La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) fue creada inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial por los países aliados que lucharon y derrotaron a la Alemania nazi, destacando la función estratégica de la educación, la ciencia y la cultura para evitar la repetición de atrocidades como las ocurridas durante la guerra, y para promover la paz y el entendimiento mutuo entre los países.
Con este antecedente, la agenda de educación a nivel mundial aparece como la actividad que permite aprender del Holocausto, esto es, comprender mejor las condiciones que llevaron a Europa a caer en el genocidio, así como el posterior desarrollo del Derecho Internacional y de las instituciones diseñadas para prevenir y sancionar el genocidio y otras atrocidades masivas. De este modo, se considera también que la comparación cuidadosa con otros ejemplos de violencia colectiva por medio de la educación puede contribuir a prevenir acontecimientos como estos en el futuro.
A pesar de que en 1945 las naciones victoriosas anhelaban poner fin a tales crímenes y prepararon un acuerdo
internacional destinado a prevenir futuros actos de genocidio (la Convención de las Naciones Unidas para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, de 1948), otros genocidios y atrocidades masivas han ocurrido en diversas partes del mundo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. El siglo XX y el comienzo del siglo XXI están marcados por atrocidades masivas sin parangón. El Holocausto y otros crímenes nazis, los crímenes estalinistas, o aquellos sucedidos en América Latina y el Caribe, entre otros casos, exponen la urgencia de abordar la cuestión desde un punto de vista reflexivo que cuente con un enfoque integral que abarque los niveles global, regional y nacional.
Enfrentando esta repetición de crímenes contra la humanidad, se vuelve a la historia con el objetivo de extraer las
lecciones del Holocausto para explicar las razones por las cuales la humanidad repite aquello que aspira evitar. En otras palabras, ¿qué enseñanzas pueden desprenderse del estudio del Holocausto y de otros episodios donde se han cometido crímenes de lesa humanidad? La educación sobre el Holocausto y los genocidios busca facilitar la
comprensión de las causas, las modalidades y los efectos de la violencia masiva, pues esto puede ayudar a lidiar con estos hechos históricos, a la vez que analizar los factores que han llevado a los gobiernos y las personas a perpetrar crímenes contra la humanidad con el objetivo de prevenir que vuelvan a repetirse. La educación sobre el holocausto los genocidios contribuye a desarrollar una ciudadanía mundial consciente, respetuosa y promotora de los derechos humanos y la diversidad cultural como base de la convivencia pacífica y el entendimiento mutuo.
La educación sobre el Holocausto y el genocidio es parte de los esfuerzos de la Organización para promover la
Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM), una prioridad de la Agenda Educación 2030. En este contexto, la UNESCO apoya a las partes interesadas en la educación en sus esfuerzos por ayudar a los estudiantes a convertirse en pensadores críticos, ciudadanos globales activos y responsables que valoren la dignidad humana y el respeto por todos, rechacen el antisemitismo, el racismo y otras formas de prejuicio que pueden conducir a la violencia y al genocidio.
La UNESCO enfatiza que concretamente, la educación sobre el Holocausto y los Genocidios contribuye de diversas maneras al logro de las metas de la agenda de Educación 2030:
• Facilita la comprensión de las características específicas y las diferencias entre los distintos acontecimientos estudiados. Una comparación cuidadosa del Holocausto con otros ejemplos de violencia masiva puede ayudar a los estudiantes a identificar las pautas comunes en los procesos de genocidio. Sin embargo, aunque pedagógicamente sea valioso hacer un estudio comparativo de los genocidios, es muy importante no hacer una comparación del sufrimiento sino estudiar los eventos en su contexto históric particular.
• La exploración de esta historia a través de la educación puede sensibilizar a las personas sobre las situaciones que conllevan un riesgo de genocidio en el mundo contemporáneo y poner en primer plano e valor de los derechos humanos y los valores universales en el marco de la diversidad de expresiones culturales.
• La enseñanza y el aprendizaje del Holocausto subrayan cuestiones universales que ocupan un lugar central en los esfuerzos de los países y organismos internacionales para promover la convivencia pacífica, ofreciendo un abanico de opciones didácticas a los docentes.
• El Holocausto es uno de los acontecimientos históricos más documentados y ofrece a los educadores numerosas posibilidades para concebir sesiones motivadoras e interesantes para los estudiantes. La abundancia de fuentes de fácil acceso como documentos, fotografías, mapas, artefactos, diarios y memorias, junto con la creación de un entorno de aprendizaje apropiado, pueden contribuir al aprendizaje de los estudiantes.
• La diversidad de soportes donde se inscribe la memoria brinda una flexibilidad metodológica para la enseñanza, a la vez que ayuda a entender el estudio de los hechos históricos no imponiendo lecturas abstractas sino desprendiendo las máximas universales desde experiencias concretas de la historia.
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