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Jose María Martín Olalla, profesor de la Universidad de Sevilla: “Ponemos nombre a las olas de calor para crear conciencia y avisar del riesgo”

El proyecto internacional ProMETEO, con la asesoría científica en España del físico Jose María Martín Olalla (Ourense, 53 años), está probando en Sevilla un sistema piloto que clasifica y nombra las olas de calor según su impacto en la salud. Si se alcanzan tres días con temperaturas superiores a 41 ºC, dan la voz de alarma. La primera con nombre propio fue Zoe, en un mes de julio de 2022 con cifras récord.

José María Martín Olalla, físico y profesor en la Universidad de Sevilla. / Proyecto ProMETEO

En la Península, las temperaturas estivales se están adelantando. Convivimos con la sensación de que ya no hay primavera y los termómetros marcan cifras inusuales cada vez con más frecuencia. Pero si hay una provincia que destaque sobre las demás en este sentido es Sevilla: en julio de 1995 registró la temperatura más alta desde que hay registros, 46,6 ºC.

Para que la alerta por calor se extienda a la población, el proyecto ProMETEO, con la portavocía del profesor de la Universidad de Sevilla Jose María Martín Olalla, propone reproducir lo que se hace con otros fenómenos meteorológicos extremos, como los huracanes, y ponerles nombre. En 2023 serán: Yago Sevilla y Xenia Sevilla. “Se trata de un compromiso para proteger a la ciudadanía y a los sectores económicos clave del municipio del calor extremo”, explican en su web.

En ella también destacan que cualquiera puede ser vulnerable a este fenómeno, aunque considere que no está dentro del grupo de riesgo. “Nadie es ajeno a los efectos del calor y cualquier persona, independientemente de su edad, género o condición física, puede verse afectada. Alguna de las circunstancias que te rodean hacen que no debas subestimar el peligro del calor extremo. Procura modificar tus hábitos o rutinas en los días más calurosos”, subrayan.

¿De qué forma surge este proyecto internacional?

El proyecto es una iniciativa del la Alianza para la Resiliencia al Calor Extremo (EHRA, por sus siglas en inglés) de la Adrienne Arsht-Rockefeller Foundation Resilience Center. La EHRA está implementando un sistema de categorización de eventos de calor extremo basados en su impacto en la vida social. Ya lo emplea en cuatro ciudades estadounidenses (Kansas City, Los Ángeles, Miami, Milwaukee) y lo están exportando a ciudades de otros países como Atenas, Santiago de Chile y Sevilla.

La Alianza para la Resiliencia está implementando un sistema de categorización de eventos de calor extremo basados en su impacto en la vida social, que ya se emplea en Los Ángeles o Miami

¿Cómo contactan con ustedes para hacer el piloto en España?

En la búsqueda de operadores locales que aporten sinergias, la Fundación contactó con el Ayuntamiento de Sevilla, que se sumó a la iniciativa como patrocinador, y, a su vez, contactó con las universidades de la ciudad para unirse al proyecto.

Se han decidido ya los nombres de las próximas olas de calor Yago y Xenia. ¿De qué forma se eligen además de por el orden alfabético y qué valor tiene darles un nombre?

La idea es replicar el protocolo de tormentas y huracanes: usar nombres de personas, alternar masculinos y femeninos; usar el orden alfabético, aunque nosotros lo estamos empleando en el sentido inverso.

El objetivo principal es que la identificación del fenómeno, al ponerle nombre, ayude a que la población tenga más conciencia de su existencia, los riesgos que conlleva y que tomen medidas preventivas. Esto es algo que ya se ha demostrado con la categorización de otro tipo de fenómenos meteorológicos adversos como huracanes o tormentas.

Hablan dentro del proyecto de medidas tempranas frente al calor que nos espera. ¿Cuáles serían y en qué momento deben implantarse?

El sistema monitoriza las previsiones meteorológicas en la ciudad con entre tres y cinco días de antelación, lo que permite avisar a autoridades locales y emitir mensajes de aviso a la población

Uno de los objetivos esenciales del proyecto es poder avisar a la ciudadanía para que se prepare ante la llegada de las altas temperaturas. Por eso, el sistema monitoriza las previsiones meteorológicas en la ciudad con entre tres y cinco días de antelación, lo que permite tanto avisar a autoridades locales (ayuntamiento de Sevilla) y emitir mensajes de aviso a la población general para que tome precauciones.

¿Cómo hacen llegar esas alertas?

Cuando detectamos la llegada de un fenómeno meteorológico extremo trasladamos la valoración del impacto de la ola de calor al Ayuntamiento de Sevilla para que adopte las medidas que considere dentro del ámbito de sus competencias. Además utilizamos las redes sociales y los medios de comunicación convencionales para enviar mensajes de prevención a la población general.

Han creado un algoritmo sobre los episodios de calor. ¿Qué parámetros tiene en cuenta?

Desde la previsión de temperatura, a la previsión de humedad, presión ambiental y de ausencia o presencia de nubes. Combinamos estos factores para obtener la temperatura aparente media. Posteriormente, construimos un factor de exceso de calor que tiene en cuenta cómo de cálido es el episodio en relación con los registros climáticos de la ciudad. Es decir, comparamos la temperatura media aparente en tres días con el valor del percentil 95 de la temperatura media aparente en Sevilla. Después lo comparamos con cómo de cálido es el episodio en relación con el promedio del mes anterior.

¿Y con la salud humana?

El primer índice se relaciona con la frecuencia con que la población de la ciudad ha estado expuesta a las condiciones previstas y se denomina factor climático: centramos la atención si la temperatura aparente media de tres días es superior al 5 % de las temperaturas medias más altas de la ciudad. El segundo índice se relaciona con el pasado cercano (un mes anterior) y apunta a la aclimatación del cuerpo humano a las condiciones del verano.

Este índice se categoriza en varios niveles según la peligrosidad que ha mostrado en el pasado: hemos analizado variables meteorológicas y mortalidad desde el año 1995

El producto de estos dos índices es el índice global que categorizamos en cinco niveles según su peligrosidad: hemos analizado variables meteorológicas y mortalidad desde el año 1995.

Se está hablando estos días de la previsión del fenómeno de El Niño ¿Tienen en cuenta su nivel de severidad y consecuencias en este algoritmo?

En el proyecto no tenemos previsiones específicas para este evento pero, obviamente, es una preocupación que, en definitiva, da lugar a este tipo de iniciativas.

Ya existen predicciones meteorológicas diarias. ¿Cómo las complementa este proyecto?

Efectivamente somos complementarios a los tradicionales pronósticos del tiempo. Al estar centrados en la ciudad de Sevilla, nuestro objetivo es proporcionar información adicional al ayuntamiento para que pueda implementar las medidas de prevención que considere dentro de sus competencias y, también, a los vecinos de la ciudad.

Hay varios niveles de olas de calor según el peligro que suponen ¿Qué características tienen de la más a la menos extrema?

Para que entremos en modo de preocupación se tiene que superar el percentil 95 de la temperatura de la ciudad (41,2 ºC en Sevilla, si hablamos de temperatura máxima) durante al menos tres días consecutivos. Esto es un fenómeno infrecuente, pero no extraño. Así que hablamos de tres días con temperaturas superiores a 41 ºC para que ProMETEO Sevilla empiece a mostrar signos de alerta.

Somos complementarios a los tradicionales pronósticos del tiempo

Además, cuanto más alta sea la temperatura, mayor será nuestra preocupación. Si la temperatura creció mucho en el último mes, eso añade más preocupación a nuestro sistema. Por citar un ejemplo, el verano pasado cuando lanzamos el nombre de la ola de calor Zoe, concurrían sostenidamente temperaturas medias 3 ºC superiores al percentil 95 y 6 ºC superiores al promedio del mes anterior. 

Los factores recogidos por el sistema de monitorización de este proyecto piloto se clasifican atendiendo a cinco niveles: riesgo muy elevado, riesgo elevado, impacto medio, impacto medio-bajo y sin impacto. Cada nivel de riesgo se corresponde con un sistema visual de información y con una serie de recomendaciones que envían a la población.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

 

El debate de la ética de la inteligencia artificial no es tecnológico sino social

La UNESCO llama a implementar sus recomendaciones sobre la ética de la inteligencia artificial para evitar su mal uso.

