Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Para Edilma Erias, “formar niños y niñas escritores es una tarea compleja y un reto que el docente debe trazarse en su larga carrera, ya que tiene que ver con su propia auto formación, esto implica que el docente debe ser atrevido e investigativo en el momento de crear estrategias que motiven a los niños a tener un acercamiento a la escritura.
El docente debe crear una propuesta ingeniosa, con un enfoque, y una metodología, reflexiva y nuevas estrategias que se verán confrontadas con el quehacer en el aula. El docente debe concebir la escritura como medio de interacción dinámica integrada a contextos reales, ofreciendo ejemplos tomados de las vivencias de los mismos niños. De igual manera, el docente no debe olvidar que la escritura es uno de los medios más valiosos para construir una mejor calidad de vida. El tipo de lenguaje que se utilice es indispensable para que los niños comiencen a ver a la Palabra escrita de manera agradable, placentera y que la empiecen a hacer parte de ellos y que mejor que hacerlo de una manera lúdica y divertida con el fin de que los pequeños tengan la oportunidad de incorporar la escritura a sus vidas.
También es muy importante que mientras los niños escriben, el docente brinde un buen acompañamiento, cuando al niño le surgen preguntas tengan un respeto enorme por la creatividad de los niños. En la medida en que sea así, los pequeños sentirán que sus esfuerzos valen la pena, que son apreciadas sus ideas”.
En el Bachillerato Unificado
De igual manera, hay que seguir el proceso para la formación de escritores, pero, comenzando por tener buenos lectores. Es necesario que los jóvenes escojan bien sus libros de lectura para que se motiven en la escritura.
Hay que ir, de lo simple a lo complejo, de un artículo hasta llegar a una monografía. Se puede comenzar con las cartas, porque éstas tienen saludo, el mensaje y la despedida.
En la Universidad
El proceso debe continuar, de los informes técnicos y monografías, al trabajo de tesis y a los proyectos de investigación o vinculación con la colectividad.
María Eugenia Dubois, señala: “Crear a nuestro alrededor un clima de aceptación, de estímulo, de diálogo permanente en el que la capacidad de reflexión de quienes comparten nuestra vida académica encuentre libertad para desarrollarse y florecer, puede ser el primer paso para encontrar la respuesta que buscamos. No es posible enseñar a alguien a ser lector escritor, pero sí es factible crear las condiciones que favorezcan el desarrollo de esas cualidades. En el intento, cada uno de nosotros seguirá sus propios derroteros. Solo es preciso tomar en cuenta que ninguna estrategia de enseñanza-aprendizaje será efectiva si no consigue ayudar a la persona a sentir, a experimentar y a confiar en sus propios recursos”.
Los docentes, entonces, cumplimos un papel importante en la formación de escritores.