Un proyecto para mejorar la agroindustria ecuatoriana es la propuesta de un joven ingeniero de la Universidad Tecnológica Equinoccial -UTE-. Harry Saltos, egresado de la carrera de Mecatrónica, diseñó y creó un sistema de monitoreo para canales de riego, enfocados a las exigencias y limitaciones presentes en la costa ecuatoriana.
“Mi principal inspiración es Babahoyo, donde vive mi familia, ya que hay muchos problemas relacionados al manejo incorrecto de los canales de riego en agricultura, desde desbordamientos hasta sequías”, comenta Saltos.
En una red de canales de riego la verificación de los limnímetros se debe realizar al menos una vez al día para controlar la calidad de distribución de agua, actividad que en el Ecuador lo hace un operador. Por esta razón su proyecto de tesis fue crear un sensor inalámbrico que mida la altura del agua en los sistemas de riego de manera autónoma y en tiempo real, ahorrando tiempo y dinero a los agricultores.
El sensor emite una onda ultrasónica que rebota contra la superficie del agua, la distancia entre ésta y el dispositivo se envía a una base de datos. La información se envía a través de una red GSM para un análisis en tiempo real o histórico de los caudales. Cuenta con un panel solar que alimenta una batería recargable y su estructura ha sido probada para soportar las condiciones del agro ecuatoriano.
El joven ingeniero observó esta problemática en el proyecto de riego y drenaje de la cuenca del río Catarama en Babahoyo. Como explica, al no conocerse el comportamiento de estos canales durante los estados transitorios provocados por las compuertas laterales se generan desperdicios de agua, energía eléctrica, tiempo del operador de bombas y compuertas.
“Es clave optimizar estos procesos de medición para mejorar el manejo de la agroindustria a nivel nacional”, agrega. Este tipo de dispositivos, a pesar de ser utilizados a nivel internacional como en Estados Unidos y México, no se emplean ni comercializan en Ecuador. Por lo que Saltos desea insertarse en este nicho de mercado. Él estima que su dispositivo puede llegar a comercializarse en un costo aproximado de 400 USD. “Lo que lo hace atractivo es su autonomía, no es necesario mantenimiento y es inalámbrico”, destaca.
Luego de obtener su título su objetivo es continuar desarrollando este proyecto e iniciar el proceso de comercialización. Espera poder llevar su idea a algunas empresas nacionales y firmas japonesas que se especializan en este tipo de maquinaria para la agroindustria.
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