Vinculación de la Universidad con la colectividad

La “Ley Orgánica de Educación Superior (LOES), Capítulo VI, Art. 29, establece, que los centros de educación superior deben conformar de manera obligatoria la comisión de vinculación con la colectividad”.

El “Informe de la determinación académica y jurídica de las Universidades y Escuelas Politécnicas del Ecuador”, preparado por el CONESUP en el 2009, anota: “Todos sabemos que la educación superior no se encuentra vinculada en forma real, efectiva y orgánica a la sociedad, no responde a sus intereses y ha dejado de ser su portavoz: la voz de los que no tienen voz. Existe todavía un abismo que separa los conocimientos científicos de la academia con los saberes populares”.

Añade: “En el discurso se exalta la vinculación con la sociedad, pero en la realidad se ahonda la distancia, se crean barreras culturales, se olvidan compromisos, se reviven actitudes paternalistas y asistencialistas, se generan frustraciones y desencantos. La educación superior y la sociedad viven mundos diferentes, muchas veces contrapuestos. Hace falta un mayor acercamiento, comunicación, diálogo, renunciamientos, establecimiento de alianzas estratégicas en función de objetivos comunes”.

El doctor Juan Morales Ordóñez, catedrático de varias universidades del Austro, señala que “históricamente existen, como en toda acción humana, momentos referenciales con los cuales se puede conectar el actual, en este caso la articulación de las instituciones de educación superior con la comunidad en la cual desarrollan sus actividades. En décadas anteriores se habló de extensión universitaria para denominar al proceso de relacionamiento de las universidades con la solución de los problemas de los distintos sectores de la sociedad”.

Agrega que el primer ejercicio gubernamental de evaluación y acreditación de la calidad de la educación superior en el Ecuador, que se inició en el 2002 con el CONEA, socializó y difundió ampliamente la denominación de “vinculación con la colectividad” para definir a las acciones que debían ejecutar obligatoriamente las universidades o institutos de educación superior en su relación con la comunidad.

Hoy, anota, el nombre ha permanecido y el actual sistema de evaluación, acreditación y aseguramiento de la calidad de la educación superior, considera a la vinculación con la colectividad, definiendo indicadores que debe cumplir esta actividad y determinando las evidencias que deben ser presentadas para demostrar el accionar institucional en este campo…

Si la vinculación es entendida únicamente como el momento en el cual la universidad se relaciona con actores sociales externos, sin considerar la participación que tienen los estudiantes en ese proceso y sus efectos en la docencia, se estaría dejando de lado una valiosa práctica académica que contribuye, sin duda, al mejoramiento de la calidad de la enseñanza-aprendizaje, subraya el doctor Juan Morales Ordóñez.

El Dr. César Hermida Bustos, por su parte, aota que la universidad es una institución esencial del Estado, encargada de mantener, con espíritu crítico, los conocimientos científicos actualizados en los diversos campos, y con ellos proveer de las habilidades necesarias en diversas disciplinas para formar profesionales, posgraduados y doctores que el país requiere. La universidad, mediante sus actividades de investigación, docencia y servicios, contribuye a la identidad nacional buscando la óptima calidad de vida, individual y colectiva, expresada por la satisfacción de las necesidades humanas, como derechos, tanto del dominio biológico, como del cultural de la ciencia y el arte, y el social de la producción y el consumo.

En este contexto, la Universidad Central del Ecuador ha planteando una innovadora línea de vinculación con la comunidad, con la participación de sus estudiantes, docentes, empleados, egresados de los diversos niveles y sus jubilados. Se trata de conocer las necesidades con la propia comunidad, y recoger sus aspiraciones para tratarlas de manera interdisciplinaria en el campo de las ciencias de la vida y el ambiente, de la vida familiar y la vivienda, de las capacidades físicas para el trabajo (con disciplinas como la biología, ecología, medicina para el metabolismo, sexualidad, salud laboral), igualmente de las ciencias del ser humano y su cultura, es decir las subjetivas del pensamiento, los afectos, los valores de la identidad, libertad, seguridad y protección, creaciones del arte y recreativas del espacio y tiempo del ocio (filosofía, antropología, psicología, pedagogía, ciencias del arte), y finalmente aquellas que corresponden a las ciencias sociales y la estructura e infraestructura institucional (historia, geografía, economía, ciencias exactas, sociología, ciencias políticas).

Por su parte, el Dr. Mauro Cerbino, consejero del CEAACES y presidente de la Comisión de Aseguramiento de la Calidad, afirma que “para hablar de investigación necesariamente debemos hablar de vinculación y esta conexión es la que debemos mejorar con una relación más estrecha”, y asegura que el análisis sobre esta función sustantiva debe ser una reflexión académica para entender el rol de la universidad cuya preocupación por la vinculación debe estar necesariamente asociada a la investigación.

No cabe duda de que hace mucha falta el desarrollo de un taller ampliado entre el CEAACES con las universidades para conocer las ponencias de las IES y reflexionar la propuesta preliminar del modelo de evaluación institucional sobre la vinculación con la sociedad que se aplicará en el 2018.

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