 La inteligencia artificial parece estar aumentando la desigualdad porque la mitad del mundo no está conectada a internet.

Gabriela Ramos , directora general adjunta de la UNESCO para las Ciencias Sociales y Humanas.

Unsplash/D koi
La UNESCO llama a implementar sus recomendaciones sobre la ética de la inteligencia artificial para evitar su mal uso.

3 Mayo 2023

Cultura y educación

Recientemente, más de mil profesionales del sector tecnológico pidieron una pausa de seis meses al desarrollo de la inteligencia artificial, avivando así el debate sobre la ética de esta tecnología que permea en todos los ámbitos de la vida moderna y que, sin embargo, no es representativa de la humanidad en su conjunto.

La directora general adjunta de la UNESCO para las Ciencias Sociales y Humanas, Gabriela Ramos, conversó con Noticas ONU sobre los beneficios y riesgos de la Inteligencia Artificial y sobre la necesidad de regulación y gobernanza del mundo digital.

Al referirse a la moratoria solicitada, Gabriela Ramos la consideró poco realista y explicó que el propósito de esa petición coincide con lo que ha planteado la UNESCO desde hace dos años en su Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial.

La amplia entrevista comenzó con la definición del término.

Noticias ONU: ¿Cómo define la inteligencia artificial la UNESCO?

Gabriela Ramos: La inteligencia artificial es la capacidad que están adquiriendo las computadoras con base en una disponibilidad mayúscula de datos de almacenamiento, de datos en la nube y de modelos computacionales muy poderosos de realizar actividades que se acercan a la inteligencia humana. Son capaces de producir análisis, reconocer patrones de comportamiento, hacer predicciones y recomendaciones.

Estamos frente a una tecnología que, además, es muy difundida y afecta todos los rubros de nuestra vida. No es un sector, no es una herramienta, es una tecnología que permea en todos los sectores, en toda la economía, en toda la sociedad, muy, muy difundida, en todo el mundo.

Gabriela Ramos, directora general adjunta de la UNESCO para las Ciencias Sociales y Humanas.
UNESCO/Christelle Alix
Gabriela Ramos, directora general adjunta de la UNESCO para las Ciencias Sociales y Humanas.

Noticias ONU: ¿Cuál es la importancia que tiene y cuáles son los beneficios que nos aporta?

Gabriela Ramos: Es un apoyo fundamental para los objetivos en las empresas, en los gobiernos. Por ejemplo, sin la inteligencia artificial, nunca hubiéramos podido elaborar cuatro vacunas del COVID, porque con la capacidad de las computadoras pudimos hacer un análisis mucho más rápido del virus y tener análisis que a los seres humanos nos hubieran tomado mucho más tiempo.

Lo mismo que en la descodificación de los genes. Hubiera tomado a los seres humanos años y años realizar ciertos análisis, la velocidad con la cual esta tecnología está avanzando estos análisis es fundamental. Y luego, nos sirve para manejar sistemas. Son tecnologías que optimizan y maximizan los procesos, mejoran los procesos de manera que resultan mucho más eficientes y de ahí que, por ejemplo, uno tenga grandes expectativas de que nos puedan ayudar con el cambio climático, nos pueden ayudar a manejar mejor el sistema de alimentación mundial. Nos pueden ayudar a manejar mejor el consumo energético o planear la cuestión de los desastres naturales, que ya lo están haciendo en la actualidad.

Hay una contribución fundamental que puede hacer esta tecnología, además de todo lo demás que nos ha hecho la vida más fácil. Uno ya puede acceder al internet y tener muchas respuestas y tener muchos apoyos y vivir una vida mucho más cómoda. Es muy impresionante lo que nos pueden dar y lo que nos han dado que no se ve: optimizan y maximizan los sistemas bancarios y manejan los sistemas energéticos.

Noticias ONU: Tiene muchas ventajas, indudablemente; sin embargo, numerosos expertos en derechos humanos y científicos, la propia UNESCO, han advertido de los riesgos que supone…

Gabriela Ramos: Lo que decimos en la UNESCO es que éste no es un debate tecnológico, porque mucha gente quiere ver esto como un debate tecnológico, que tenemos que enfocarnos a las tecnologías, como si las tecnologías nos cayeran del cielo y no fueran una hechura de nosotros, de los seres humanos.

La pregunta fundamental que nos tenemos que hacer en un mundo altamente desigual -que es uno de los legados del modelo económico que hemos seguido, pero también del COVID, etcétera-, es si estas tecnologías nos van a ayudar a reducir esas desigualdades o si las van a aumentar.

Con la información que tenemos hasta el momento, parecería que las están aumentando o al menos no están siendo utilizadas para reducir las brechas porque tenemos la mitad de la población del mundo que, o no está conectada a internet, o está conectada a un internet de baja calidad, o no tiene las competencias para utilizar las tecnologías de una mejor manera. Ya sólo con eso hay que hacer un esfuerzo enorme para que no sea una discusión de países con un nivel socioeconómico alto o mediano alto, sino que sea una discusión para todos.

Las tecnologías tienen el modelo económico en el cual se están desarrollando, están altamente concentradas. El último reporte de Stanford nos indica que Estados Unidos y China desarrollan el 80% de estas tecnologías. ¿Y qué es lo que sucede con ello? Que la falta de diversidad y de inclusión en el desarrollo de las tecnologías arroja resultados discriminatorios, llegan al mercado con equipos de inteligencia artificial que no son diversos, con ciertos sesgos, con ciertas formas de ver la vida, con bases de datos que no son representativos.

Porque si la mitad del mundo no está conectado, los datos no son de todo el mundo, son de ciertos grupos que pueden estar representados y los algoritmos pueden ser opacos y sesgados. Esto puede y ya está causando daño. Lo hemos visto, por ejemplo, con las tecnologías de reconocimiento facial que fueron como muy visibles, en donde tenían más problemas para reconocer gente de color oscura o mujeres, que hombres blancos. ¿Y por qué? Porque se les entrenó así, los algoritmos son mecanismos para entrenar a las computadoras a reconocer ciertos patrones. Si los patrones son de un hombre blanco de cierta región, evidentemente está reproduciendo los sesgos más allá de la utilización negativa, y estoy hablando simplemente de estos problemas inherentes que no tienen un objetivo negativo.

Cuando hablas de la utilización y la manipulación de los datos, la desinformación, y el objetivizar a la gente, o el espionaje masivo, o la notación social o la manipulación neuro cognitiva, esos ya son problemas mayores, pero también tienen que ver con una falta de regulación.

Para nosotros el tema no es la tecnología, es la sociedad y es la gobernanza de las tecnologías.

Las compañías de automóviles como Tesla usan cada vez más la inteligencia artificial para el control de vehículos.
Unsplash/David von Diemar
Las compañías de automóviles como Tesla usan cada vez más la inteligencia artificial para el control de vehículos.

 

Noticias ONU: Precisamente, la UNESCO ha elaborado un marco ético para el uso de la inteligencia artificial. ¿Cuáles son las principales recomendaciones?

Gabriela Ramos: La principal recomendación es que nos aseguremos justamente que éste no sea un debate tecnológico sino social, y que nos aseguremos de que las tecnologías tienen una dirección clara para apoyarnos a nosotros, a nuestras sociedades, a los seres humanos, a tener resultados inclusivos y a construir sociedades justas y pacíficas. Nuestra recomendación empieza con esa definición. El tema ético es como una brújula donde el imperativo moral te dice cuándo tienes resultados dañinos, cuándo hay daño y cuándo no, pero la definición más concreta de la recomendación es que las tecnologías deben promover y proteger los derechos humanos y la dignidad humana.

