Cada persona tiene sus propias capacidades o habilidades, mismas que le permiten cumplir algunas actividades o lograr ciertos objetivos. El potencial de una persona se refiere a lo que es capaz de hacer o lograr, pero para ello se necesita cierta actitud ante la vida. Dicho de otra manera, el potencial de una persona es el resultado de multiplicar su actitud por la sumatoria de las cualidades innatas y las cualidades adquiridas. Las cualidades innatas son las habilidades que forman parte de la genética misma de la persona, mientras que las cualidades adquiridas son las que el individuo obtiene con el aprendizaje y la práctica. Los dos tipos de cualidades son importantes para el crecimiento personal, pero sin la actitud adecuada, su expresión es limitada.
Es por eso que hay personas con ciertas cualidades pero con la actitud incorrecta que no desarrollan todo su potencial. Mientras que otras personas, con cualidades innatas menos desarrolladas pero con la actitud correcta, logran grandes objetivos. Ahí radica la importancia de que las personas desarrollen actitudes adecuadas, o mejor dicho “actitudes positivas”. La vida nos pone dificultades o retos cada día –eso es parte del vivir– pero saber enfrentarlos con la actitud adecuada es lo que diferencia a una persona exitosa de otra que no lo es.
En este contexto, el aporte de jóvenes profesionales que –con base en sus experiencias– demuestran a las nuevas generaciones que se puede crecer como persona y como profesional es de gran importancia. Es lo que ellos llaman: “Hacer país”, lo que constituye una excelente iniciativa para apoyar el desarrollo de países como Ecuador. Profesionales jóvenes emprendedores como Álvaro E. Pilla, Néstor A. Pino, Ma. Belén Vallejo y José L. Pantoja, quienes retornaron al país luego de cursar estudios universitarios fuera del país, participan de esta iniciativa. Ellos tienen dos características en común: 1) Les gusta emprender, es decir, generar oportunidades para otros, y 2) Apoyan a los jóvenes a desarrollar sus potencialidades. Lo hacen mediante charlas magistrales de tipo motivacional y emprendedora, y mediante actividades prácticas, donde se resalta el valor de saber aprovechar y valorar las oportunidades. Al hacerlo, pretenden potencializar las aptitudes, pero sobre todo las actitudes de las personas, en especial jóvenes de colegios, institutos técnicos y universitarios.
El aporte de estos profesionales entusiastas se basa en tener una visión futura de un mejor país porque ayudan al desarrollo de la sociedad al promover y potencializar el aprendizaje, y el aprovechamiento de oportunidades. Y lo interesante es que más personas se van sumando a estas iniciativas.
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