Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Es necesario analizar la noción del “buen vivir” -Sumak Kawsay- de la Constitución del 2008, su papel ordenador en la Carta Magna así como innovador a nivel nacional como internacional en la Constitución. Resalta cómo promueve un nuevo marco más integral y democrático. Además realiza una comparación de los derechos a desarrollar actividades económicas, al trabajo, a la propiedad, a la idea de la nueva Constitución, con las propuestas de los actores sociales.
La noción de «buen vivir» inicia la Constitución de 2008 y tiene un espacio de 444 artículos. Siguiendo el orden del nuevo texto constitucional, el preámbulo señala: “(Decidimos construir) una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, para alcanzar el buen vivir, el Sumak kawsay”. Luego, en el Título II, el capítulo segundo se denomina ‘Derechos del buen vivir’; más adelante da nombre al Título VII: «Régimen del buen vivir».
La Constitución del 2008 expresa la búsqueda de un salto cualitativo para lograr una Constitución holística, integral, a la altura de los tiempos y sus desafíos de cambio.
Sintetiza visiones y prácticas ancestrales, debates y propuestas actuales, el acumulado de pensamiento crítico y luchas sociales de décadas recientes; junta dinámicas nacionales e internacionales de respuesta al ‘modelo de desarrollo’ y al ‘modelo de civilización’ que han conducido a una situación ya reconocida como insostenible.
Dentro de este contexto la producción intelectual de libros tiene que ver con su propiedad intelectual, que debe registrarse en el país -IEPI- y a nivel mundial -ISBN-, más el código de barras y el control de calidad de las imprentas, para hacer valer los derechos de autor.
Los libros académicos, producto del trabajo intelectual de los docentes universitarios, deben acoger estos principios del buen vivir, ya que constituye un nuevo modelo del desarrollo, por lo cual es importante relacionar la producción intelectual con el buen vivir.
El trabajo intelectual que conlleva la elaboración de un libro también tiene que ver con el trabajo manual, ya que para la producción de un libro existen varios actores: el autor intelectual del mismo o escritor del libro que va a registrar su propiedad intelectual, el editor, el trabajo de imprenta, de diseño e impresión, el trabajo manual del personal de la misma, la revisión del texto, el informe de los pares académicos que da un valor agregado al libro, el trabajo de los libreros que venden los libros y el señalamiento del costo de los libros para la cadena de comercialización. No debemos olvidar que el costo del libro tiene que ver con el trabajo manual e intelectual y que su producción contribuye al desarrollo del país hacia la construcción del buen vivir.