En su intervención, el Presidente Guillermo Lasso expresó: “Es un honor rendir tributo a sus talentos. Este reconocimiento es testimonio de que su trabajo y sus méritos han contribuido al fortalecimiento de la cultura nacional”. A su vez, resaltó que, en este Ecuador democrático, respetuoso de todas las divergencias y libertades, el Gobierno afianza los valores artísticos y científicos que los artistas perfeccionan en el tiempo.
El Mandatario señaló que no es coincidencia que estos premios lleven el nombre del gran promotor del pensamiento científico y espíritu crítico: Eugenio de Santa Cruz y Espejo: “Sus ideas y proclamas libertarias removían la conciencia de los habitantes de esta ciudad. Y su pluma y visión política –junto al aporte de otros ciudadanos de amplio pensamiento- fueron determinantes para que Quito se convirtiera en Luz de América”, anotó.
La ministra de Cultura y Patrimonio, María Elena Machuca, señaló que reconocer la trayectoria creativa de ecuatorianos y ecuatorianas, cuya obra marca un legado para el país y el mundo, es la razón de ser el premio Eugenio Espejo. Y este reconocimiento que concede una pensión vitalicia a destacados ciudadanos de las letras, artes y ciencias del país, ha condecorado a destacados personajes ecuatorianos como Benjamín Carrión, Alfredo Pareja Diezcanseco, entre otros.
El ganador del premio Eugenio Espejo –en la categoría Literatura- Javier Vásconez en representación a los ganadores, señaló que hoy es un día de celebración para quienes se mueven en el arte, porque este galardón “le remite a un riquísimo mundo de la cultura, ideas, música, imágenes y la palabra”.
Tras la presentación musical de la Orquesta Sinfónica Nacional del Ecuador y de la ganadora en la categoría Arte y Cultura, Patricia González, Lasso expresó que los ganadores del Premio Eugenio Espejo son dignos acreedores de la mayor distinción que hace el Ecuador al talento y a la creación: “Debemos seguir fortaleciendo nuestra cultura para hacer del Ecuador un país más independiente y crítico; más tolerante ante las diferencias; más creativo en sus ideas y más escéptico ante a propagación de falsedades”, concluyó.