Autoridades del gobierno y de la Armada Nacional acudieron este 8 de marzo de 2016 al Pleno de la Asamblea Nacional para explicar las razones técnicas, jurídicas e históricas que llevaron a Ecuador a firmar un acuerdo con Costa Rica para la delimitación de sus fronteras marítimas. El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, manifestó que éste es un hecho histórico que nos instala en una época distinta de paz y de desarrollo, mientras que el Canciller, Guillaume Long, lo calificó como un gran triunfo político y diplomático para el país.
Ante los legisladores también se presentaron el vicealmirante Ángel Sarzoza, comandante de la Amada,y el Director del Instituto Oceanográfico, Humberto Gómez. El primero pidió apoyo para la ratificación de este acuerdo que nos permitirá delimitar definitivamente nuestras fronteras marítimas y explotar los recursos vivos y no vivos que están en nuestra jurisdicción. En tanto que Gómez explicó que dicha delimitación fue un proceso largo y complejo, donde primó la voluntad política del gobierno. Este límite hace que Ecuador tenga capacidad de extender los derechos de su soberanía. El territorio marítimo es 5.8 veces más que el terrestre, enfatizó.
El tercero en pasar al podio fue el ministro Patiño, quien dijo que desde la Cancillería (su anterior función) vivió una experiencia histórica: la construcción de procesos de integración importantes para la vida de nuestros pueblos. Explicó que desde la CELAC y la UNASUR los países que las integran declararon que nuestra región es un territorio de paz. Esta se construye día a día, sobre la fraternidad, el diálogo y la justicia. La delimitación de las fronteras es condición esencial para dejar sin argumentos a cualquier pretensión bélica, agregó.
Ecuador vivió gran parte de su historia sumido en conflictos limítrofes irresueltos, con el consecuente riesgo permanente de guerra. Lamentablemente se volvió realidad en varias ocasiones. La metáfora de la herida abierta terminó por convertirse en doctrina y soporte de los argumentos nacionales en el diferendo limítrofe con Perú. Estos solo sirvieron para que el país se desangre, cuando las guerras nos cobraron importantes facturas con pérdidas de vidas, desplazamientos de las poblaciones, quiebra de la producción y pérdida de recursos económicos, señaló Patiño.
El ministro añadió que la delimitación de las fronteras terrestres nos instaló en una época distinta, de relación y amistad con Perú, nos aproximó a la integración y desarrollo binacional: tareas que la paz y la convivencia nos exigen. Dijo que de esta experiencia se desprende que desde el 2007 el gobierno ha llevado nueve gabinetes binacionales con el vecino del sur, con agenda de desarrollo, intercambio cultural, comercial, de infraestructura, de comercio, salud, entre otros. En tanto recordó que con Colombia el Ejecutivo va por el cuarto gabinete.
Enfatizó que el gobierno también se ha ocupado de una tarea pendiente: la delimitación de la frontera marítima. La mayor parte de las diferencias territoriales actuales en América Latina tienen que ver con la falta de delimitación marítima, por ello, y en previsión de que puede generarse algún tipo de tipo de discrepancias, en el 2010 acometimos la labor impostergable de tratar de definir con nuestros vecinos, de una vez por todas, nuestras fronteras en el mar, que en ninguno de los tres casos, con Perú, Colombia y Costa Rica, estaban establecidos con claridad y reconocimiento mutuo, manifestó.
Sostuvo que el diálogo fraterno y la acción diplomática inteligente y franca permitieron al país trazar de forma definitiva nuestra frontera en el mar, tanto al sur como al norte de nuestro territorio. También indicó que la adhesión del Ecuador a la Conmevar permitió, en septiembre del 2012, aplicar las disposiciones de la misma a la frontera marítima entre nuestro territorio insular y Costa Rica. Contó que la demarcación de los límites entre estos dos países se inició en 1978 y que el convenio se firmó recién el 21 de abril del 2014.
Por su parte, el canciller Guillaume Long basó su discurso en la historia sobre cómo llegamos a tener de manera definitiva esta frontera y cómo se llegó a establecer la frontera del mar hasta las 200 millas. Contó que esto no siempre fue así, pues hasta el siglo 18 los límites marítimos estaban marcados por los alcances de los cañones y recién en la Convención de París en 1856 se definió que había que establecer una distancia y esta era, después, de 3 millas.
Para que estas aumenten a 200, dijo que la lucha empezó desde el sur. Precisamente, Ecuador, Perú y Chile fueron los pioneros. Estos tres países reunidos en Santiago (Chile) en 1952 declararon esa distancia como frontera, según la corriente de Humbolt. Posteriormente otros países se sumaron, hasta que en 1982 tuvieron mayoría en la ONU para ratificar que la zona económica exclusiva en el mar era de 200 millas.
Lo que estamos celebrando hoy es la culminación de un proceso histórico de lucha que empezó desde Ecuador para fijar límites de un país que ha padecido a lo largo de su historia un profundo trauma territorial, que siempre ha tenido que estar al vaivén de los conflictos armados y problemas diplomáticos. Por fin podemos dejar este legado a nuestros hijos, agregó.
A la Asamblea también asistieron la embajadora de Costa Rica, Leda Zamora; Nuvia Villacís, vicepresidenta del Consejo Nacional Electoral; embajadores y cuerpo diplomático acreditado en el Ecuador.
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