Hacemos hincapié en que nos tendríamos que vacunar todos en cuanto nos toque. Lo tenemos muy claro: Me vacuno por mi familia y mis compatriotas, por no ser un vehículo de contagio.
Las vacunas son seguras al igual que cualquier otra vacuna que ha llegado a la población y se han desarrollado tan rápido porque los medios humanos y técnicos y el conocimiento científico que tienen ahora los países desarrollados no lo tenían antes.
La gran lección que nos deja la pandemia es que la inversión en ciencia es fundamental para estar preparados y ser capaces de responder a amenazas como esta que, tal y como nos advierte la propia ciencia, serán más frecuentes debido a la pérdida de biodiversidad y la crisis climática.
Las vacunas nos protegen de muchas cosas. Nadie se muere de polio ya ni de viruela. En cuanto le llamen debe ponerse la vacuna y es lo que tenemos que hacer todo el mundo.
En marzo se cumplió el primer aniversario del día en que una pandemia dio la vuelta por completo a nuestra cotidianidad. Una situación en la que aún nos encontramos y que solo dejaremos atrás cuando dispongamos de vacunas y tratamientos específicos para la covid-19 accesibles para todo el mundo. Entonces se podrán levantar las restricciones que han marcado nuestra vida el último año.
Las vacunas, sin ninguna duda, nos colocan en un horizonte de esperanza para salvar la salud después de un año tan duro. La ineptitud, la mentira y la corrupción en el manejo de la pandemia está matando a tantos ecuatorianos. Esperamos que el nuevo gobierno que se posesiona el próximo 24 de Mayo llegue con la mayor cantidad de vacunas y con un verdadero y creíble plan técnico de vacunación.
“Para nuestro gobierno será un honor contar con el liderazgo y la preparación de la doctora Ximena Garzón, que no solo posee un Ph. D. en salud pública, sino amplísimos estudios en epidemiología. Con su experiencia afrontaremos el reto de vacunar a nueve millones de ecuatorianos en los 100 primeros días de gobierno”, afirmó el presidente electo, Guillermo Lasso, al presentar a la doctora Ximena Garzón como la ministra de Salud Pública de su gabinete.
Lasso recalcó que esa meta es prioritaria, ya que permitirá a Ecuador salir de la pesadilla mortal que ha sido la pandemia y, además, significará el inicio del ansiado despegue económico. Es nuestra última esperanza.
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