Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Tenemos una nueva Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria en el Ecuador -LOEPS- y es necesario que las instituciones de educación superior asuman el reto de formar nuevos profesionales en este campo.
El Art. 1 de esta nueva Ley, define por “economía popular y solidaria a la forma de organización económica, donde sus integrantes, individual o colectivamente, organizan y desarrollan procesos de producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer necesidades y generar ingresos, basadas en relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la acumulación de capital”.
Las nuevas universidades de pre-grado deben asumir este reto, ya que es necesario crear carreras no tradicionales en el país, que tengan que ver con el Ecuador del presente y del futuro. Esta experiencia de economía solidaria, posiblemente, hará que nuestros estudiantes sean también más solidarios y adquieran conciencia social, con el fin de erradicar la pobreza de nuestro país.
La economía popular y solidaria abarca las distintas formas de organización de los ciudadanos con el objetivo de crear sus propias fuentes de trabajo o para acceder a bienes y servicios de calidad al más bajo costo posible, en una dinámica de solidaridad que articula a los intereses individuales y el interés de la colectividad.
Se articula la economía popular y solidaria al mercado y a los servicios públicos. Los servicios solidarios se apoyan en los recursos familiares, pero, para consolidarlos. Las estructuras aptas a proveer ayudas tienen como misión prioritaria la de salvaguardar el equilibrio económico que debe existir en las familias ecuatorianas.
La comprensión de la economía solidaria debe pasar por la reflexión sobre estos cambios en gestación de nuestra sociedad.
La idea es, entonces, formar nuevos profesionales que tengan que ver con esta nueva visión de la economía ecuatoriana, basada en las relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad.
Crear una nueva carrera en la educación superior también implica crear la nueva historia de la universidad ecuatoriana, con nuevos profesionales que incidan en su desarrollo.