Deben tener cuidado con su impacto carbónico, tienen que construir sociedades más justas y pacíficas y tienen que evitar la discriminación. Esto es casi como decir: dejemos de estar pensando que esto es solamente una cuestión comercial, o que esto se debe regir por cuestiones políticas, o que se debe regir por otras consideraciones, esto se tiene que regir por los valores más importantes que hemos desarrollado como seres humanos. Estos valores se tienen que traducir con algunos principios de transparencia, porque las tecnologías son muy opacas. Para nosotros es importante tratar de lograr esa transparencia, esa rendición de cuentas, lo que no es sencillo porque muchas veces las tecnologías reproducen y el desarrollador no tiene ni idea. Nuestra recomendación dice sí, seguramente hay cajas negras y seguramente hay aprendizaje de las máquinas, y ahora también de la tecnología generativa, evidentemente son palabras mayores, pero al final siempre debe haber un ser humano que es responsable y por esto nuestra recomendación dice no a darle una personalidad jurídica o legal a los desarrollos tecnológicos.

Si me han afectado en mis derechos humanos, yo tengo que saber quién fue y que me lo explique y buscar resarcimiento y establecer el estado de derecho en línea. Nuestra recomendación la elaboró un grupo multidisciplinario, al final fue adoptada por 193 países. Se trata de reenmarcar el debate y hacerlo un debate de resultados en nuestras sociedades y no geopolítico o comercial, o de otras consideraciones.

Si me han afectado en mis derechos humanos, yo tengo que saber quién fue y que me lo explique y buscar resarcimiento y establecer el estado de derecho en línea.

Noticias ONU: La recomendación la adoptaron 193 Estados, pero ¿qué me dice de las empresas, que son las principales desarrolladoras de la inteligencia artificial y las que lucran con ella? ¿Qué respuesta tiene de ellas?

Gabriela Ramos: Las empresas siempre van a aprovechar cualquier espacio de libertad que se les otorgue. Entonces, el hecho de que ahorita tengan este espíritu de autorregulación, y que también haya muchas de ellas que están cabildeando para que no se adopten ninguna regulación, no quiere decir que el Estado esté inerme y que los gobiernos no tengamos las herramientas para mejorar las cosas.

Aquí la única cuestión es que los gobiernos, y por eso esta recomendación se dedica a los gobiernos, adopten regulaciones sólidas que creen los incentivos para que las empresas hagan inversiones sustentables, y así las empresas van a cambiar su comportamiento porque no les va a quedar de otra.

No quiere decir que se deba hacer una cuestión impuesta de arriba hacia abajo, porque también hay que hacerlo en una forma donde se invite a las empresas a que compartan sus puntos de vista, pero la responsabilidad es de los gobiernos.

Los Estados crean una norma. Tienes una norma que las empresas tienen que seguir y les das la confianza, pero si algo sale mal debe haber una adjudicación del daño y tiene que haber un resarcimiento.

Noticias ONU: ¿Y lo ha habido?

Gabriela Ramos: Sí, sí hay muchos, por supuesto que sí, cuando se puede adjudicar el daño. Pero eso requiere de Estados capaces, de gobiernos capaces. Necesitamos invertir en las capacidades de los gobiernos, invertir en instituciones que se establezcan para cumplir con este objetivo y tener funcionarios que entiendan cómo funcionan las tecnologías y que puedan regularlas de una manera eficiente. Uno le tiene por qué pedir permiso al sector privado.

Noticias ONU: Hay Estados que utilizan la inteligencia artificial para espiar a sus ciudadanos. En este caso, ¿dónde queda el marco regulatorio? ¿Hace falta un cuerpo internacional que lo regule o ante quién son responsables y dónde se les puede imputar?

Gabriela Ramos: Creo que ahí también es una cuestión de responsabilidades. Lo interesante es que la recomendación de la UNESCO hace muy claro el prohibir el marcaje social. Y hace muy claro prohibir el espionaje masivo, que no es solamente entre gobiernos sino, como tú dices, tiene que ver también con los ciudadanos.

Creo que ese es uno de los ámbitos más preocupantes y me agrada que lo abordes porque no hay mucha gente que lo aborde y hay que difundirlo. Es muy preocupante porque estas tecnologías tienen una gran capacidad de conocer quién eres, qué haces, que te gusta, a dónde vas, con quién sales, todo está registrado. Si esto cae en manos autoritarias o dictatoriales puede ser muy peligroso, esto no es más que una razón más para tener reglas que protejan los derechos humanos. ¿Qué vamos a hacer si uno de los países usa estas tecnologías para hostigar a sus ciudadanos? Obviamente lo vamos a llamar porque firmaron nuestra recomendación y uno asume que cuando firman este tipo de acuerdos internacionales, los van a cumplir.

El incremento del número de datos es una herramienta clave para los avances en la inteligencia artificial.
Unsplash/Maxime Valcarce
El incremento del número de datos es una herramienta clave para los avances en la inteligencia artificial.

Noticias ONU: Como ciudadanos, ¿qué podemos hacer para que se respeten las recomendaciones? ¿Podemos ejercer algún tipo de presión o de vigilancia para que se respeten estas normas, para que se respeten las recomendaciones y para que se respete la privacidad y los derechos humanos?

Gabriela Ramos: Yo les pediría a todos tus lectores que vayan con sus legisladores y les demanden, en aquellos países que no tienen reglas muy claras o muy sólidas, para que desarrollen esas reglas y esas instituciones.

Los ciudadanos deben demandar a sus gobiernos esa protección, es fundamental, porque es la única manera de tener esta cultura. Por otro lado, como son los ciudadanos también quienes utilizan estas tecnologías, es muy importante que sepan y que se informen de qué se trata. Nosotros vamos a lanzar un observatorio de la de la ética de la inteligencia artificial. Va a ser una plataforma junto con el Alan Turing Institute y vamos a estar trabajando con Thomson Reuters para informar a los periodistas y darles entrenamiento sobre la recomendación de la ética, porque tenemos que hacerla contar y tenemos que lograr que se adopten las regulaciones y las instituciones a nivel nacional, pero también para que los que los individuos estén más conscientes y sepan de lo que se trata, eso de que aceptas cookies o no aceptas cookies es verdaderamente obsoleto, tiene que actualizarse y tienen que darle toda la información al individuo.

Los ciudadanos nos podemos proteger, tener la conciencia, informarnos, proteger a nuestros niños, proteger a nuestros jóvenes. Eso sí lo podemos hacer los ciudadanos.

Los ciudadanos nos podemos proteger, tener la conciencia, informarnos, proteger a nuestros niños, proteger a nuestros jóvenes.

Noticias ONU: ¿Para cuándo podemos esperar ese observatorio?

Gabriela Ramos: El observatorio estará en unos meses más, dos o tres. Y ahí van a tener una gran cantidad de análisis e información muy práctica respecto a qué hacer, qué no hacer y cómo entender estos desarrollos tecnológicos, cómo tener conciencia de lo que puede tener un impacto negativo.

Noticias ONU: Recientemente, un grupo de expertos y de empresarios del sector tecnológico, más de mil, fueron más allá de la petición que en septiembre de 2021 hizo la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, para una moratoria de seis meses en la venta y uso de inteligencia artificial. inteligenciaartificial¿Esto puede tener de verdad algún impacto o es solamente retrasar un proceso que ya está en marcha o qué se puede conseguir en esos seis meses?

Gabriela Ramos: A mí no me parece que sea realista, pero tuvo la ventaja de que llamó la atención. La carta dice: necesitamos una pausa para construir los mecanismos de gobernanza que puedan asegurarnos que haya una utilización positiva de estas tecnologías. Lo puedes ver de dos maneras: o realmente puedes tener la pausa y te apuras a desarrollar las instituciones y los marcos regulatorios, o simplemente te apuras a crear los marcos regulatorios, que es lo que la UNESCO ha estado diciendo durante ya dos años desde que se adoptó la recomendación.

Hay una coincidencia con este grupo de mil trabajadores, pero nosotros no pensamos que pueda haber una pausa, lo que sí puede haber es una aceleración en la construcción de estas instituciones.

El lado positivo es que los países que ya estaban implementando la recomendación y trabajando con nosotros para desarrollar estos marcos éticos, los están acelerando y muchos países que ni siquiera se estaban acercando ya nos están hablando. Tenemos 40 países, al final de este año ya vamos a tener la evaluación del impacto ético y esperamos que podamos lograr nuestro objetivo que es tener un marco de gobernanza de la inteligencia artificial.

Noticias ONU: ¿Y estos 40 países representan a todas las regiones del mundo?

