Los expertos piden no restarle importancia al SARS-CoV-2, ya que la tasa de mortalidad de personas hospitalizadas sigue duplicando a la de la gripe.
La covid está provocando este verano cuadros más sintomáticos en general y una tasa de ingresos en personas vulnerables algo superior a la de invierno, pero con menor gravedad y menos neumonías.
Los expertos piden no restarle importancia al SARS-CoV-2, ya que la tasa de mortalidad en hospitalizados sigue siendo dos veces la de la gripe.
Los síntomas más observados son cuadros febriles, sensación de fatiga, malestar general y pérdida de olfato y gusto
Nuevos linajes de ómicron
Estas cifras se encuadran en un baremo normalizado pero han provocado un goteo de pacientes en los hospitales, principalmente mayores e inmunodeprimidos, desde que comenzó en mayo la onda endémica de la covid por el avance de nuevos linajes y sublinajes de ómicron.
Los síntomas más vistos en medicina familiar, según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), son cuadros febriles, sensación de fatiga corporal y malestar general. También está la pérdida de olfato y gusto, que en algunos casos se manifiesta de forma transitoria y en otros se recupera poco a poco con el paso de las semanas.
Aunque de forma lenta, el nivel de incidencia en las últimas semanas continua en aumento. El indicador de referencia está en 162 casos por cada cien mil habitantes, un dato que para los expertos revela, junto con el aumento de pacientes que acuden a Atención Primaria, que ha habido una alta transmisión del virus.
Pruebas de detección
Juan González Castillo, coordinador del grupo de trabajo de Infecciones en Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), ha señalado un aumento de las hospitalizaciones en las últimas semanas. No obstante, la transmisión de contagios se encuentra estabilizada y «en un período de meseta».
Los ingresos han sido fundamentalmente de personas mayores con «comorbilidades que se descompensan» al contraer covid pero con «pocos cuadros de neumonía«, de forma que solo el 2 % de los que ingresan en un hospital acaban en una UCI, según afirma González Castillo.
«No debemos olvidar que la mortalidad por covid es el doble que la de la gripe», ha apuntado González. Esta circunstancia la atribuye, en parte, a que se haya perdido «la casuística general» de hacer pruebas de detección. Por ello ve necesario hacerlas en personas mayores, vulnerables o inmunodepremidos ante la presencia de síntomas gripales.

Los ingresos han sido fundamentalmente de personas mayores con comorbilidades que se descompensan al contraer covid pero con pocos cuadros de neumonía

Así, la covid podría ser este verano una causa más del aumento de afluencia de pacientes a algunos centros sanitarios en puntos de interés turístico.