En uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad de Quito, el tradicional Barrio La Ronda, se llevó a cabo un emotivo homenaje previo a la conmemoración de los 100 años del natalicio de Gonzalo Benítez que se cumplirán el 15 de enero de 2016; este personaje de la escena musical ecuatoriana dejó como legado algunos de los temas musicales más simbólicos del pentagrama nacional. Además, Gonzalo Benítez juto a Luis Alberto Valencia, legó un repertorio de 700 piezas musicales grabadas en las que la música nacional alcanza su punto más alto en la interpretación, y que con la mayor fuente de inspiración para los músicos que cobtinúan con la tradición.
El festejo contó con el apoyo del Ministerio de Cultura y Patrimonio y la Prefectura de Pichincha, junto a dirigentes barriales y organizaciones sociales del sector, que de la mano de cantautores e intérpretes de la talla de los Hermanos Nuñez, Amapola Naranjo, Paco Godoy, Trío Colonial, Andrea Cóndor, entre otros, brindaron su aporte desinteresado para traer de vuelta a la memoria los temas compuestos por uno de los íconos del pasillo y otros géneros tradicionales que aún persisten en las voces de varias generaciones quiteñas y de otros rincones del Ecuador.
En medio de las interpretaciones musicales, se guardó un breve momento para atender la intervención de María Luisa Maldonado, Concejala de la ciudad, Gustavo Baroja y Guillaume Long, principales de las instituciones gubernamentales auspiciantes. En su intervención, la representante del cabildo puso a consideración del público asistente, la posibilidad de convertir al espacio donde se realizó el evento, en un lugar donde se pueda rememorar constantemente tanto a Gonzalo Benítez como a Luis “El Potolo” Valencia, su inseparable dupla, por medio del emplazamiento de sus bustos en este lugar y otros proyectos que, en su conjunto, se convertirán en un justo homenaje a los dos maestros de la música ecuatoriana.
En sus intervenciones, las autoridades de la provincia y del Ministerio de Cultura y Patrimonio acogieron la propuesta de la Concejala. Guillaume Long resaltó la importancia de defender la cultura y la identidad, y de no dejarse amilanar por las culturas hegemónicas, ni que en la memoria desaparezcan los recuerdos venidos de nuestros antecesores como el de estos intérpretes o compositores lejanos, para lo que recalcó: “La juventud debe defender la identidad cultural de nuestro país, por eso hemos mantenido la idea de ser el Ministerio de Cultura del barrio, del territorio, de la provincia y de los lugares olvidados”.
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