Gabriela Ramos: Sí, hay una gran masa crítica que además nos va a permitir, caminar juntos, eso también es importante en el ámbito multilateral. Todo mundo tiene una visión que puede aportar.

 

Marta Portero Tresserra, neurocientífica de la Universidad Autónoma de Barcelona: “Para aprender hay que establecer relaciones de significado con lo que ya sabemos”

El docente debe conectar los conocimientos nuevos que adquieren los alumnos con los que ya tienen en su memoria a largo plazo, explica esta científica especializada en aprendizaje y memoria. Con ella hablamos de los circuitos cerebrales asociados a lo innato y de aquellos que se refuerzan con las nuevas experiencias o gracias al contacto habitual con la música, los idiomas y los números.

«Nuestro cerebro cambia y, especialmente, las conexiones entre neuronas se modifican en base a la experiencia, que es la que hace que tengamos más conexiones, más eficientes y más rápidas», sostiene Marta Portero Tresserra. / Harmony Games

“No sabemos todo lo que hay que saber ni mucho menos, pero hemos empezado a establecer las bases de qué significa aprender para el cerebro”, se lee en las primeras páginas del libro 10 ideas clave: neurociencia y educación. Aportaciones para el aula. En esta obra de 2018 se apunta que la educación es “amplísima”, ya que se ejercita tanto dentro de las aulas como fuera de ellas, y que las emociones ejercen una influencia particular en cada etapa del desarrollo de una persona.

Marta Portero Tresserra, coautora de este libro, es doctora en neurociencias, investigadora en el Grupo de Neurobiología del Aprendizaje y la Memoria del Instituto de Neurociencias de la Universitàt Autónoma de Barcelona. Portero destaca que su trabajo consiste en intentar trasladar los hallazgos de la neurociencia y de la psicología a la educación, para ayudar a los docentes a tomar decisiones fundamentadas. Con ella dialogamos sobre lo que ya puede darse por aprendido en las neurociencias.

En su trabajo de enlace entre la ciencia y los educadores ¿qué deberían comprender los docentes acerca de niños, de adolescentes o de universitarios, para llegar mejor a sus alumnos?

Aquí, el proceso a destacar es el de consolidar la memoria. Las personas aprendemos conectando los nuevos aprendizajes con aquello que ya sabemos. De ahí la importancia de que el docente sepa cuál es el conocimiento previo que tenemos sobre lo que nos está enseñando y que contribuya a establecer relaciones de significado entre el conocimiento nuevo y el que el alumno ya tiene en su memoria a largo plazo. Que el maestro ayude al alumno a hacer esas conexiones con tareas específicas es muy relevante porque así es como un saber se consolida a largo plazo.

Por ejemplo, si quiero que aprendas sobre una parte del cerebro que se llama hipocampo, como docente tengo que intentar facilitar esa relación de significado y hablarte, por ejemplo, del alzhéimer, que es algo que ya tienes almacenado. Pues, te digo, entonces, que con esa enfermedad la parte del cerebro que empieza primero a neurodegenerar es el hipocampo. Esa conexión puede ser fundamental.

La neuroplasticidad tiene que ver con los cambios estructurales, bioquímicos y funcionales de los circuitos del cerebro en base a las experiencias que vivimos y a nuestras conductas

¿Cómo se engarzan los mecanismos de aprendizaje y memoria en el cerebro?

Tenemos muchos sistemas de aprendizaje y memoria diferentes. En función del sistema de aprendizaje y memoria que estemos analizando hay unos circuitos cerebrales u otros que intervienen.

Si organizamos la memoria, podemos diferenciar la memoria sensorial de la de trabajo o la de largo plazo, cada una con sus circuitos neuronales. Pero, además, dentro de cada uno de esos circuitos, como puede ser el de la memoria a largo plazo, tenemos estructuras que están detrás del aprendizaje o actuando para la memoria del tipo explícito (con dos subtipos) y otras que sostienen la del tipo implícito, donde se cuentan ocho sistemas diferentes.

¿Cómo se trasladan los hallazgos de la neurociencia y de la psicología a la educación?

Cuando me preguntan qué puedo hacer, la respuesta es otra pregunta: ¿de qué tipo de aprendizaje hablamos?

Porque esto depende de la disciplina: si hablamos de tocar el piano o de aprender ciencias e incluso de recordar una vivencia, por ejemplo, y también del nivel (o la práctica) del que aprende. Cada sistema de aprendizaje y memoria tiene circuitos neuronales específicos. Por lo tanto, aprendemos de forma diferente en cada caso.

¿En todas las personas se activa la misma arquitectura cerebral para una actividad determinada?

Es muy similar. Por ejemplo, para aprender a tocar el piano, la diferencia viene dada por el hecho de que tengas experiencia como intérprete o seas novato. Eso es crucial. En un novato se activan estructuras diferentes que en un experto en un instrumento. Es decir que se activan diferentes circuitos según el nivel de expertise de cada persona. La práctica y el entrenamiento hará que se vayan fortaleciendo y creciendo las conexiones cerebrales de los circuitos de la música. Eso es lo que podemos ver en un cerebro y de igual modo sucede con todos los aprendizajes.

En dar definiciones —o explicaciones sobre un concepto— es algo en lo que puntuamos al nivel más alto en la vida alrededor de los 50-60 años

Entonces ¿el esfuerzo cognitivo es diferente y también las emociones (el miedo, el stress) frente a una experiencia nueva?

Esto es lo que se denominan procesos de neuroplasticidad. La plasticidad cerebral (y neuronal) tiene que ver con los cambios estructurales, bioquímicos y funcionales de los circuitos del cerebro en base a las experiencias que vivimos y a nuestras conductas. Nuestro cerebro cambia y, especialmente, las conexiones entre neuronas se modifican en base a la experiencia, que es la que hace que tengamos más conexiones, más eficientes y más rápidas.

Precisamente, por la importancia de la experiencia en las conexiones neuronales, se habla de la revolución de los seniors ¿cómo opera el paso del tiempo en las funciones cognitivas?

Hay algunas funciones cognitivas que aumentan con la edad, efectivamente, y otras que parecen disminuir. Por ejemplo, en dar definiciones —o explicaciones sobre un concepto— es algo en lo que puntuamos al nivel más alto en la vida alrededor de los 50-60 años. Y, en cambio, hay tareas de memorias de trabajo y de procesamiento de la información (retener muchos números, por ejemplo) en las que puntuamos más alto alrededor de los 20 años.

Con respecto a las lenguas extranjeras ¿cuánto influyen nuestro oído y la formación del aparato fonador en cuestiones como pronunciar palabras de un idioma nuevo?

En el caso de los idiomas pasamos por periodos de sensibilidad en lo que sería la identificación de sonidos. Por empezar, poder identificar todos los sonidos de todos los idiomas del mundo, lo que sería el lenguaje universal, solamente lo podemos hacer durante los dos primeros años de vida (de ahí lo de la lengua materna). Solo de bebés estamos preparados para discriminar todos los sonidos existentes. A partir de ese momento, habrá algunos fonemas que ya no podemos diferenciar, e iremos perdiendo esa habilidad a lo largo de toda la infancia. Se trata de una incapacidad para la discriminación fonética que padecemos los adultos, si no hemos estado expuestos previamente a un idioma.

La especialización de las neuronas en determinados números es un fenómeno que se llama numerosidad. Parece que en el momento de nacer ya tenemos circuitos cerebrales con ciertas capacidades numéricas

Es importante, entonces, que los profesores de idiomas comprendan cuáles son los límites de aprendizaje de los niños y adolescentes.

A partir del idioma al que te expones, el que hablan tus padres, y hasta los 6 o 7 años estamos en un buen momento para aprender idiomas de una manera óptima. A partir de los 7 años y durante el resto de la vida, por supuesto que podemos aprender un idioma nuevo, incluso con 80 o 100 años, aunque cambie el esfuerzo cognitivo. A los 5 años, los niños lo hacen sin esfuerzo.

Sabemos que hay neuronas especializadas en números determinados, por ejemplo, en el tres o en el diez, quizá una ventaja evolutiva frente a los depredadores ¿es eso la numerosidad?

