La ilustre ciudad de Guayaquil, cuna de la independencia del Ecuador, celebrará este 9 de octubre 192 años de la gesta heroica mediante la cual el puerto se liberó del yugo español, gracias a la valiente acción de sus hijos reunidos en la denominada ‘Fragua de Vulcano’, donde se tejió la conjura que permitió la toma de los cuarteles que la resguardaban casi sin derramamiento de sangre, la única víctima fue Joaquín Magallar, comandante del batallón Granaderos.
Las demás agrupaciones militares asentadas en la ciudad, como eran: el escuadrón de caballería Daule, el batallón de Milicias Urbanas y la brigada de Artillería, estuvieron comprometidas previamente y su toma fue de manera pacífica, sellándose de esta manera la libertad de Guayaquil.
La Fragua de Vulcano, según cuenta la historia, nació el domingo 1 de octubre de 1820, durante una reunión en la casa de José de Villamil, ahí se congregó a prestantes personajes cuya presencia se consideraba de suma importancia para luchar por la independencia de la ciudad. Desde esa noche, comprometidos con la causa, los complotados empezaron a planear la estrategia para llevar a cabo su objetivo, el cual se cumplió en pocos días.
Personajes destacados de la revolución independentista guayaquileña fueron los próceres José Joaquín de Olmedo, José de Antepara, el militar venezolano León de Febres Cordero y el general José de Villamil, entre otros ilustres ciudadanos.
Los nombres de estos héroes de la independencia se han perennizado en la escultura ‘La Fragua de Vulcano’, que está ubicada cercana a la Plaza de la Administración, entre los edificios del Municipio de Guayaquil y de la Gobernación del Guayas, así como en el parque del Centenario, donde se levanta la Columna de los Próceres.
Esta columna fue erigida en el año 1918 pero la obra total solamente quedó terminada años después, coincidiendo con la celebración del centenario de la independencia.