“Una sonrisa para Pedernales” se exhibe en la Sala Juan Villafuerte del Ministerio de Cultura

En Quito, en la Sala Juan Villafuerte del Ministerio de Cultura y Patrimonio, se podrá apreciar durante todo el mes de octubre un proyecto artístico inspirado en Street-Art, Arte urbano realizado por estudiantes de varios niveles del Colegio La Condamine cuyo objetivo fue devolver “Una sonrisa para Pedernales”, ciudad de la costa del Pacífico ecuatoriano fuertemente azotada por el terremoto del 16 de abril del 2016.

La exposición se visita de 8:00 a 17:00 de lunes a viernes, la entrada es gratuita.

“Una sonrisa para Pedernales” fue proclamado por unanimidad Primer Premio del Concurso Internacional de Arte Urbano 2018 convocado por la AEFE (La Agencia para la Enseñanza Francesa en el Extranjero) cuyo jurado compuesto por miembros del departamento pedagógico y de Comunicación y Eventos de la AEFE, del artista muralista DaCruz y de una especialista de artes visuales del Instituto Francés expresó: “Esta obra, a la vez colectiva e individual, fue destacada por el mensaje que transmite, la calidez y la originalidad de su realización, así que su valorización, particularmente excepcional.”

Cabe señalar que al concurso se presentaron ciento cincuenta obras de más de cincuenta establecimientos franceses en el mundo.

Estos trabajos fueron presentados en París en el Théâtre de la Villette en el mes de mayo 2018 en el marco de la manifestación « Ambassadeurs en herbe » (Embajadores en formación)

Bajo la orientación de los docentes Lucie Guillot y Luigi Brusa, los estudiantes quisieron solidarizarse con las víctimas poniendo un poco de optimismo en las calles marcadas por la tragedia y donde las prioridades cotidianas sobrepasaban las inquietudes artísticas.

En el aula investigaron autores como Kenny Random y Keith Haring quienes crean entre el graffiti, el arte pop y la ilustración, obras que saludan al pasante con picardía, derroche de fantasía, creatividad, ingenio y pasión por la vida. Por razones de seguridad, los alumnos no se trasladaron a territorio, fueron sus maestros los que instalaron las obras con el permiso de los habitantes y la participación espontánea de niños pedernalenses. De regreso a Quito, los alumnos descubrieron el resultado de su trabajo en contexto por medio de fotografías del antes, el durante y el después.

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