Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
1. EL MUNDO DE LA LECTURA
1.1. El fascinante mundo de la lectura.- Permite fijar conocimientos en la mente a través de la capacidad humana que tiene como objetivo el uso adecuado y la comprensión del texto.
Tomando el pensamiento lógico de Aristóteles, (Juicios lógicos de Aristóteles), sus características serían las siguientes:
- Razonamiento.- La lectura nos permite razonar sobre el texto y mediante este ejercicio mental se abre los procesos mentales de imaginación e intuición.
- Reflexión.- Quien lee un texto reflexiona sobre el mismo y hace sus comentarios y aportes, que tienen que ver con la capacidad de interpretar lo leído.
- Análisis.- El análisis de un texto nos permite también resumir el mismo, hacer una síntesis, en un permanente paso del análisis a la síntesis.
- Juicios críticos.- Sobre la lectura se pueden hacer conjeturas inteligentes, apreciaciones personales y/o grupales y conclusiones, porque se llega a un momento en que se alcanzan criterios propios.
1.2. Las fases de evolución de la lectura.- Hasta los tiempos actuales son las siguientes:
1a Fase.- Se plantea que el lector encuentre la palabra omitida en un texto para que comprenda el mismo cuando logre integrar las ideas.
2a Fase.- Se considera que los buenos lectores pasan de viejos hábitos a nuevos hábitos de lectura en un permanente proceso de superación.
3a Fase.- Se relaciona el papel de la escritura junto a la lectura en el proceso de desarrollo histórico-social de las naciones.
4a Fase.– Se llega a comprender que el objetivo de la lectura es la comprensión del texto y aparece la llamada lectura comprensiva.
5a Fase.- Aparece la lectura científica como producto de la lectura comprensiva, la cual interpreta en forma lógica los conocimientos y abarca la correcta utilización de los libros personales.
1.3. Principales reglas específicas.- Son las siguientes:
- Se debe leer y releer un texto hasta comprender;
- Las horas de la mañana son más fructíferas para la lectura. Una hora de estudio en la mañana equivale a 2 de la tarde y 3 de la noche;
- Es importante estudiar en equipo para, al final de la lectura, hacerse preguntas sobre el texto;
- Es necesario encontrar un ambiente pedagógico para el estudio: en el hogar, Taller o en la biblioteca, con el fin de estudiar con tranquilidad y en un ambiente agradable, de concentración en la lectura; y,
- Un buen lector aprende también a ser un buen escritor, ya que constantemente perfecciona el correcto uso del idioma.
1.4. La naturaleza del oficio de pensar.- El pensamiento y la inteligencia son propios de un tipo de comportamiento conocido como “orientador ¬ investigador” que constituye el nivel de conducta más alto considerado exclusivo para la especie homo sapiens.
La primacía de la actividad “orientadora – investigadora”, permite el gran desarrollo de los sentidos y de la corteza cerebral del individuo pensante. A partir de estos elementos, el sujeto es capaz de analizar una tarea determinada, elaborar estrategias tácticas, métodos y operaciones necesarias para solucionar un problema y, finalmente, establecer los mecanismos de control.
Toda la acción del sujeto pensante se manifiesta siempre frente algún problema, el cual se define como “una situación nueva frente a la que hay que crear una respuesta adecuada para alcanzar un fin determinado”.
El problema, entonces, lejos de ser la mayor desgracia para el ser humano, como popularmente se cree, se convierte, desde esta perspectiva, en la fuente y la condición necesaria de lo esencialmente humano: de una conducta existencia en la que se analiza la situación en virtud de un determinado plan o experiencia prexistente.
Considerando la estrecha relación que existe entre los problemas concretos que aparecen en la vida del hombre y el desarrollo de su inteligencia, no se puede más que rechazar la concepción según la cual el ejercicio de la inteligencia es considerado como la evasión de la realidad; por el contrario, significa, más bien, como lo describe acertadamente
Armando Zubizarreta; “cumplir una de las más importantes tareas sociales, si se comprende que la inteligencia, origen de la técnica que hoy nos deslumbra, exige y hace posible la organización de una sociedad justa al servicio de los hombres”.
La tarea intelectual no es aislamiento egoísta e irresponsable, sino un fecundo servicio. Existe responsabilidad intelectual del hombre, que ha de convertirse en una actitud constante de buscar, hallar y ordenar las respuestas, habituarse a escuchar y leer atentamente, luchar contra la dispersión y la superficialidad.
(Continúa).
Dr. Luis Rivadeneira Játiva: Doctor en ciencias de la educación y Master en nuevas tecnologías aplicadas a la Educación. PhD en Conducta Humana. Docente de la Universidad Tecnológica Equinoccial y Representante al Colegio Electoral – Asamblea del CES.