
Entre los hitos más destacados del año, afirma, se emitió el Acuerdo Ministerial MCYP-MCYP-2024-0170-A, que regula la tenencia privada de bienes arqueológicos y paleontológicos, combatiendo el tráfico ilícito y fomentando su conservación. Asimismo, agrega, se delimitaron sitios emblemáticos como Palanda, Real Alto y Aychapicho, estableciendo un marco legal sólido para su preservación a largo plazo.
Celebrando las tradiciones vivas
En el ámbito del patrimonio cultural inmaterial, anota , se actualizó la normativa técnica y se impulsaron encuentros interinstitucionales para salvaguardar el tejido del sombrero de paja toquilla, reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. También se destacó la importancia de expresiones artísticas como el pasillo ecuatoriano, reafirmando su valor como símbolo nacional y cultural.
Un frente unido contra el tráfico ilícito
Subraya que la lucha contra el saqueo y la comercialización ilegal de bienes culturales fue prioritaria. Durante el año, se realizaron reuniones del Comité Técnico de Tráfico Ilícito de Bienes Culturales y, en coordinación con la UNESCO, se llevó a cabo el primer taller sobre las Convenciones 1954-1970 de la UNESCO, enfocado en tráfico ilícito y conflicto armado. Este evento reunió a 45 funcionarios de 26 instituciones públicas y académicas, generando propuestas clave y estableciendo una hoja de ruta para 2025.
Además, se avanzó en las gestiones para un nuevo Memorando de Entendimiento entre los gobiernos de Ecuador y Estados Unidos, orientado a fortalecer las restricciones sobre la importación de material arqueológico y etnológico.
Preservación de la memoria cultural
Acciones inmediatas se llevaron a cabo para proteger bienes patrimoniales emblemáticos como el disco lítico de la quebrada Colorada y la Cruz de Catequilla, ambos ubicados en San Antonio de Pichincha, así como el disco lítico de Sevilla en Guayamba. También se priorizó la conservación de inmuebles como el Hotel Quito (Pichincha), la Casa Tola (Guayas) y Nazón (Cañar).
Fomento de la arquitectura moderna
Un avance significativo en la conservación de la arquitectura moderna fue la emisión del Informe Técnico INPC-DCTCSPC-IT-2024-129, que valida una ficha y un instructivo para el inventario de edificios, barrios y conjuntos del movimiento moderno. Este logro, fruto de años de trabajo conjunto entre el Estado, la academia y el sector privado, asegura la protección de este patrimonio arquitectónico, según el MInisterio de Cultura.
Certificaciones de manifestaciones culturales
En el ámbito del patrimonio inmaterial, se otorgaron certificaciones a expresiones como:
• Fiesta de San Juan de Pastocalle y los escoberos (Cotopaxi).
• Usos del atuendo tradicional Tsáchila (Santo Domingo de los Tsáchilas).
• Encebollado guayaco (Guayas).
• Mesa de muertos (Santa Elena).
• Fiesta del Rey de la Papa, en Julio Andrade (Carchi).
Educación y sensibilización como ejes centrales
La descentralización de la gestión patrimonial avanzó a través de talleres y capacitaciones dirigidos a Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). Estas iniciativas, complementadas por campañas de comunicación, han sensibilizado al público sobre la importancia de proteger el patrimonio cultural.
Compromiso con el futuro
Las acciones emprendidas en 2024 no solo protegen nuestro pasado, sino que también proyectan un futuro sostenible y cohesionado. Entre los objetivos planteados para 2025 se incluye la rehabilitación de inmuebles patrimoniales, priorizándolos para vivienda de interés social, así como la identificación y delimitación de nuevos sitios arqueológicos y paleontológicos.
En la actualidad, la identidad cultural se erige como un valor invaluable. Los esfuerzos de Ecuador en la protección de su patrimonio cultural demuestran que priorizar el legado histórico no solo preserva la memoria, sino que también asegura un futuro más inclusivo y sostenible para las próximas generacione, concluye la evaluación del Ministerio de Cultura.
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