Sí, la especialización de las neuronas en determinados números es un fenómeno que se llama numerosidad. Parece que en el momento de nacer ya tenemos circuitos cerebrales con ciertas capacidades numéricas. De forma innata, hacemos diferencias de cantidades, porque existe un cierto conocimiento matemático de estimaciones. Son como mecanismos precursores de la capacidad matemática y del cálculo. Luego, esos conocimientos van cambiando cuando hacemos tareas de álgebra y cálculos, ya que se activan otras estructuras. En las matemáticas hablaríamos del lóbulo parietal, el lóbulo temporal y también la corteza prefrontal, que alojan los circuitos que participan en álgebra, matemáticas y geometría.

De ahí los daños cognitivos que pueden aparecer tras un golpe o un suceso traumático…

En función de la parte de la corteza que se dañe, se explicarán las lesiones a nivel funcional que la persona va a tener. Sabemos, por ejemplo, que el lóbulo temporal del hemisferio izquierdo es un lóbulo que participa en la comprensión del lenguaje y podemos quedarnos con alteraciones del lenguaje. Si el daño afecta al lóbulo parietal, los déficits tendrán que ver con el cálculo y los procesos atencionales.

También se habla de una comprensión de ciertas estructuras geométricas como algo intuitivo e innato, ya que en algunos pueblos aislados pueden comprender conceptos geométricos a partir de la percepción de puntos, líneas, triángulos…

Sí, parece que los conceptos geométricos tienen un componente muy innato en nuestra especie. Esto se ha investigado con tests en niños o en distintas culturas, y tiene que ver con la capacidad de percibir estructuras geométricas de forma natural. Se las llama intuiciones geométricas.

Lo que llamamos neurociencia no es solamente la investigación donde hay un bioquímico y una molécula que se libera. Eso para el educador tiene poca relevancia: aquí la investigación necesaria parte de la psicología cognitiva y de la psicobiología

¿Qué diría frente a la afirmación “no somos solo cerebro”?

La comunidad científica sostiene que ello implica hablar de lo que llamamos ‘mente’, que equivaldría a separar la mente y nuestra conciencia subjetiva (acerca de nosotros mismos y nuestro alrededor) de lo que serían el cerebro, las hormonas, o sea, el cuerpo. Desde la ciencia sabemos que la mente y la conciencia surgen de la actividad del cerebro. En realidad, nuestra conciencia subjetiva es consecuencia y fruto de la actividad cerebral, que recibe información del entorno y del cuerpo. Con eso, genera nuestra conciencia, nuestros pensamientos, nuestras emociones y determina y decide nuestras conductas.

Finalmente, en educación ¿cómo pueden contribuir a un mismo objetivo la psicología y la psicopedagogía con la neurociencia?

De hecho, lo que llamamos neurociencia no es solamente la investigación donde hay bioquímicos y una molécula que se libera. Eso para el educador tiene poca relevancia. Aquí la investigación necesaria parte de la psicología cognitiva y de la psicobiología, a fin de que los que enseñan comprendan los procesos psicológicos básicos para favorecer los aprendizajes. La psicobiología es la que da la base fisiológica de esos procesos de aprendizaje, de las emociones, de la escritura, del stress, de la vigilia, incluso de las distintas fases del sueño y de los propios sueños.

Fuente: SINC
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Jesús Vargas, científico de la Universidad de Málaga: “Las medidas para paliar la sequía, como restringir el agua en agricultura y turismo, son impopulares”

En lo que llevamos de 2023, ha llovido un 75 % menos que la media de los últimos 10 años. La situación es especialmente acuciante en Cataluña, que afronta la mayor sequía desde que hay registros. Jesús Vargas Molina, miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía, explica que ante estos eventos —que irán a más— debemos replantear la gestión hídrica.

Jesús Vargas, miembro del Observatorio Ciudadano de la Sequía. / Foto cedida por el autor.

Los modelos de cambio climático no solo apuntan a un aumento en la frecuencia e intensidad de las sequías en las regiones del sur de Europa, sino que, además, habrá un descenso generalizado de los recursos hídricos en situaciones de normalidad.

Mañana el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha convocado una reunión de la mesa de la sequía, para evaluar el daño en el campo de la actual falta de precipitaciones. En España, el consumo de agua urbano supone en torno al 10 % y el 15 % de la demanda total (con variaciones en función de cada territorio), respecto al 10 % y 15% que utiliza la industria y el 75 % al 80 % que consume el sector agrario.

Hablamos con Jesús Vargas Molina, del Observatorio Ciudadano de la Sequía de la Universidad Pablo de Olavide y profesor de Geografía de la Universidad de Málaga, sobre el futuro que nos aguarda ante estas situaciones de escasez hídrica, más recurrentes e intensas, que han llegado para quedarse.

Según los datos que hemos conocido recientemente de la AEMET, acabamos de vivir el mes de marzo más cálido y con menos lluvias del siglo XXI. ¿Es algo extraordinario lo que estamos viviendo? ¿Hay que preocuparse por la situación?

En el conjunto de España, tanto el año 2021 como 2022, han presentado unas precipitaciones por debajo de la media, en torno al 90 %. Estos valores no son especialmente intensos, pero sí se empiezan a prolongar en el tiempo. A esto se añade que las temperaturas han estado por encima de la media (0,5◦C en 2021 y 1,75◦C en 2022). Este aumento de las temperaturas reduce la disponibilidad de los recursos hídricos al aumentar la evaporación del agua y la evapotranspiración de las plantas.

Sin embargo, esta situación ha afectado de forma desigual a los distintos territorios. Podemos diferenciar en la actualidad el norte peninsular, donde el descenso de precipitaciones ha sido menor, o incluso en algunos puntos de la cornisa cantábrica superiores a la media, y el sur peninsular, donde las precipitaciones han estado por debajo de la media.

La zona más afectada hasta ahora es Cataluña, que arrastra la sequía desde el pasado 2022.

En esta comunidad la situación es especialmente acusada, es donde en los dos últimos años se han registrado los descensos más importantes de precipitaciones. Tanto en el sur peninsular como en Cataluña, después de un otoño de precipitaciones insuficientes, el año 2023 ha comenzado seco y caluroso, especialmente en las primeras semanas de primavera. Esta es la época en la que se concentran gran parte de las precipitaciones anuales (junto con el otoño) y, además, se prevé un verano igualmente seco y caluroso. Por tanto, el comportamiento de las precipitaciones y las temperaturas en lo que resta de primavera van a ser determinantes para sofocar y agravar la situación actual.

Incluso sin sequía vamos a tener menos agua y temperaturas medias superiores a los valores normales

Incluso en ausencia de sequía vamos a contar con menos recursos hídricos y, además, con temperaturas medias superiores a los valores normales. Esta es la nueva realidad climática a la que debemos adaptarnos.

¿Estamos preparados en España para esta situación?

Contamos con una dilatada experiencia en gestión de sequías. Cada demarcación hidrográfica tiene un plan especial de alerta y eventual sequía, cuyo objetivo es hacer un seguimiento del fenómeno a medida que este avanza para aplicar medidas progresivas y evitar así llegar a situaciones de emergencia. No obstante, la fuerte presión existente sobre los recursos hídricos en muchas demarcaciones hidrográficas, donde en ocasiones las demandas superan a los recursos disponibles, provoca que los efectos de las sequías sean mucho más intensas de lo que serían si no estuvieran sometidos a esas presiones tan intensas.

La gestión de las sequías no puede hacerse de manera independiente a la de los recursos hídricos

¿De qué forma se puede aliviar esa presión a los recursos hídricos?

La gestión de las sequías no puede hacerse de manera independiente a la gestión ordinaria de los recursos hídricos, y la adaptación al nuevo escenario climático pasa por disminuir la actual presión en la gestión ordinaria, para que cuando aparezca un período de sequía los sistemas de explotación puedan resistir mejor y con más garantías el descenso de las precipitaciones.

¿Es una preocupación para tratar de forma global o los países Mediterráneos en particular?

