CIESPAL presentó “El capital en el siglo XXI”

La noche del jueves 5 de febrero de 2015, se realizó en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) la presentación del libro ´El Capital en el siglo XXI´, del economista francés Thomas PIKETTY, especialista en desigualdad económica y distribución de la renta. Esta obra que ha sido traducida al español y se está vendiendo en 32 dólares en CIESPAL, en la librería Rayuela, es un éxito mundial y se ha convertido en un nuevo referente del análisis del capitalismo.

En la presentación del libro, los comentaristas de la obra de Tomas Pketty fueron: René Ramírez, Secretario de Educación Superior Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT), Magdalena León, economista feminista e integrante de la Red Latinoamericana Mujeres Transformando la Economía de la Fundación de Estudios, Acción y Participación Social, y Fánder Falconí, economista y político ecuatoriano, además docente e investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Sede Ecuador. Como moderadora actuó la socióloga y comunicadora Carol Murillo Ruiz.

A partir de una base de datos económicos de una veintena de países, entre ellos Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, Reino Unido y Suecia, el autor hace un minucioso recorrido histórico y estadístico para identificar ciertos patrones en el proceso de acumulación del patrimonio en las principales economías. PIKETTY ofrece un muy detallado análisis de cómo se han distribuido el ingreso y la riqueza en el mundo, desde el siglo XVIII hasta nuestros días.

Para el investigador de la École d’économie de Paris, cada nación ha respondido de manera diferente a una ley básica del capitalismo, según la cual el rendimiento del capital suele ser superior a la tasa de crecimiento de la economía, esto estimularía la concentración de la riqueza y agravaría la inequidad; por lo que queda a los Estados decidir, individual o colectivamente, cómo influir en esa fuerza polarizante. Tomas Piketty pide correctivos para que los ricos no sean cada vez más ricos.

El Secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, René Ramírez, dijo que este es un libro enriquecido de manera transdisciplinar, combina aportes desde la historia, literatura, política, análisis geográfico, brindándonos una visión más completa para analizar la economía y la sociedad. El estudio del 1% más rico de los países más ricos, desplaza la visión tradicional centrada en la pobreza, señaló Ramírez, para quien uno de los elementos fundamentales de la obra es el abordaje del concepto de “desigualdad” y no de “pobreza”.

Siguiendo a Piketty, se puede apreciar que “la desigualdad es consecuencia de las decisiones políticas y no de un falso determinismo económico”, señaló el Secretario y acotó que en los últimos 30 ó 20 años de neoliberalismo, el mayor impacto de construcción hegemónica de la derecha fue convencer – incluso a la izquierda- que para reducir la pobreza había que tener políticas focalizadas pro-pobres, acentuando las desigualdades en los sistemas de educación y salud principalmente.

“Para alcanzar una sociedad más igualitaria hay que hacer investigación sobre los ricos. Este es un grupo que no se ha estudiado, se ha hecho hiperfocalización en los pobres cuando el problema de la pobreza no está en los pobres sino en los ricos”, manifestó y explicó que adoptar ese enfoque de investigación, implica un cambio epistemológico que se puede extraer de la obra de Piketty.

La inversión en educación pública de calidad se orienta a reducir la desigualdad en términos estructurales, enfatizó Ramírez, quien en el contexto del contenido del libro de Piketty, resaltó la importancia de la democratización en el acceso a la educación e invitó a identificar la reducción de la desigualdad pre y post revolución ciudadana.

A partir de la experiencia ecuatoriana se observa claramente, que en 1998 la ligera caída de la desigualdad y la pobreza se debió a factores exógenos, como las remesas de los migrantes y el crecimiento de la economía europea, pero si se analiza la situación estructural actual del país, podemos apreciar que el decrecimiento de la desigualdad se debe -en parte-, al crecimiento en 24 puntos del número de personas que acceden a la seguridad social. No obstante, el factor medular de las conclusiones a la que llega Piketty, tiene que ver con la democratización a nivel educativo.

En las últimas dos décadas, entre el 20% de la población más pobre, la tasa de matrícula en educación superior se redujo pasando del 20 al 9% para llegar a 2006 alrededor del 9.5%. A nivel de educación secundaria hubo una caída, lo que dio paso a una des-acumulación de talento humano y conocimiento, eñaló René Ramírez.

Actualmente, uno de los mayores avances del Gobierno nacional, explicó Ramírez, es la de haber incrementado en ocho veces, prácticamente al doble, la matrícula en el nivel secundario. De este modo es como se dan las transformaciones estructurales de la redistribución, varias de las políticas públicas se orientan hacia la democratización en el acceso al sistema de educación superior, a través de la meritocracia, así lo muestra la gratuidad en la educación superior y las becas que se entregan a miembros de la familias que reciben el Bono de Desarrollo Humano.

Magdalena León señaló que “ es una obra enormemente rica así no coincidamos con su enfoque y análisis”. “El libro que es producto de 15 años de investigación establece la estructura de la desigualdad”. “Desigualdad y concentración de la riqueza es analizada en el libro”. “Su fórmula es la defensa del Estado Social”. “Sugiere mayor inversión en educación, salud y seguridad social”. “El autor se remite a las fuentes nacionales para su análisis”. “ “Piketty plantea claramente su metodología, su análisis y sus coclusiones”.

Fánder Falconí destaco que “Con el advenimiento de la economía neoclásica del “bienestar” –base teórica del neoliberalismo- se dejó de lado los estudios sobre desigualdad, que luego surgieron con fuerza en el debate económico y social, y en donde no se pueden obviar los grandes aportes latinoamericanos”.

En la actualidad hay una difusión muy interesante de estudios sobre la distribución desigual del ingreso y la riqueza material. Se destacan, entre otros, el reciente de Oxfam “Riqueza: tenerlo todo y querer más”, el que llega a una conclusión: 80 individuos concentran igual riqueza que los 3500 millones de habitantes más pobres en el planeta, o sea la mitad de la población mundial, expresó Falconí.

Agregó que la acumulación desigual se puede representar como una figura piramidal, en cuyo vértice se sitúa el 0.7% de las personas, el selecto grupo de los multimillonarios, que concentran el 44% de la riqueza, según el Credit Suisse Research Institute. El 70% de las personas, que apenas poseen el 2.9% de la riqueza, están en la base de la pirámide

El libro de Thomas Piketty, “El capital en el siglo XXI”, que ha causado un gran revuelo internacional, forma parte de este tipo de estudios. El argumento central es que el aumento de la concentración de la riqueza y el ingreso es propio del sistema capitalista. Es poco usual que un texto académico de economía conste en la lista de los libros más vendidos en los Estados Unidos y en Europa, precisó Fánder Falconí.

La revista británica The Economist denominó a Piketty como “el moderno Marx”. Sin embargo, es necesario precisar que el autor no hace un análisis marxista, no define en forma apropiada clase social ni capital, tampoco está presente un análisis de las contradicciones sociales que permiten esa acumulación. O sea, más que raíces marxistas, Piketty tendría raíces clásicas, o pre neoclásicas, fueron una de las muchas conclusiones que presentó Fánder Falconí. Su intervención fue muy aplaudida y comentada, al igual que la de sus compañeros que intervinieron en el análisis del libro de Piketty.

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