FLACSO fue sede del debate sobre Memoria Política y Políticas de la Memoria

El conversatorio Memoria Política y Políticas de la Memoria, desarrollado el lunes 28 de septiembre en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), contó con las intervenciones de la Viceministra de Cultura y Patrimonio, Ana Rodríguez; del Secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional de Argentina, Ricardo Forster; y, la historiadora y profesora de FLACSO, Valeria Coronel, bajo la moderación del agregado cultural de la Embajada de Chile, Patricio Rivas.

El tema de la tertulia académica versó sobre los estudios, casos y experiencias que se generan en torno al tema de memorias políticas en la región, y cómo éstas, desde lo público, ayudan para las construcciones de políticas públicas.
Además, se analizó cómo construir nuevas nociones de la memoria, así como también un espacio de derechos, de recuperación de identidad y como territorio de historias fallidas que no solo hace referencia a lo que sucedió sino también a lo que pudo ocurrir.

Según Ana Rodríguez, el Ministerio de Cultura y Patrimonio está generando espacios de debate en la planificación de políticas de la memoria. “Un dialogo de largo aliento que la cartera de Estado junto con FLACSO lo trabajarán hasta el 2019 a las puertas del bicentenario”, señaló.

A partir de la nueva Constitución del 2008, el Ecuador se reconoce como un Estado intercultural y plurinacional, por tal motivo Ana Rodríguez afirmó que “existe la deuda gigante en el debate de la memoria”.

La historiadora Valeria Coronel, señaló que la apertura multiculturalista en los países andinos es tensa para la mesa burguesa oligárquica, porque aísla a los héroes patrios de los movimientos indígenas de la memoria política. Según ella, el modelo liberal de democracia planteó formas de convivencia en las que negó la conflictividad social, las disputas por el sentido de lo nacional. Una memoria desprovista de conflicto y neutralizada.

Para el representante argentino, Ricardo Forster, toda relación con la memoria es una intervención y una interpretación. Sostuvo que es inimaginable que no haya una política de la memoria.

Forster lo considera al pasado como el lugar de la memoria, y eso implica un problema y un debate. Porque el pasado cobra relevancia en función de cada generación. El presente, en cambio, siempre ejerce un acto de actualización con lo acontecido en el pasado. Mediante estos dos planteamientos, Forster sostuvo que la memoria política está atravesada de varios riesgos como convertirse en pieza de museo, efemérides, en algo ya resuelto, “aquella distancia que nos permite estudiar, analizar y observar aquello que sucedió en otro momento para otra generación, en otro momento histórico”.

Ante eso, señaló que cada experiencia de transición política construye diferentes formas vinculantes con el pasado, que comprende de tres instancias: olvido, reconciliación, apaciguamiento. También aclaró que la memoria constituye una operación de restitución de un debate de la democracia en nuestras sociedades. “Tenemos que salir a discutir la memoria y discutir de nuevo esa construcción. Allí surgen las políticas de la memoria”, concluyó Forster.

EcuadorUniversitario.Com

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