La sequía afecta a todos los puntos del planeta, aunque de forma muy desigual. Los efectos son muy deferentes, no solo por los valores climáticos, sino también por la vulnerabilidad de cada territorio y de la capacidad de adaptación a este tipo de eventos. En los países mediterráneos, se constata una disminución de las precipitaciones en régimen normal, un cambio en los patrones de precipitación por el que cada vez la lluvia se concentra en menos días y, además, con cierto retraso respecto a los valores medios. Este hecho también aumentará la intensidad de las lluvias torrenciales, al concentrarse gran cantidad de precipitación en poco espacio de tiempo, pudiendo dar lugar a inundaciones.

El mayor impacto de una sequía es el desabastecimiento a la población. Por ello, los primeros recortes se plantean para grandes consumidores de agua, como el sector agrario

Con este déficit de precipitación y el descenso de los caudales de los embalses ¿Es una buena medida que no haya restricciones de agua para la población?

El mayor impacto posible de una sequía es el desabastecimiento a la población. El abastecimiento a la población se encuadra dentro de los usos de abastecimiento urbano, que incluye no solo el consumo de agua en los hogares, sino también el consumo en los comercios y actividades económicas de las ciudades y los usos municipales de agua, como en colegios, residencias y hospitales.

Por eso se recorta antes el consumo de agua para la agricultura

Los planes de sequía que he mencionado anteriormente proponen una serie de medidas paulatinas para evitar llegar a situaciones de cortes de suministro en los hogares. Por esta razón, los primeros recortes y prohibiciones se plantean para los grandes consumidores de agua, es decir, el sector agrario que es donde hay un mayor margen de ahorro.

¿Cómo afectaran estas sequías a las subidas de precios de los alimentos?

La sequía obviamente disminuye la oferta de producto debido a la reducción de la producción y eso indudablemente repercute en los precios si la demanda se mantiene. Especialmente en los productos de proximidad, puesto que, al estar conectados a mercados globales, la falta de producción en España se podría atenuar con las importaciones de otros lugares.

Esta sequía en concreto está afectando de manera global a gran parte de Europa y a esto hay que añadir el aumento del coste de la energía que repercute en los costes de producción, transporte y finalmente también en los precios de los alimentos, como ya estamos notando en España.

Este problema está afectando de manera global a gran parte de Europa y a esto hay que añadir el aumento del coste de la energía

¿Y en la biodivesidad y los usos de la tierra?

La sequía afecta de manera especial a la ganadería y los cultivos de secano que no cuentan con aportaciones de agua de riego —cereales, olivo o vid— y, en segunda instancia, a los cultivos de regadío cuando se producen restricciones que merman las cosechas.

Un aspecto importante y que a menudo es menos tenido en cuenta es la afección de una sequía a los ecosistemas acuáticos, donde la falta de agua puede producir pérdidas importantes de biodiversidad y también al suelo, al potenciar los procesos de desertificación. Este es el proceso de pérdida de la capacidad productiva de los suelos, ambos problemas muy difíciles de revertir, pero de vital importancia.

No podemos enfrentar las sequías como una crisis cuando aparecen, hay que estar preparados antes

¿Qué podemos hacer como ciudadanos para paliar esta situación?

Los ciudadanos debemos tomar conciencia de la importancia del agua, ya que es un elemento fundamental para la vida y el mantenimiento de los ecosistemas de los que nos proveemos y recurso clave en todos los procesos productivos. Además, el acceso al agua potable es un derecho humano declarado por Naciones Unidas en el año 2010. En los hogares debemos hacer un uso más responsable, algo que ya se viene notando en muchas ciudades españolas, donde la experiencia de sequías pasada ha aumentado la conciencia y la responsabilidad de la población.

¿Y las administraciones?

Deben equilibrar los balances entre la demanda de agua y los recursos hídricos disponibles, atendiendo a las previsiones de cambio climático, con el fin de reducir la presión sobre los recursos hídricos. Eso pasa indudablemente por un cambio de paradigma en la gestión que exigirá una reflexión importante en la que deben estar integrados todos los agentes económicos y sociales involucrados para evitar situaciones.

¿Qué medidas se deben tomar?

Para paliar la situación actual, se deben tomar medidas que pueden ser impopulares, fundamentalmente restringir el uso del agua para algunas actividades económicas como la agricultura o el turismo, la prohibición de llenado de piscinas y riego de jardines públicos y privados en las situaciones más extremas. Todo ello, encaminado a proteger los abastecimientos urbanos.

Las administraciones deben equilibrar los balances entre la demanda de agua y los recursos hídricos disponibles, atendiendo a las previsiones de cambio climático

¿Estas sequías se pueden predecir?

Utilizamos las series históricas de precipitaciones para, en función del comportamiento pasado, tratar de saber lo que ocurrirá en el futuro. La dificultad es que el cambio climático está trayendo cambios en los patrones de precipitación, por lo que los registros históricos podrían no ser válidos para las situaciones futuras. Para ello, se establecen diferentes modelos climáticos, que con diferentes niveles de incertidumbre tratan de predecir las sequías futuras.

Todos estos modelos coinciden en señalar que en España las sequías serán más frecuentes, más intensas y más prolongadas. Aunque resulta muy difícil, por no decir imposible, vaticinar cuándo y con qué intensidad llegará cada una de ellas. Sí tenemos certeza de que en España sufrimos un período de sequía aproximadamente cada diez años.

¿De qué sirven a los expertos estas estimaciones?

Nos dice que la sequía es algo normal en nuestro clima y que debemos adaptarnos a la aparición de este tipo de eventos. No podemos enfrentarlas como una crisis cuando aparece el fenómeno, pues a pesar de la incertidumbre de los modelos, sabemos que otra llegará. Tenemos que estar preparados antes y prevenir y mitigar los posibles impactos previamente.

Todos los modelos coinciden en señalar que en España las sequías serán más frecuentes, más intensas y prolongadas

En el Observatorio trabajáis con equipos de ciencia ciudadana ¿Cómo abordáis este proyecto en una situación como esta?

La ciencia ciudadana incorpora a la población en los procesos de investigación, con la incorporación de conocimiento y saber no experto que resulta fundamental para comprender las diferentes percepciones, preferencias y actitudes sobre fenómenos complejos como la gestión del agua y la sequía, que afecta de forma desigual a diferentes territorios y actores sociales.

Con el conocimiento experto consolidado que tenemos sobre las causas climáticas y sobre la forma de gestionar el agua y las sequías, ahora tratamos de saber cuál es el conocimiento y la percepción de la población no experta sobre el uso del agua y las sequías, con el fin de analizar cómo las diferentes percepciones sobre estos temas condicionan la forma de apoyar unas medidas de gestión determinadas u otras.

Nuestro objetivo es facilitar el acceso de la información sobre la sequía y gestión del agua  a la población y, para ello, recopilamos y homogenizamos los datos

¿Tenemos suficiente información sobre la situación de las reservas de agua?

En los últimos años las administraciones han abierto mucho el acceso a la información sobre gestión del agua y sequías, sin embargo, sigue apareciendo en diferentes formatos en función de cada una de las administraciones responsables. Los datos son poco accesibles para un público no experto. Nuestro objetivo es precisamente facilitar el acceso a la población y, para ello, recopilamos y homogenizamos los datos. Estos se ponen a disposición de las diferentes administraciones y existen geovisores interactivos que se pueden visitar en Observa Sequía.

La finalidad es que el debate público transcienda de los tradicionales agentes sociales con intereses legítimos —industria, ONGs o agricultura—. Las sequías son un riesgo que atañe al conjunto de la población, se trata de sociabilizar el debate. Por eso, necesitamos una población formada e informada.

Derechos: Creative Commons

Laia Ribas, Instituto de Ciencias del Mar:“Estudiar cómo podríamos vivir en Marte nos ayuda a ser más sostenibles en la Tierra”

La científica Laia Ribas del CSIC explora las posibilidades de la acuicultura marciana en Hypatia I, una misión de mujeres científicas en la Mars Desert Research Station. Es una instalación similar a las que podría haber en Marte pero situada en el desierto de Utah, donde la tripulación desarrollará investigaciones relacionadas con el espacio y simulará durante dos semanas la vida en el planeta rojo. 

