Suite orquestal No. 2 en si menor, BWV 1067

Johann Sebastian Bach

La Suite en Si menor se abre con una Ouverture, una etiqueta francesa que indica la inspiración subyacente del movimiento. La combinación de una apertura lenta y grave y el consiguiente Allegro fugato se originó en última instancia en las oberturas francesas de Jean-Baptiste Lully (1632-87), que las utilizó para el prefacio de sus óperas y ballets. Siguen seis movimientos más cortos, todos ellos danzas, cada una de ellas con carácter diferente. Al igual que la Ouverture, varias de ellas tienen origen francés, como el Rondeau, o la Bourée y el Menuet, danzas de moda en la corte de Luis XIV. La Sarabanda una danza lenta, ceremonial, es de origen español. La Polonesa, derivada de una danza folclórica polaca, era la reserva de los compositores alemanes – también era la favorita de Telemann en sus suites orquestales. La suite se cierra con la Badinerie – junto con el Aire de su Suite Nº 3, uno de los mayores éxitos orquestales de Bach – un movimiento breve y de alto espíritu y una verdadera exigencia virtuosa para la flauta.

Serenata para cuerdas en Do Mayor, Op. 48

Piotr Ilich Tchaikovski

Tchaikovsky consideraba la Serenata como una de sus mejores obras, el autor decía sobre ella: “La escribí desde la compulsión interior. Esta es una composición de corazón, y por eso, me atrevo a esperar que esta obra no carezca de cualidades artísticas». El primer movimiento, Pezzo in forma di sonatina, está rematado por un coral marcado como Andante non troppo. La sonatina sugerida en el título comienza en el Allegro moderato, tomando la forma de una estructura de sonata concisa. «El primer movimiento es mi homenaje a Mozart», escribió Tchaikovsky. «Se pretende que sea una imitación de su estilo, y me encantaría si pensara que me he acercado a su modelo». El siguiente Vals se remonta a los minuetos de Mozart. Parece sensato que Tchaikovsky integrara el vals, la danza más típica del siglo XIX, en sus sinfonías y en la Serenata de Cuerdas. No es de extrañar que este Vals recuerde más a los valses balléticos y sinfónicos de Tchaikovsky que a los de Johann Strauss. El tercer movimiento, Elegia, se abre con otro pasaje coral, aquí, que aspira incesantemente a elevarse por encima de su tesitura mezza-voce. Un segundo tema se eleva sobre figuras de pizzicato arpegiado en las cuerdas bajas. El ambiente oscuro y desesperado que caracteriza las últimas tres sinfonías del compositor domina gran parte del estado de ánimo de este movimiento. El cuarto movimiento, Finale sobre un tema ruso, se abre con una introducción Andante basada en una canción folklórica rusa, una «canción de arrastre» del Volga. Tanto el tema principal del siguiente Allegro con spirito, basado en la forma del coral de apertura de la Serenata, como el propio coral, que es el gesto final del movimiento, proporcionan un sentido de unidad que abarca toda la obra.

PAOLA ZAMBRANO LOAYZA

FLAUTISTA

Inicia estudios en la Escuela de Música ‘Antonio de Jesús Hidalgo’ en la ciudad de Piñas, obteniendo el título de bachiller en Música. Recibe clases con los maestros Flavio Nieves, Alejandro Fuertes, Fabricio Toro, Guido Paccha. Integrante de la Banda Infanto-Juvenil ‘Edgar Palacios’ del Municipio de Piñas, actual Orquesta Sinfónica del Municipio de Piñas, con la que asiste a capacitaciones en la ciudad de Quito donde recibe clases con destacados integrantes de la Banda del Consejo Provincial de Pichincha. Desde el 2003 hasta la fecha, es integrante de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, habiendo recibido apoyo académico del maestro Miguel Jiménez Cueva, Hëyke Spaethe (Alemania) en la academia de Música From-A. Obtiene el título de Licenciada pedagogo – instrumentista especialidad Flauta traversa en la Universidad Técnica de Manabí.

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