Abdón Ubidia: Odio la muerte y por odiarla es mi fantasma

Por: Carla Loaiza / @celf1988

Agencia de Noticias ANDES

Abdón no sale de su casa sin un cuaderno en el que apunta las ideas de las cuales puede surgir una buena historia. De esa manera han surgido sus novelas, cuentos, antologías y ensayos, en los que la ciencia, el amor, la vida y la muerte son inquietudes recurrentes.

Abdón Ubidia, admirador de Faulkner y Hemingway; ganador del Premio Joaquín Gallegos Lara; y del reconocimiento Eugenio Espejo por sus actividades literarias, dialogó con la Agencia Andes sobre sus inquietudes como persona, lector y escritor.

¿Qué está leyendo, Abdón?

Igual que me pasa con la escritura -que escribo varios libros a la vez y publico el que se termina- leo varios libros a la vez. Ahora estoy leyendo libros de teoría, el último que publicó la editorial El Conejo, Al sur de las decisiones, de Fander Falconí, un libro muy interesante referente a aspectos geopolíticos y ambientales de Suramérica; El hombre que amaba a los perros, de Leonardo Padura (…) y así permanentemente reviso libros. No hay placer más grande que el de releer los libros.

¿Por qué dedicarse a las letras?

Quizás uno escoge la actividad, la carrera, la profesión, la vocación en la que menos malo es. Yo creo que medio dibujaba o medio hacía tal cosa, pero en lo menos malo que era, era la literatura. Y la literatura está hecha de dos condiciones básicas: la desesperación y el placer. Somos jóvenes estamos desesperados por comunicarnos y escogemos la literatura; y lo otro, el placer de leer y después el placer de imaginar.

Para mí no hay momento más feliz del día, cuando estoy caminando por una vereda (…) en que se me ocurre una idea, entonces ¡qué ganas de escribir! Siempre llevo un cuadernito conmigo porque la idea hay que recordarla en ese momento, para recordar la emoción desde la cual nos surgió esa idea.

Todos somos escritores, pero no a todos se los puede considerar poetas y narradores…

Todos somos escritores en la medida en que, por un lado, sabemos escribir. Y por otro lado, tenemos la vehemencia de contar cosas muy nuestras que a veces en una conversación normal no podemos decirlas. Escribir es un poco caer en la neurosis de trabajar aquello en lo que no hemos trabajado, de decir aquello que no queremos decir y, a veces, hay grandes autores como Faulkner que nos muestran ese debate interno de contar lo que uno no quiere contar.

¿Cómo es Abdón frente a la página en blanco?

En mi taller les hago un ejercicio a mis estudiantes para demostrarles que el miedo a la página en blanco es absurdo, por una razón: porque muchas son las cosas que tenemos que decir. Y son más que las que no tenemos que decir. Entonces siempre habrá algo que se nos ocurra. (…) El miedo a la página en blanco no creo que sea ni muy general, ni justificado.

¿Cómo define al amor?

El amor es una condición necesaria de supervivencia no solo de los humanos sino de los primates. El amor ha mutado, ha cambiado. En algún momento se insistió en el amor pasional, el amor aquel que hacía que los amantes murieran de amor por las imposibilidades que tenían de estar juntos. En otro momento hubo una insistencia en el corte realista y moralista del amor, o sea uno se casaba como terminan los cuentos de hadas para ser felices el resto de la vida. Pero ahora estamos asistiendo a un momento en que el amor es algo dramático o divertido depende cómo lo aprovechen los jóvenes. El discurso amoroso se ha vuelto fragmentario. El discurso amoroso ya no apunta a la gran pasión – que va a consumir nuestras vidas- ni tampoco al matrimonio que se parece al tedio, sino apunta a la aventura. En ese sentido duran menos las relaciones.

Y, ¿a la muerte?

Yo soy un necrofóbico. Que quiero decir con eso, que odio la figura de la muerte y por odiarla mismo es mi fantasma. La muerte es un hecho que aunque dijéramos que es algo normal -que a todos nos espera- nos vuelve distintos de todas las otras especies animales, en la medida en que todos sabemos que somos seres hechos para morir. Y, en ese sentido, todo está marcado por la idea del término incluso en el amor, por la pasión que tiene que terminarse.

En varios de sus libros topa temas sobre la tecnología o la ciencia ¿cómo se lleva Abdón con ellas?

La ciencia tiene aspectos abominables como que hay científicos que trabajan en la bomba atómica, en el exterminio, en las armas de destrucción masiva, y ni siquiera se da cuenta todo el dolor que van a generar. Por otro lado, la enajenación. Estamos todo el tiempo pendientes en la computadora o en los celulares. Pero por otro lado me nace el espíritu juguetón, el afecto a la ciencia y a la tecnología, entonces me gusta al menos saber cómo funcionan las cosas.

Abdon Ubidia libros

Breves respuestas, para cuestiones cotidianas…

¿Una ciudad?

Praga y Estambul

¿Un libro?

Lolita, de Vladimir Nabokov

¿Una película?

Lola, de Rainer Werner Fassbinder

¿Una canción?

Obviamente la 9na sinfonía de Beethoven es obligatoria, pero me gusta algo que oía de niño que es el Capricho italiano de Tchaikovsy.

¿Un escritor?

Serían varios, pero básicamente Borges

¿Su mejor texto?

Faulkner tiene ya la respuesta, dice: a los escritores nos pasa como a las madres que no queremos al hijo más bello ni más afortunado, sino justamente al que tanto trabajo nos ha causado. Yo creo que la novela Sueños de lobos me causó mucho trabajo y para mí tiene un lugar especial en el corazón.

¿Una mujer?

¿Quién no ha estado enamorado de Madame Bovary, de Flaubert? Del siglo 20, Justine de Lawrence Durrell. Con suerte no las conocí.

Fuente:  http://www.andes.info.ec/es/noticias/abdon-ubidia-odio-muerte-odiarla-es-mi-fantasma.html

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