Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Pintor emblemático chileno radicado en Quito, desde 1975. Ha creado una fecunda obra plástica que se expone en galerías y colecciones privadas del Ecuador. La pintura de Manuel Tricallotis se inscribe en el Impresionismo con potentes ramalazos de colores puros o alegóricos contraste de gamas. La exquisita luminosidad de sus cuadros, unida al desdén por la pulcritud formal de las líneas, hacen de su pintura una experiencia visual de poder estético.
Pintor autodidacta chileno nacido en Coquimbo, Chile. Desde muy temprana edad mostró condiciones y pasión por la pintura.
A los trece años presenta su primera exposición en Illapel, auspiciado por la Municipalidad de esa ciudad. En 1975, deja sus estudios de Sociología y llega a Quito a dedicarse por entero y con mucho profesionalismo al quehacer artístico.
El espíritu secreto se tituló una muestra del pintor en la cual presentó veinte cuadros trabajados al óleo con espátula y pincel: Crepúsculo, Un instante puro, Media luna de junio, Pescadores y Girasoles, son algunas de sus obras, en las que se observan niños, paisajes, flores, marinas y danzantes.
Desde 1980, dirige su propia galería-taller. El arte figurativo es su tendencia creativa.
Sobre sí mismo manifiesta: “Nací en agosto cerca del mar, en invierno un día, mi madre pintaba flores en mi cama mientras dormía, sentía su corazón y, a veces, la oigo todavía…”
Desde 1983 hasta la fecha, cuenta con numerosas exposiciones individuales, en Quito y Guayaquil. En forma colectiva, las siguientes:
1972 Exposición en Peñuelas, Chile.
1973 Exposición pintores jóvenes, Santiago, Chile.
1975 Exposición en Monterrico, Lima, Perú.
1976 Palacio Municipal de Quito, Ecuador.
1978 Exposición en la Embajada de Venezuela, Quito, Ecuador.
1979 Consejo Provincial de Pichincha, Quito, Ecuador.
1980 Superintendencia de Bancos, Quito, Ecuador.
1982 Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito, Ecuador.
2009 Exposición en Panamá.
2012 Exposición en Madrid, España.
Encontrarse con paisajes ecuatorianos en una muestra de Tricallotis nos permite ver las maravillas que tenemos en nuestro país, pero que muchas veces, no las sabemos apreciar.