Este domingo 24 de abril de 2016 salió rumbo a Ecuador una carga de 40 toneladas de ayuda humanitaria, para ser repartidos entre los damnificados por el terremoto acaecido el sábado 16 de abril y que afectó a las provincias de Guayas, Santa Elena, Santo Domingo de los Tsáchilas, Manabí, Los Ríos y Esmeraldas.
La ayuda está compuesta de alimentos no perecederos, carpas, linternas, bolsas de dormir, productos de aseo personal, plantas purificadoras, carpas de campaña, entre otros artículos de primera necesidad.
Se trata del tercer envío desde México. Antes nos llegó 13 toneladas donadas por la cruz roja mexicana y 28 toneladas donadas por el gobierno mexicano.
Esos bienes fueron entregados por ciudadanos mexicanos, ciudadanos ecuatorianos residentes en México, así como por escuelas, brigadas de scouts, y muchas organizaciones de la sociedad civil que se han solidarizado con el Ecuador. Assimismo, autoridades como el Gobierno de Coahuila contribuyeron con varias toneladas de alimentos, y empresas privadas también hicieron llegar sus contribuciones.
La ayuda fue recolectada por el Consulado del Ecuador en México, con la ayuda de la Secretaria de Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México, así como de la Universidad Nacional Autónoma de México. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México se sumó a este esfuerzo al constituirse también en un punto de acopio.
El transporte de la ayuda humanitaria fue una contribución de la aerolínea mexicana AeroUnión, a quienes el Embajador Leonardo Arízaga agradeció personalmente al momento de despedir al avión en el hangar de esa empresa ubicado en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México.
“Nuestra gratitud por el apoyo recibido de México es enorme. Hasta el momento se han enviado 81 toneladas de ayuda humanitaria en 4 aviones. Se trata de aportes del Gobierno mexicano, de la Cruz Roja mexicana, de las autoridades estatales y locales así como de la generosa contribución de quienes viven en México. Es para mí un honor ser el Embajador del Ecuador en México porque vivo en un país con un pueblo noble y bondadoso y con autoridades solidarias y generosas”, destacó el Embajador Leonardo Arízaga.
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