Por: Dr. Pedro Reino Garcés
Historiador/Cronista Oficial de Ambato
Un 5 de diciembre del año 2012, Ecuador recibió por parte de la UNESCO la declaratoria de que el sombrero de paja toquilla quedaba registrado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Se los conoce en el mundo como “sombreros de Panamá” a los sombreros de Jipijapa o de Montecristi, cuando ahora mismo, la mayor industria de ellos está en el Azuay con más de 20 asociaciones de tejedores, la mayoría mujeres. Las razones de estas denominaciones van siendo parte de una enredada mitología. Pudieron haber pasado a ser “Sombreros de Jamaica”, made in england, de no mediar factores que vamos a comentar.
“En año 2014, la revista informativa The Economist, resalta que el sombrero de paja toquilla es ecuatoriano y no ‘Panama Hat’, como se lo ha dado a conocer al mundo a través de los años y menciona al cantón Montecristi-Pile como la cuna de su fabricación. La publicación reseña los registros históricos que confirman que el origen del sombrero de paja toquilla es ecuatoriano, pues fue exportado hacia Panamá para los más de 50.000 obreros que trabajaban en la edificación del Canal de Panamá, quienes los utilizaron para cubrirse de las intensas horas de sol que debían soportar”. (Versión del Ministerio de Turismo de Ecuador, pág. Virtual)
Partamos de la materia prima. La materia prima es la “Carludovica Palmata”, comúnmente conocida con el nombre de “paja toquilla”. “Es un tubérculo o papa similar a la del plátano. Actualmente se cultiva en las partes montañosas de: El Aromo, Pile, San Lorenzo y Jipijapa en Manabí. También hay sembríos en las provincias de Esmeraldas, Guayas y Santa Elena, y esporádicas zonas de cultivo en la Provincia de Morona Santiago (Amazonía). La Paja Toquilla necesita ser cultivada en suelos húmedos y de ello depende el producto final, que a decir de los cultivadores, no sería el mismo si se cultiva en suelos secos y solo con abundantes riegos y abonos” (ibid. Min. Turismo). De lo que se conoce y he constatado, la planta crece exuberante en toda la amazonia, conforme se ven plantas aisladas en la cuenca del Pastaza.
Un aspecto que resulta evidente sobre la historia de este sombrero es la evolución en el tratamiento de la paja hasta convertirla en fibra dócil. Técnica que bien puede ser precolombina. Lo que sí se nota que tiene evolución en su variada forma, hasta la más comercializada que resulta la de modelos europeos modernos y buscada por gente de la cultura occidental.
Seguramente impactados por la comercialización del sobrero de paja durante la construcción del Canal de Panamá “Inglaterra fue una de las primeras en tratar de desarrollar esta industria en Jamaica, hasta donde llevó tejedores ecuatorianos. Y si hoy que el Japón se levanta amenazante en contra de esta industria nuestra, no nombramos una Comisión Especial que estudie el problema agrícola y comercial que afecta al sombrero de Manabí, corremos el inminente peligro de que, a la vuelta de pocas décadas, hayamos perdido nuestra situación privilegiada en los mercados mundiales respecto a este producto que tanto orgullo nacional nos causa, y constituye el medio de subsistencia de grandes regiones de nuestra República” (Miguel Aspiazu Carbo, Conferencia dictada en la U. Central, Quito, 9 de noviembre de 1934, bajo el tema Organización Agrícola en el Ecuador, p. 337. Tomado de un compendio encuadernado).