad del futuro; b) La universidad y los sectores productivos; c) Contribuciones de la Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas al desarrollo de la educación superior; d) Papel financiero del Estado en el sistema universitario y politécnico; e) Evaluación del papel del CONUEP desde 1982; y, f) Proyecto EB/PRODEC y educación superior. Fue designado Jefe del Proyecto el Doctor Iván Carvajal.
Superando el criterio relativo a la autonomía, es justo reconocer que el estudio fue importante, cada parte se desarrolló con actores de los sectores sociales involucrados y la presencia de connotados expertos nacionales e internacionales. Se destaca en este estudio, el “Perfil del Plan Nacional de Desarrollo Universitario y Politécnico del Ecuador”, efectuado por un grupo consultor integrado por: Econ. Alcides Aranda, Dr. Augusto Abendaño, Arq. Carlos Luzuriaga, dirigidos por el Ing. Guillermo Falconí, ex -Presidente del CONUEP. Desde el proceso de formulación del Plan se pudo apreciar repercusiones positivas, en especial en los planes estratégicos de transformaciones encaminadas a redefinir la Misión de la Universidad Ecuatoriana, en función del mejoramiento cualitativo de las instituciones universitarias, que coincidía con el proceso de planeamiento que emprendieron todas las instituciones desde 1985 con el apoyo del Departamento correspondiente del CONUEP. Además se promovieron algunos lineamientos sobre los procesos de evaluación y acreditación universitaria, que ya se efectuaban en otros países de la región.
Lo relevante de la presidencia del Dr. Coello y del secretariado del Dr. Muñoz, fue el apoyo efectivo a la realización del Proyecto Misión de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI y la participación de los más destacados académicos nacionales y extranjeros. Se consolidó la relación interuniversitaria y politécnica, se impulsó una adecuada participación del sector externo en el análisis de sus relaciones con las universidades, se promovió la interacción: universidad-sociedad, hubo una adecuada difusión de todo el proceso de ejecución de este Proyecto. En julio de 1994, los resultados de este estudio fueron presentados oficialmente al Presidente de la República, Arq. Sixto Durán Ballén.
Otro aporte importante fue la aprobación del “Reglamento de Escalafón de Educación Universitaria y Politécnica”, en aplicación del Art. 10, literal i) de la Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas. Este Reglamento “determina el régimen general básico del personal docente universitario y politécnico, a fin de promover la excelencia académica, mediante el reconocimiento y estímulo de méritos, a través del establecimiento de normas y procedimientos relativos al ingreso, remuneración básica, estabilidad, ascensos y protección social”.
En junio de 1992 el Presidente y Secretario General fueron reelegidos, por lo cual concluyen sus períodos en 1994. En sesión del 4 de agosto de 1994, el CONUEP elige Presidente al Dr. Medardo Mora Solórzano, Rector de la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí y como Secretario General, al Lcdo. Darío Moreira Velásquez. Este período, se extiende por siete años, con solo una reelección en 1996. Algunas responsabilidades de carácter administrativo asumió el Presidente, a diferencia con los anteriores que centraban sus funciones en la misión del CONUEP, en tanto que los secretarios generales eran responsables del trabajo de apoyo a las comisiones del CONUEP y de la dirección y administración de la Secretaría General, lo cual, tenía su explicación en la Ley de Universidades y Escuelas Politécnicas y en el Reglamento Interno.
Así como al Dr. Teodoro Coello, al asumir la presidencia, parte de su gestión la orientó con el apoyo de los resultados del proyecto “Evaluación de la Situación Actual y Perspectivas para el Corto y Mediano Plazos de las Universidades y Escuelas Politécnicas”, el Dr. Medardo Mora recibió el valioso aporte de los resultados del proyecto concluido “Misión de la Universidad Ecuatoriana para el Siglo XXI”. El proyecto que se insinuaba como secuencial sería el “Plan Nacional de Desarrollo Universitario y Politécnico”, con base del “Perfil del PLANUEP”, posiblemente el más relevante aporte del proyecto Misión. Parte de éste fue considerado en la administración del Dr. Mora: 1. Necesidad de mejorar la relación de las universidades y escuelas politécnicas con la sociedad; 2. Necesidad de mejorar cualitativamente la educación superior; 3. Necesidad de una mejor capacidad de gestión; 4. Necesidad de disponer de un financiamiento confiable; y, 5. Implantación de un sistema de autoevaluación, evaluación externa y acreditación social.
