Lumpen y justicia

Por: Dr. César Ulloa Tapia

Vicerrector del Instituto de Altos Estudios Nacionales-IAEN-

No hay sanción política, pero sí repudio por parte de la gente honesta. El bloque de la Revolución Ciudadana salvó “al diablo”. Esta vez no fue toda la Asamblea Nacional la que provocó el harakiri, sino un porcentaje de legisladores y legisladoras que se demuestran tal y como son. ¿Acaso en defensa de la corrupción, la impunidad, el albañal, el lumpen? Los hechos mataron la narrativa y Wilman Terán fue salvado por sus patrocinadores. Este capítulo nuevo, pero de la misma telenovela, evidencia cómo se fue deteriorando la justicia en el Ecuador de manera acelerada, grotesca, cínica, perturbadora.

La pirotecnia ideológica del 2008 con la creación del Consejo de la Judicatura y el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social ha provocado un verdadero desastre para la democracia. En este mes, hemos asistido a la bochornosa elección del titular de la Judicatura y en la Asamblea, al salvataje de uno de sus peores representantes. Por otro lado, ya se escucha en los pasillos que un expresidente de ese mismo organismo pudiera ser candidato para la Presidencia. No podemos estar peor. La justicia tomada por el lumpen.

En pocos años, el deterioro de la calidad de la democracia ha sido muy acelerado: instituciones sin institucionalidad, las personas menos aptas están en los cargos de mayor responsabilidad, una serie de concursos de méritos y oposición truchos, la mafia controlando el sistema de justicia y el crimen organizado financiando la política y lavando el dinero, mientras por el otro lado, desempleo, inseguridad, insatisfacción con la vida, incremento de la migración, expulsión del sistema educativo para los segmentos con menores condiciones socioeconómicas, desnutrición crónica infantil.

En este contexto, no caben los cambios cosméticos. Parecería que el escenario se llena de paños de agua tibia y tapada de baches. Las instituciones no responden a las demandas de la ciudadanía, las elites se hacen de la vista gorda y la gran mayoría de la población ha caído en apatía. ¿Qué viene? Una campaña electoral, probablemente, vaciada de sentido y llena de demagogia.

FUENTE: EL TELÉGRAFO

Julio 21 de 2024