Laia Ribas forma parte de la misión Hypatia I, que se propone visibilizar a las mujeres científicas y despertar el interés por la ciencia entre niñas y jóvenes. / Pau Fabregat

Laia Ribas, investigadora del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), lleva más de veinte años trabajando en el campo de la acuicultura sostenible, pero hace tres comenzó a interesarse por la cría de peces en Marte. ¿Los motivos? La acuicultura marciana podría proporcionar proteína animal a un futuro asentamiento humano en el planeta rojo y también ayudar a generar prácticas más sostenibles aquí en la Tierra.

Se estima que en 2050 no habrá suficientes peces para abastecer a la población mundial, así que plantearse la cría de peces en un entorno tan hostil como Marte puede orientarnos para hacerlo mejor en nuestro planeta.

Para avanzar en esta línea de investigación, la bióloga del CSIC se ha embarcado en Hypatia I, una misión protagonizada por investigadoras de diferentes disciplinas y edades en uno de los lugares del planeta más parecidos a Marte: el desierto de Utah (Estados Unidos).

Durante quince días, del sábado 16 al domingo 29 de abril, convivirá con el resto de tripulantes de la misión en la instalación análoga Mars Desert Research Station, gestionada por The Mars Society.

Allí, las integrantes de Hypatia I se comportarán como si realmente estuvieran en una estación humana en Marte: se alimentarán de productos deshidratados, tendrán el agua potable limitada, no podrán comunicarse de forma síncrona con la Tierra y vestirán de astronautas en sus salidas al exterior.

Hypatia I impulsará investigaciones como las de Laia Ribas o Neus Sabaté, otra tripulante del CSIC que estudiará cómo fabricar baterías con materiales marcianos. Pero la aventura también servirá para divulgar la ciencia y dar visibilidad a las mujeres científicas con el fin de inspirar vocaciones, en especial entre las niñas y las chicas jóvenes.

Obtener alimento a partir de peces criados en Marte. Esto suena a ciencia a ficción, pero tu investigación en la misión Hypatia persigue ese objetivo. ¿Es así?

Sí. El proyecto principal que voy a desarrollar se llama Acuicultura en Marte. Nació hace tres años, cuando me invitaron a participar en el diseño de una ciudad marciana para un concurso de la Mars Society. Uno de los temas que trabajamos fue cómo comería esa ciudad de un millón de habitantes, a la que llamamos Nüwa. Desde hace más de 20 años investigo en el campo de la acuicultura sostenible, así que sugerí tener peces como alimento proteico animal. La idea gustó, la desarrollamos e incluso acabamos diseñando restaurantes en los que se vendería Sushi.

Era un planteamiento relativamente nuevo y raro, pero alguien tenía que empezar… Cuando me ofrecieron unirme a Hypatia I, pensé seguir trabajando en esta línea. Se estima que en 2050 no habrá suficientes peces en la Tierra para abastecer a la población mundial, así que la acuicultura es una apuesta de futuro. Una acuicultura sostenible aquí nos puede ayudar a desarrollar una acuicultura sostenible en un posible asentamiento en Marte o en la Luna, y viceversa.

Entonces, ¿la dieta marciana se basaría en los peces?

No. Un 70 % de la comida sería vegetariana, sobre todo microalgas, que son muy fáciles de generar. Habría también una parte procedente del huerto, como tomates, zanahorias o lechugas. Solo un 4 % de la dieta procedería de animales grandes, como peces y aves, y estaría reservada para momentos festivos. El resto de la proteína animal provendría de insectos y de cultivos celulares artificiales.

¿Habría agua en Marte para las piscifactorías?

Pensamos que sí. En Marte el agua es limitada, como también ocurre en la Tierra. Lo que pasa es que allí se tendrá que ir a buscar a los polos, donde está congelada, o extraer del subsuelo. Marte es un planeta muy hostil: para vivir allí tendremos que adaptarnos, trabajar con lo mínimo y reciclar. Por eso en Nüwa el agua se pensó también para sitios de recreo: los peces crecerían en lagos de agua dulce situados en parques y que estarían continuamente reciclándose mediante bacterias…

Estudiar cómo podríamos vivir en Marte nos ayuda a entender cómo podemos vivir en la Tierra de manera más sostenible y lo mal que lo estamos haciendo

Estudiar cómo podríamos vivir en Marte y en el espacio nos ayuda a entender cómo podemos vivir en la Tierra de manera más sostenible y lo mal que estamos haciéndolo en la actualidad. Por ejemplo, se calcula que con siete litros de agua por persona y día podríamos vivir, y estamos gastando unos 140: estamos derrochando el agua. Esto pasa con todo. Estamos utilizando hectáreas y hectáreas de campos de cultivo y mucha comida se desperdicia.

¿En qué van a consistir tus experimentos en Hypatia I?

En Marte, la gravedad es aproximadamente un 30 % de la que experimentamos en la Tierra. Mi objetivo es estudiar las marcas que la alteración de la gravedad genera en el ADN de los peces cebra, un animal modelo estudiado en todo el mundo. Lo que pasa es que generar microgravedad en la Tierra es muy complicado, por lo que el estudio se hará con hipergravedad, es decir, alterando la gravedad de los peces en el laboratorio para que sea tres veces mayor que en la Tierra.

El estudio se hará con hipergravedad, es decir, alterando la gravedad de los peces en el laboratorio para que sea tres veces mayor que en la Tierra

Esto lo hemos hecho durante cinco días con un dispositivo desarrollado en el Instituto de Ciencias del Mar conjuntamente con el Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC. Por cuestiones éticas, no puedo llevar los peces a la Mars Desert Research Station, así que he extraído muestras de su ADN para secuenciarlas allí.

¿No vas a estudiar el impacto en el genoma de los peces de factores como las bajas temperaturas o la radiación que hay en Marte?

En este caso, no. Ya se sabe que factores como la temperatura del agua alteran el genoma de los peces. Por eso ahora quiero estudiar el factor gravedad. Es un campo muy nuevo y cualquier información que obtengamos va a ser fascinante. Eso sí, no voy a tener la respuesta inmediatamente. Los experimentos científicos son largos y esta es la parte experimental. En la estación, no voy a tener tiempo de analizar los datos.

¿Por qué el pez cebra? No es un pez que forme parte de nuestra dieta…

Es un animal modelo que empezó a utilizarse en los años 60 en el campo de la biomedicina para investigar el cáncer. En acuicultura se utiliza desde hace más de 20 años. Eso hace que se conozca su genoma y que podamos observar las alteraciones genéticas y las respuestas a los factores ambientales. Además, es un pez que ofrece muchas ventajas. La principal es que tiene un ciclo de vida corto: en tres meses pasa de huevo a adulto. Las lubinas hembras, por ejemplo, tardan tres años en hacerse adultas. Esto es un drama: imagina estudiar estos animales en proyectos o becas de investigación que duran tres o cuatro años…

Por otro lado, el pez cebra tiene muchas puestas (una pareja pone entre 100 y 200 huevos cada diez días), los embriones son transparentes y, como es un pez pequeño, no se necesitan grandes instalaciones para trabajar con él. Un dato interesante es que compartimos muchos genes. Aparentemente solo nos parecemos en que tenemos dos ojos y un corazón, pero hay un 70 % de homología entre el genoma humano y el del pez cebra.

Entonces, ¿tu estudio puede dar pistas de cómo la alteración de la gravedad afecta al ser humano?

Esa es la idea. Los resultados podrían tener aplicación en acuicultura o en ámbitos más relacionados con la medicina.

También vas a llevar a cabo un proyecto de ingeniería para esterilizar el agua y generar luz en Marte. ¿En qué consiste?

Voy a probar una botella marciana con un tapón (Light Pills) diseñado por Helena Arias, otra de las tripulantes de Hypatia I. Es un dispositivo que ha recibido varios premios nacionales e internacionales y que está formado por una placa solar y dos luces: una ultravioleta que se utiliza para esterilizar el agua y otra LED, que sirve para iluminar.

Aunque no puedo llevar ejemplares de pez cebra, tengo permiso para coger otros peces antes de entrar en la estación, trabajar con ellos los quince días de la misión y luego devolverlos a la tienda. Con estos peces mantendremos un sistema acuaponics para hacer crecer conjuntamente peces y plantas de forma circular. Lo que más me interesa es estudiar el agua en la que van a estar los peces y comprobar si es posible esterilizarla con el tapón.

