Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Los docentes universitarios requieren de un proceso formativo, no solo investigador, sino también docente, para atender las nuevas demandas de la sociedad de un modo eficiente, es decir, comprometido, riguroso, integrador y didácticamente solvente (Ibáñez-Martín, 2001).
La formación didáctica de los docentes universitarios no ha cambiado. Comienzan como ayudantes de cátedra, resuelven problemas sencillos y continúan su entrenamiento hasta que el tutor cree que está listo para desempeñarse solo (Ferrer y González, 1999).
En realidad, la carrera docente universitaria no premia la formación didáctica: es la investigación financiada con fondos externos y las publicaciones en revistas especializadas lo esencial, no sólo para la promoción y el acceso a los cargos, sino también para ser aceptado como un miembro legítimo de cualquier grupo universitario (Serow, 2000).
Becher (2001) ya ha puesto de manifiesto y caracterizado la existencia de culturas profesionales en una investigación extensa llevada a cabo para distintas profesiones, entre ellas la de los físicos, las cuales influyen en los modos de pensamiento y acción docente y de los criterios axiológicos y deontológicos de su actuación profesional. Esta cultura profesional, unida a la cultura propia de la facultad en donde están insertos, dan lugar a una cultura académica que es la primera con la que toman contacto todos los profesionales en formación que después serán profesores universitarios en ésta y otras facultades. Los estudiantes que ingresan a una carrera, de inmediato comienzan el proceso de inserción en dicha cultura académica, que les lleva a abrazar las costumbres, tradiciones, normas, valores y creencias profesionales del grupo.
Comprender las prácticas de lectura y escritura universitaria en el contexto de la cultura académica, constituye el propósito de la investigación que se interroga acerca del para qué se lee y escribe en la universidad. Un acercamiento a la noción de cultura académica, desde su dimensión pedagógica, le daría fortaleza a las prácticas de lectura y escritura.
De allí la importancia de los clubes de narrativa en las universidades, con el fin de afianzar los procesos de lectura y escritura, en la formación de la cultura académica.
Palabras claves: proceso formativo, formación didáctica, lectura, escritura, cultura académica.