Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Peter Albert David Singer (Melbourne, Victoria, Australia, 6 de julio de 1946) es un filósofo utilitarista australiano. Profesor de derecho y más tarde de filosofía en la Universidad de Monash (Melbourne). Tras sus estudios iniciales en Australia, se traslada a la Universidad de Oxford, donde toma contacto con el utilitarismo ético mediante la lectura de autores en lengua inglesa, como Jeremy Bentham y John Stuart Mill. Allí participa de protestas contra la guerra de Vietnam, y también tiene lugar su «conversión» al vegetarianismo, por influencia de algunos estudiantes, que le despertaron el interés por la ética aplicada a los animales, el trato ético a los animales, el aborto, la eutanasia, la pobreza, la distribución de ingresos, la educación, entre otros.
Este año se cumple el 43º aniversario de la publicación de Liberación animal (Animal Liberation) en 1975. Con este libro, el filósofo australiano Peter Singer inició una de las carreras académicas con mayor impacto del siglo pasado. Liberación animal ha ayudado a impulsar el debate contemporáneo en torno a la ética animal y ha inspirado el trabajo de muchas otras personas en el mundo académico. Este libro ha contribuido de forma significativa al crecimiento del movimiento por la igual consideración de los animales no humanos. Asimismo, ha influido en mucha gente, animándola a adoptar el veganismo y a volverse activistas en defensa de los animales. Pocos objetivos morales pueden llegar a producir un bien similar o mayor.
Ha fundado el proyecto Gran Simio para promover sus ideas. Ha conseguido que: Gran Bretaña y Nueva Zelanda introduzcan normativas para protegerlos. En primer lugar, quiere prohibir cualquier tipo de experimentos con ellos (derecho a la integridad física). Segundo, exige que se deje de cazarlos (derecho a la vida); tercero, propone liberarlos de los zoológicos (derecho a la libertad). Quiere consagrar, jurídicamente, esas medidas, con su inclusión por la ONU, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El Proyecto Gran Simio no pretende que se considere a chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos como humanos, que no son, si no como homínidos que SI son. Si la cercanía genética entre el hombre y los demás simios es grande, aún lo es mayor entre estos y otros homínidos como los neandertales, habilis, erectus, etc. Por lo tanto, ya que los grandes simios son tan homínidos como los neandertales, erectus, etc, el Proyecto Gran Simio solo pretende que se les trate y se les reconozca derechos como se los reconoceríamos a estos si no se hubiesen extinguido.