Por: Dr. Luis Rivadeneira Játiva
Juan León Mera Martínez nació en Ambato el 28 de junio de 1832 y falleció el 13 de diciembre de 1894. Fue un ensayista, novelista, político, y pintor. En la pintura fue uno de los pocos pintores romanticistas y uno de los primeros costumbristas que enriquecieron las artes plásticas durante las primeras décadas republicanas.
Entre sus obras literarias más destacadas se encuentra la letra del Himno Nacional del Ecuador y la Novela Cumandá. Heredero y admirador del romanticismo francés, en particular de Chateaubriand, se le atribuye el papel de fundador de la crítica literaria en su país.
En el 2018 estamos celebrando el Sesquicentenario de: “Ojeada histórico-crítica sobre la poesía ecuatoriana, desde su época más remota hasta nuestros días”, escrita por Juan León Mera Martínez en 1868, y obra en la que mostró un pronunciado interés por la lírica quichua.
En una parte de su prólogo, Mera manifiesta lo siguiente:
“Dos objetos me he propuesto al escribir el presente opúsculo: historiar la poesía ecuatoriana, dando a conocer al público los nombres y las producciones de algunos poetas nacionales de quienes no se tenía noticia ninguna; y contribuir de alguna manera a la formación del buen gusto entre nuestros jóvenes compatriotas dedicados al culto de las musas. Para lo primero, he colectado algunos materiales antiguos y de no escaso mérito; y, para lo segundo, empleado la crítica imparcial y los sanos consejos fundados en el examen de las poesías que han dado materia para este libro y apoyados en los principios y conocimientos que he llegado con el estudio y la atenta lectura de los buenos poetas. En la parte histórica, el trabajo ha sido más bien material que intelectual, y su desempeño ha requerido más bien paciencia que estudio y reflexión. La parte analítica y crítica, en la cual he dejado el papel de narrador para hacer el de juez, me ha costado largas meditaciones y aún vigilias. Esto no ha venido de lo extenso de la tarea ni de su extrema dificultad, pues la pequeñez de mi repertorio poético no da trabajo para muchos días, sino del temor que naturalmente infunden la escasez o deficiencia de talento y luces”.