El Día Nacional de la Cultura se consagró en 1975 y toma como referencia el aniversario de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, fundada el 9 de Agosto de 1944. El Día Nacional de la Cultura y el Aniversario de la Casa de la Cultura están ligados desde su nacimiento, puesto que el 11 de noviembre de 1943, el presidente Carlos Alberto Arroyo del Río fundó el Instituto de la Cultura Ecuatoriana.
Posteriormente, el 9 de Agosto de 1944, gracias al impulso interpuesto por el Dr. Benjamín Carrión se fundó la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE), que se creó para fomentar, orientar y coordinar el desarrollo de una auténtica cultura nacional.
La idea partió de la necesidad de devolver al Ecuador la confianza perdida, como consecuencia de la pérdida territorial, ocurrida en 1941. “Si no podemos ser una potencia militar, ni económica, podemos ser, en cambio, una potencia cultural, nutrida de nuestras más ricas tradiciones”, decía Benjamín Carrión.
En 1975, durante el mandato del general Guillermo Rodríguez Lara, se expidió el Decreto N° 677 que consagró al 9 de Agosto como Día Nacional de la Cultura. La fecha del 9 de Agosto, que se le escogió, corresponde a la fundación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Pero es hermoso reparar en que aquélla es la víspera de otra fecha sigificativa, no solo en el orden de nuestros esforzados ajetreos históricos, sino en el del pasado de los otros países américo-hispanos: la del 10 de Agosto de 1809. En aquel día, un grupo de quiteños -Montúfar, Ante, Rodríguez, Quitoga, Morales-, hombres de temprana conciencia rousseauniana, discípulos de la Enciclopedia, herederos, según cierta rencorosa autoridad española, «de los proyectos sediciosos de un antiguo vecino nombrado Espejo», promovió la primera revolución emancipadora de este continente, pero con una cabal dialéctica política, en la que no faltó ni el consenso popular de los barrios, ni la designación de un Gobierno de criollos, ni la moderna división de las tres funciones del Estado. Si ese movimiento se frustró entonces, por ello fracasó su empeño de dejar derribados los muros que nos mantuvieron reclusos en una penumbra espiritual de más de tres siglos. Ojalá que aquella víspera del 10 de Agosto, fecha elegida para el Día Nacional de la Cultura, resulte también propicia para echar abajo esos otros muros, invisibles, que impiden el encuentro de las minorías intelectales con el pueblo humilde, ruda y triste muchedumbre de parias que se palpan todavía el harapo de sus pobrezas en la difícil realidad de nuestra cultura.
EcuadorUniversitario.Com