«Fidel guerrillero del tiempo», es la primera parte, en dos tomos, que suman mil 666 páginas del último empeño literario de la escritora y periodista Katiuska Blanco, quien estará junto al ex ministro de Cultura, Abel Prieto, asesor del presidente cubano, Raúl Castro, en la presentación de esa obra en el Ecuador.
El acto se cumplirá el próximo miércoles 11 de abril, a las 18:00 horas, en la Capilla del Hombre, que reúne gran parte de la obra de Oswaldo Guayasamín, el entorno de las creaciones de su gran amigo y el lugar más apropiado para conocer esa «expedición a la historia» de Fidel Castro.
Así definió esta obra la autora al comentar que para escribir los dos primeros tomos debió dedicar muchos años trabajando, investigando y conversando con Fidel, a quien se refirió como una persona muy humilde que le concedió entrevistas en encuentros muy naturales.
«Fidel es un hombre que logra hacerle creer a uno que está conversando con un familiar cercano, claro, uno siempre tiene presente que está hablando con una leyenda», agregó Blanco.
El contenido del primer tomo, dijo, «abarca desde la niñez, la adolescencia y la primera juventud de Fidel, desde el pequeño poblado de Birán -donde nació- hasta La Habana de los años 50, cuando ya graduado comienza a ejercer con pasión la abogacía en defensa de los pobres y de las ideas revolucionarias.
Lo que resume el primer tomo de alguna manera es que Fidel habla no sólo de sus experiencias, sino de aquello que en su infancia y su primera juventud le fue más entrañable, algo como lo dicho una vez en Birán que guardaba en su corazón.
El segundo tomo cubre un diapasón muy amplio que va desde el golpe de estado de Fulgencio Batista, hasta la ofensiva rebelde, la contraofensiva y el triunfo de 1959, y va develando el desarrollo creciente del más sólido pensamiento revolucionario.
Precedido de una exitosa presentación en Venezuela y con un intenso programa de una semana de Katiuska Blanco y Abel Prieto en Ecuador, los dos primeros tomos de esta memoria del líder cubano confirman su frase expresada en 1972, donde asegura que vivir es tener una meta, es vivir por un ideal.
Foto: internet
Por Pedro Rioseco