Por: Audrey Azoulay
Directora General de la UNESCO,
En este periodo de incertidumbre, son muchas las personas que recurren a los libros para vencer el confinamiento y la preocupación.
De hecho, los libros tienen esa capacidad única de entretenernos, de instruirnos, de ser ala vezel instrumento que sirve para salir de sí mismo y para encontrarse con un autor, una autora, un universo o una cultura, y de ofrecer un tiempo para sumergirse más profundamente en sí mismo. De ese modo, los libros trazan, página tras página, los caminos para deambular en la intimidad del pensamiento humano de todos los tiempos y todos los lugares, lo que también se denomina libertad.
Necesitamos toda la magia de los libros en un momento en que recordamos colectivamente lo esenciales que son para nosotros la literatura y todas las demás artes.
Al celebrar los libros, también celebramos a sus autoras y autores que nos ofrecen esos fragmentos de vida, esos universos, una ventana y una mirada sobre el mundo. Por ello, esta celebración tiene lugar el 23 de abril, fecha del aniversario de la muerte de William Shakespeare, Miguel de Cervantese, Inca Garcilaso de la Vega, que han alimentado nuestros imaginarios desde hace cuatro siglos.
Con ellos, también rendimos homenaje a todas las profesiones del libro, la edición, la publicación y la traducción, que garantizan la difusión de nuestro patrimonio literario y permiten que las nuevas creaciones encuentren un lugar para expresarse y que las ideas circulen.
Estas profesiones deben ser protegidas y valoradas. Ello es aún más cierto en este período de COVID-19, que plantea un peligro profundo y duradero para esta economía del encuentro que es la cultura.
Por ese motivo, la UNESCO valora la labor de los editores, en particular mediante las alianzas que ha establecido con la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas y la Unión Internacional de Editores.
Para que el poder de la lectura se ejerza plenamente, y para que todas y todos encuentren refugio, sueños, conocimiento y reflexión en ella, es importante tener acceso a los libros. Este es el significado del compromiso de Kuala Lumpur, que este 23 de abril se convierte en la Capital Mundial del Libro 2020, en particular gracias a su determinación de promover la alfabetización y el desarrollo de una cultura del libro inclusiva.
En estos tiempos en los que la lectura es tan valiosa, nuestro compromiso común en favor de la integración en la lectura y a través de ella cobra todo su valor.
Para este Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, invito a todas y a todos a empezar libros, a pasar sus páginas y a encontrar en ellos un soplo de aire fresco para el presente y el futuro.
23 de abril de 2020