Autorización para obsequiar al gobierno del Perú 50 cañones de diferentes calibres. 1847

Por: Dr. Pedro Reino Garcés
Cronista Vitalicio de Ambato

El doctor Pedro Fermín Cevallos estuvo en esta sesión de la Cámara del Senado realizada en Quito un 16 de septiembre de 1847. ¿Cómo habrán sido las discusiones y las circunstancias de la época para que se haya llegado a la presente resolución?, desde luego, este es uno de los “acuerdos” entre tantos otros que refiere el documento al que me estoy remitiendo. Antonio Elizalde era el Presidente de la Cámara de Senadores, y secretario don Agustín Yerovi.

“Abierta por el H. Presidente del Senado, con los HH. Senadores Benítez, Angulo, Ascázubi, Bravo, Carrión (Ilustrísimo Obispo de Botren), Carrión (Sebastián) Marcos, Peñafiel, Subiaga, y Valdiviezo, y con los HH. Representantes Gómez de la Torre (Manuel), Chiriboga, Carbo, José María García Moreno, Carvo Pedro, Moncayo, Riofrío, Muñoz, Avendaño, Espinosa, Carrión, Millán, Escudero, Ascázubi, Espinel, Gómez de la Torre (Teodoro), Malo, Cevallos, Quevedo, Suárez, Granda, Córdova, y Mascote; el H. Presidente hizo que se diese lectura al mensaje de Su Excelencia el Poder Ejecutivo de la misma fecha, en que solicita el consentimiento previo del Congreso para que el Excelentísimo señor Pablo Merino, actual Vicepresidente de la República, pueda salir del Ecuador en el próximo paquete e ir a desempeñar en la capital del Perú el cargo de Ministro Plenipotenciario en el gran Congreso americano…” (El Nacional, # 113, 1847, p, 1.914)

El caso es que el Ecuador estaba amenazado de invasión por parte del tristemente célebre primer presidente que tomó las riendas del poder en esta su hacienda, el militar Juan José Flores, quien “estuvo gobernando aquel país desgraciado por una larga serie de años, con aparentes fórmulas constitucionales, pero en esencia, arbitrariamente. De este modo, formó de él un patrimonio suyo, una familia de esclavos…no siendo ecuatoriano, forzó a la legislatura a declararle el nacimiento que la naturaleza le negara. Hasta allí llegó la osadía del Señor del Ecuador, hoy Oficial de la legión de honor de Francia, Caballero Gran Cruz de la Orden de Carlos Tercero…” (Id. P, 1919)

Frente a esta terrible amenaza de Flores que pretendía invadir Ecuador y volverla de nuevo colonia de España, Francia o Inglaterra; la Cámara del Senado recibe “una comunicación de S.E. el Presidente, en que da cuenta del secuestro que libró contra los bienes del ex general Flores, del desembargo posterior de los fundos rurales, de que al presente solo corren de cuenta del Estado los altos de la casa que se halla en esta ciudad…” Como se verá, todo lo diluyeron en favor del mismo Flores y no fue sino el teatro de los esbirros de siempre frene a los poderosos. El caso es que los Ministros del Interior y el de Relaciones Exteriores fueron al congreso cada uno con una comunicación del Presidente Roca, “…la otra comunicación se contrae a solicitar de las Honorables Cámaras, la autorización suficiente para obsequiar al gobierno del Perú cincuenta cañones de diferentes calibres que se enviaron de Guayaquil hacia aquella República, cuando las de nuestro continente se preparaban a rechazar la invasión europea…” (p. 1916). Nótese la redacción, se pide la autorización, cuando los cañones ya se enviaron.

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