(Continuación)

Democratización de la Educación

A la par de la lucha por mejorar la calidad, su Gobierno está también inmerso en un proceso de democratización del acceso a la Universidad y de las prácticas universitarias. Hoy la educación superior pública, hasta el tercer nivel, es gratuita en Ecuador, y esto sumado a un sistema de admisión meritocrático que busca detectar aptitudes y no solo conocimientos, significa que ha incrementado notablemente, más que duplicado el acceso de los afro-ecuatorianos y de los indígenas a la universidad.

Hoy el Ecuador cuenta con un 27% de los jóvenes del quintil más pobre (es decir el 20% más pobre del país), matriculados en el sistema de educación superior, siendo esta la cifra más alta de toda América Latina. La gratuidad, condicionada a los resultados académicos de los estudiantes, y adoptada como política de universalización de los derechos, funciona.

«Contrariamente a lo que se suele pensar, la reforma del sistema de educación superior del Ecuador demuestra que no tiene por qué haber incompatibilidad entre calidad y democratización», destaca el Dr. Guillaume Long, Ministro Coordinador de Conocimiento y Talento Humano, que hizo un gran trabajo como Presidente del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES), antes de ser nombrado Secretario de Estado.

En la actualidad, Ecuador dedica el 1,85% de su Producto Interno Bruto a la educación superior en relación a su PIB, lo que representa el gasto más alto de toda América Latina que, en promedio, gasta el 0,8% de su PIB. El presupuesto del Ecuador en educación superior ha subido de 350 millones de dólares en el 2006, antes del actual gobierno, a 1,65 mil millones de dólares (casi 5 veces más) en el año 2013, lo que demuestra la gran voluntad política que existe para volver al sistema de educación superior un pilar del cambio estructural en el país.

Por supuesto que estos esfuerzos tienen que ir de la mano de avances en educación inicial, básica y bachillerato, es decir primaria y segundaria, en nuestro país. Es fundamental lograr una integralidad del sistema de educación desde la pequeña infancia, donde sabemos que gran parte del talento humano del ser humano se desarrolla, pasando por el bachillerato, la educación técnica y tecnológica, y la universidad. En eso se está trabajando.

Para países como Ecuador, esto implica trabajar aspectos de cobertura y de infraestructura educativa, pero sobre todo, mejorar la enseñanza y el talento humano de la docencia. Rafael Correa está empeñado en volver a dotar de prestigio a la carrera del profesor, para que esta opción de vida no sea nunca la última de una larga lista de preferencias.

Talento Humano en la educación

Para lograr esto el Gobierno que preside Rafael Correa Delgado ha tomado medidas históricas. Ha triplicado el sueldo base de los maestros. Pero también ha exigido que los que aspiran a ser educadores tengan que obtener puntajes mayores en el examen de ingreso a la universidad para ser aceptados. Finalmente, está creando una Universidad Nacional de Educación (Unae) que forme a los futuros profesores con excelencia. La Unae será el referente para la formación de docentes y otras figuras profesionales educativas, que contribuirán con la colectividad y con el desarrollo de la matriz de conocimiento, generando respuestas culturales y científicamente fundamentadas a través de la investigación aplicada.

Además, la UNAE que iniciará sus actividades  académicas en el 2014, tendrá como misión liderar los procesos de educación continua, así como la implementación de programas de posgrado que eleve las actuales capacidades y destrezas del personal académico que labora en el magisterio nacional, con vistas a incidir positivamente en el proceso de enseñanza aprendizaje, en los distintos niveles de la educación.

“Por otro lado, generar y promover redes para la generación de conocimientos asociados al área de Ciencias de la Educación, permitirá al Ecuador dar el salto cualitativo de calidad, así como la adopción de modelos educativos y pedagógicos innovadores”, afirma el Mandatario.

“El Presidente Rafael Correa quiere más educación, pero no quiere cualquier educación. De la misma manera, si bien aspira a alcanzar la sociedad del conocimiento, sabe que existen muchas formas de la misma; existen modelos económicos de generación de conocimiento que son excluyentes. A diferencia de otros bienes que son escasos y excluyentes (como las materias primas, el suelo o el petróleo), el conocimiento se crea una sola vez y puede beneficiar para siempre a todas las personas y sociedades», manifiesta René Ramírez.

Y destaca que “puede beneficiar para siempre”, porque el capital nos ha impuesto un contexto global en el que el fértil territorio del saber está cercado mediante la amañada utilización de los derechos de ‘propiedad intelectual’ en favor de las grandes corporaciones y del capital financiero especulativo. Inmensos poderes restringen el acceso a este Bien Público, de carácter Universal, que es el “intelecto general”, el acumulado histórico de producción científica, cultural y artística, legado de ese encuentro intercultural que llamamos “modernidad”, y cuyo legítimo título de propiedad nos hemos ganado todos los pueblos del mundo”.

Está claro que el Ecuador está inmerso en un proceso formidable de cambio de paradigma y de lucha contra estructuras caducas. El líder máximo e indiscutible es Rafael Correa Delgado.

A nivel internacional está considerado como uno de los mejores presidentes de América Latina. Recibió dos Doctorados Honoris Causa en universidades famosas, y la célebre Universidad Sorbona de París la aclamó luego de escuchar una conferencia magistral.

Todo esto ha permitido que la autoestima de los ecuatorianos, especialmente de los jóvenes que estudian en las mejores universidades del mundo, financiados por el Estado, se eleve en grado superlativo.

El Señor Presidente de la República, merece, por lo tanto, ser proclamado ¡EL HOMBRE DEL AÑO!

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