Por: Montserrat Bonilla
La semana pasada, una de las mejores universidades públicas pioneras en ingeniería en Europa: la Escuela Politécnica Federal (EPFL, por sus siglas en francés) fue sede de la cumbre Seedstars World Summit.
Ubicada en Lausana, Suiza, una población a menos de 100 kilómetros de Ginebra: ciudad que (no por casualidad) alberga oficinas del organismo mundial por excelencia veladora por la calidad de vida y el desarrollo humano en el mundo: la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Más de 800 asistentes y 54 emprendedores de diferentes países emergentes, se reunieron a compartir su proyecto frente a inversionistas y mentores, hacerse visibles frente a prensa y organismos internacionales, como también solidificar sus bases.
En el marco de dicha convención, se premiaron a los mejores startups en varias verticales a través de Seedstars World Competition, en la que Giraffe, proyecto sudafricano que usa un móvil automatizado como herramienta de reclutamiento y que busca reducir el desempleo en su país de origen, fue el ganador.
Sin embargo, más allá de ser una “iniciativa de visibilidad y formación de emprendedores originarios de países emergentes”, como declara Alisée de Tonnac, CEO de Seedstars World, se convirtió en una plataforma de empatía regional.
Como escribe Jeremy Rifkin en La Civilización Empática, ¿acaso es la tecnología el canal para construir esa civilización utópica en la que nos empaticemos por el desarrollo y bienestar de los otros, además de unirnos como humanidad?
Después de muchos años, la respuesta no es clara aún, pero al menos, lo observable en Seedstars World Summit fue un reconocimiento de que los “dolores” y problemas que como sociedad, país y sobre todo, región nos aquejan, son el motor en la innovación y democratización de múltiples industrias: escalafón en el desarrollo humano de más de 625 millones de habitantes en Latinoamérica, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Hoy en día, a pesar de que muchas soluciones tecnológicas y startups se han enfocado a un mercado con acceso a Internet y conectividad, agentes de diferentes países tienen ya en la mira al mercado latino como un “carbón» sin pulir, que tienen ecosistemas de emprendimiento débiles o poco sólidos y que carecen de una formación especializada en la construcción, crecimiento y éxito de una empresa con base tecnológica.
Hermanos del mismo dolor
De acuerdo con el informe Políticas sociales en América Latina y el Caribe: Escenarios contemporáneos, inversiones y necesidades de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el crecimiento económico derivado de diversas condiciones externas, el manejo prudente de los recursos fiscales y diversas políticas enfocadas a la eliminar las exclusiones sociales en la región, han logrado avances relevantes en materia social.
Sin embargo aún existen 164 millones de habitantes en situación de pobreza. La inequidad continúa siendo un problema social de gran impacto y magnitud, así como el atraso en innovaciones tecnológicas y de acceso a diversos productos, servicios (como financieros) y condiciones sociales.
Las cualidades del empleo juvenil en Latinoamérica son malas, “sin protección ni derechos, y con bajos salarios y baja productividad”, declara la CEPAL.
La tasa de desempleo juvenil urbano en la región es de 13.3%, una proporción que triplica la de los adultos y 6 de cada 10 que sí consiguen alguna ocupación se ven obligados a aceptar empleos en la economía informal, aunado a ello, 20 millones no estudian ni trabajan.
Sin lugar a dudas, es el desarrollo profesional de las nuevas generaciones una apuesta que toda organización y gobierno deberá tener, pero ¿es el emprendimiento un canal para garantizar el futuro de estas naciones y juventudes?
Más allá de la innovación de las soluciones hechas en Latinoamérica, es aquel enfoque internacional en conocer y crear soluciones para un mercado gigantesco con brechas económicas, traducidas en oportunidades de crecimiento e innovación.
Un caso muy claro es la penetración tecnológica en la industria financiera, dando como resultado aplicaciones, dispositivos y plataformas fintech (término derivado de financial technology) a una de las regiones con necesidades fuertes de inclusión.
Al respecto, algunos de los participantes en la cumbre Seedstars World opinan. Xiaofo Yuan, Head of Business Development de BitNexo, explica cómo sabe de grandes ciudades de innovación como Londres que buscan entrar a este mercado, incluso su empresa desarrolló una solución de transferencias digitales para transacciones comerciales entre China y Latinoamérica.
Darren Camas, CEO de BitNexo y emprendedor estadounidense que se involucró con el ecosistema chileno por seis años, asegura: “Estoy muy emocionado por los alcances de la industria fintech en Latinoamérica. Gracias a la tecnología una población no bancarizada, de quien no se tiene información ni data, tiene acceso a servicios financieros”.
Y agrega sobre el espíritu “startupero”: “No se trata de extraer valor de tus usuarios, sino de crearlo, y cuando se trata de pequeños y medianos empresarios el impacto puede ser mucho mayor”.
Por otra parte, otros actores y emprendedores de Latinoamérica reconocen el valor del mercado regional, tal es el caso de Lucas Glustman de Flimper (herramienta que ofrece soluciones para crear campañas exitosas en Twitter), que entre sus planes quiere expandir la solución en un mercado que cada vez crece más y que necesita de innovación para seguir haciéndolo.
“Sin emprendedores, no hay innovación”
No obstante, ésta debe tener un ADN con impacto social, instan Anne Arrázola y Bruna Chávez de BoxBike: empresa social de mensajería urbana masiva programada en bicicleta, la cual creó todo un modelo de negocios a través de rentabilidad, impacto social y ambiental, además de incluir a otros emprendedores locales a su cadena productiva.
“Ofrecemos el mejor precio del mercado frente a nuestros competidores, le brindamos un empleo formal y flexible a jóvenes que están estudiando, evitando su deserción por falta de recursos, además de disminuir las emisiones contaminantes usando bicicletas como nuestro medio de transporte”, explica Anne.
FRIJOL EN EL ARROZ
Durante la cumbre se discutieron diversos obstáculos que tienen los emprendedores en los ecosistemas latinoamericanos; sin embargo, son los trámites burocráticos y la falta de opciones formativas especializadas, no sólo de los mismos emprendedores, sino también de inversionistas, universidades y otros actores en el desarrollo y apoyo de startups, los desafíos más importantes en opinión de los participantes de Seedstars World Summit.
Glutsman opina: “Uno de los aprendizajes más grandes que tuve al trabajar en Argentina son las dificultades que tiene el emprendedor a la hora de querer construir una empresa”.
Por su parte, Fernando Becerra, CEO de Business Booster y consultor en Latinoamérica para Seedstars comenta: “La gente debe tener la visión de crear y crecer un proyecto hasta venderlo, y en la región aún no hay ese conocimiento. No hay mucha gente que haya aprendido de fracasos o experiencias, qué funciona y qué no”.
Y complementa: “El mayor problema es no tener una base formativa. Existe una brecha entre la formación y la vida real, por ello, plataformas como Seedstars World son importantes. Al final es una herramienta súper potente que dirigen y dan visión a estos emprendedores”
Después de nuestra asistencia y cobertura de esta gran cumbre, Ronin PR ha observado a lo largo de su experiencia que México y Latinoamérica necesita más iniciativas como esta, que no sólo construyan una comunidad internacional, sino que de verdad generen impacto social, ambiental y un boost en desarrollo que requieren los países emergentes como nosotros.
Nota del Director: Montserrat Bonilla es directora de comunicación y contenido en Ronin PR www.roninpr.co
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