Por otra parte, el CONADE, en 1995, transfirió al CONUEP el Punto Focal del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente-PNUMA. El proyecto de mayor relevancia para este Programa fue el de Formación y Capacitación Ambiental. A pesar de que el CONADE retuvo la partida presupuestaria del Punto Focal, constante en el Presupuesto General del Estado de ese año, y que debía por concepto de aportes internacionales, cinco cuotas de $ 5.000 por año, el Punto Focal asignado al Departamento de Planeamiento y Coordinación Universitaria inicialmente y luego a una oficina específica del CONUEP, promovió la Red de Formación y Capacitación Ambiental de las Universidades y Escuelas Politécnicas, ubicando los Puntos Nodales de la Red en cada universidad y escuela politécnica. Además el Punto Focal (CONUEP) participó en la elaboración de la Agenda Nacional de Educación Ambiental, auspiciada por la UNESCO y la Comisión Asesora Ambiental de la Presidencia de la República-CAAM y que fue validada por el PNUMA. El trabajo efectuado fue importante ya que influyó en la inducción de la dimensión ambiental en los procesos académicos en correspondencia con los principios y propósitos del PNUMA y de las convenciones internacionales de Estocolmo, Río de Janeiro, Johannesburgo, el Protocolo de Kyoto y convenios en los cuales participa nuestro país.
Con base del Informe de Labores, presentado por el Dr. Mora en agosto de 1998, se puede establecer que en su gestión se dio prioridad a los siguientes aspectos: Obtención del Congreso Nacional y del poder Ejecutivo la expedición de la Ley que crea el Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico, publicada en el Registro Oficial Nº 940, de 7 de mayo de 1996, sobre la participación de estas instituciones del IVA o impuesto al consumo. De esta manera se garantizaba un “financiamiento confiable” para el funcionamiento de las universidades y escuelas politécnicas. Implementación de un Sistema de Autoevaluación, Evaluación Externa y Acreditación Social. Fue creado en agosto de l996, adscrito al CONUEP, liderado por un Consejo Directivo, integrado por autoridades universitarias, delegado del Ministerio de Educación y Cultura y de las cámaras de producción. Promoción del Sistema Ecuatoriano de Evaluación y Acreditación Universitaria-SEAU. Reforma y Codificación del Reglamento de Escalafón de Educación Universitaria y Politécnica, 24 de julio de 1996. Propuesta al Congreso Nacional del proyecto de Ley de Educación Superior, integrando a los institutos técnicos y tecnológicos, creados masivamente por el Ministerio de Educación y Cultura.
Para asegurar la constitucionalización de sus propuestas, el Dr. Mora contó con el apoyo de la presencia de ilustres universitarios en la Asamblea Nacional Constitucional de 1998, Ing. Guillermo Falconí Espinosa, Dr. Gustavo Vega Delgado e Ing. Gabriel Galarza López, asambleístas por Loja, Azuay y Bolívar, respectivamente. En la Constitución Política de la República, R.O. Nº 1 de 11 de agosto de 1998, consta, como se ha propuesto, la integración de las universidades, escuelas politécnicas e institutos técnicos y tecnológicos, bajo el concepto de “educación superior”, la creación de “fuentes complementarias de ingresos y sistemas de contribución” y, en especial, “el sistema autónomo de evaluación y acreditación”.
En el Registro Oficial Nº 77, de 15 de mayo del 2000, se promulga la Ley de Educación Superior, queda así concluida la existencia del Consejo Nacional de Universidades y Escuelas Politécnicas.