Sin embargo, en la misión no solo vas a investigar…

No. También voy a ser la Greenhouse officer, la responsable del huerto. Los quince días de la misión tendremos que comer comida deshidratada como la que comen los astronautas. La responsable de que haya algo verde en nuestra dieta seré yo. Voy a cuidar las plantas que hay en el invernadero y a generar brotes de germinados que en tres o cuatro días se puedan consumir. Esto va a ser la alegría de la huerta, nunca mejor dicho, porque la comida y el agua van a estar limitadas.

Voy a cuidar las plantas que hay en el invernadero y a generar brotes de germinados que en tres o cuatro días se puedan consumir

¿Qué es lo que vais a germinar?

Soja y lentejas.

¿Y por qué todas esas limitaciones?

Vamos a simular ser astronautas. La simulación implica que hay limitación de agua: tendremos un tanque con ciertos litros para los quince días. De ahí tendrá que salir el agua para beber (solo podremos consumir dos litros al día), para ducharse (la mayoría de los días tendremos que asearnos con toallitas y champú seco), para el invernadero, etc. También habrá limitaciones de espacio (vamos a estar confinadas en un espacio muy reducido) y para salir.

Cuando queramos abandonar la estación tendremos que pedir permiso a Tierra y salir con el traje espacial: con escafandra, manos y pies protegidos como si hubiera radiación y una mochila de siete kilos que sirve para refrigerar y simula contener oxígeno. Para movernos, usaremos un rover para el que hemos tenido que sacarnos un permiso de conducir. Y otra limitación será la conexión: solo podremos conectarnos al final del día y para enviar informes.

Varias de la tripulantes de la misión Hypatia I. / Pau Fabregat

Además, en la misión Hypatia también vas a hacer divulgación…

Sí. Tengo un proyecto que se llama Buscar la vida en Marte para motivar a pequeñas y pequeños de una escuela de primaria a estudiar ciencias. La idea es que se impliquen en dar respuesta a un gran interrogante para la ciencia: si hay o ha habido vida en Marte.

Lo que voy a hacer es coger sedimentos de diferentes sitios de Marte/Utah, llevarlos a la escuela y, con un kit comercial muy sencillo, tratar de detectar con el alumnado si hay vida. Además, estoy haciendo un juego de cartas sobre la misión con otra tripulante del proyecto que es matemática y artista, Anna Bach, conjuntamente con una empresa llamada Lastuf, que es especialista en diseño de juegos de cartas.

Es un juego cooperativo e inclusivo en el que todas las personas participantes ganan o todas pierden, y que incluye distintos desafíos. Tenemos preventa online de las cartas para que nos ayude a subvencionar la misión. Hypatia I es un proyecto de fundrising y hemos tenido que buscar la financiación para todas las actividades y proyectos.

¿Os financiáis por crowdfunding?

Cuando empezamos a trabajar en el proyecto hace dos años, no había financiación. Todo este tiempo hemos estado trabajando con entidades, tanto públicas como privadas, y buscando donaciones privadas para poder financiar la misión. Por ejemplo, mi instituto [el Instituto de Ciencias del Mar] financia parte de mi proyecto de acuicultura en Marte. Además, estamos trabajado para que haya más Hypatias; la nuestra es solo la primera.

¿Que la misión esté compuesta por mujeres es porque queréis dar relevancia al papel de la mujer en la ciencia e incentivar a las niñas a optar por carreras vinculadas a la ciencia?

Sí. El proyecto es una iniciativa de Mariona Badenas, la comandante de la tripulación. Se inspiró en 2019 durante otra misión en la estación y tuvo la idea precisamente el 11 de febrero, Día de la mujer y la niña en la ciencia. Ella y Carla Conejo, la subcomandante, reunieron a un grupo de mujeres de diferentes disciplinas STEAM: ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas y también la A de arte. El proyecto es también multigeneracional, y esto es muy bonito. Neus Sabaté, que también es investigadora del CSIC, y yo somos las más veteranas, pero quienes están liderando son más jóvenes que nosotras.

Las condiciones en las que vais a vivir en la estación ¿se parecen a alguna otra experiencia de tu carrera investigadora?

Todo es nuevo, salvo el confinamiento que vivimos por el covid y que me ayuda a entender la situación. Vamos con muchas ganas, pero no nos conocemos prácticamente. Nunca hemos coincido todas en el mismo lugar y hay tripulantes a las que solo he visto por videoconferencia. La verdad es que tengo muchas ganas de encontrarnos y abrazarnos… Más que nerviosa, estoy ilusionada.

Hypatia es un proyecto español donde participan varias entidades que pretende despertar vocaciones científicas entre las próximas generaciones, con énfasis en las chicas jóvenes interesadas en seguir carreras STEM, es decir, las relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

La tripulación de Hypatia I está compuesta por nueve mujeres, de diferentes edades y procedencias, que viajarán en abril de 2023 a la Mars Desert Research Station, una estación análoga a las que podría haber en el futuro en Marte y situada en el desierto de Utah (Estados Unidos). Durante dos semanas, llevarán a cabo investigaciones relacionadas con el espacio y simularán rigurosamente su día a día en Marte, confinadas en un espacio reducido y privadas de las comodidades de la vida en la Tierra.

Fuente: CSIC
Derechos: Creative Commons

Omid Veiseh, profesor de bioingeniería en la Universidad Rice: «Las factorías de citoquinas localizadas en el propio cuerpo podrían erradicar tumores difíciles»

Ya están en marcha los primeros ensayos clínicos con fábricas de citoquinas empaquetadas en materiales a los que el sistema inmunitario ignora y no producen inflamación en las pacientes con cáncer de ovario. Este bioingeniero prueba, junto a su equipo, dosificaciones más seguras, a través de la introducción de biochasis que administran mejor los compuestos activadores de nuestras defensas.

«Lo que resulta realmente emocionante es educar al propio sistema inmunitario para que pueda encontrar mejor la patología», sostiene Omid Veiseh/ Fundación Areces/ Alejandro Amador.

Desde la irrupción de la covid-19, la palabra citoquina se popularizó. Estas proteínas ayudan a coordinar la respuesta del sistema inmunitario contribuyendo a activar o inhibir la expresión de otras células. Suponen la llave de un buen mecanismo defensivo de nuestro cuerpo, porque actúan en la mediación y regulación de las respuestas inmunitaria e inflamatoria. Sin embargo, en forma de tormenta descontrolada se vuelven contraproducentes. Y lo último que necesitamos, frente a cualquier proceso inflamatorio, es una respuesta exagerada de nuestro sistema inmunitario. También lo aprendimos a la fuerza.

Poco a poco, la palabra citoquina fue esfumándose de los titulares de los informativos, aunque los científicos saben muy bien que deben seguir estudiándolas para convertirlas en aliadas, en especial, en los tratamientos contra los cánceres más agresivos. Uno de esos expertos es Omid Veiseh, quien, desde 2017, trabaja como profesor de bioingeniería, en la Universidad Rice, de Houston, Texas (EEUU).

Veiseh cuenta con más de una década de experiencia en el desarrollo de biotecnologías para su aplicación clínica y unas 20 patentes registradas. Su laboratorio utiliza técnicas avanzadas de nano, micro y macrofabricación para desarrollar dispositivos implantables, que pueden servir en la administración de terapias. Sus investigaciones se centran principalmente en el desarrollo de tecnologías para mejorar los tratamientos del cáncer, la diabetes tipo 1, la artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes.

A Madrid llegó invitado por la Fundación Areces y la editorial Springer Nature, para hablar de los avances en materia de inmunomodulación en las recientes jornadas sobre ‘Terapias celulares’. En su ponencia, Veiseh explicó que, junto a su equipo, se inspiraron en algunas pruebas de concepto en cáncer de ovario, hechas hace unos veinte años, con la interleucina 2 o IL-2 (una citoquina con diversas funciones que favorecen la inmunidad).

En aquellos ensayos con personas que padecían tumores de frecuentes recidivas, un ginecólogo norteamericano tuvo la idea de infundir buenas cantidades de IL-2 con una bomba, en el espacio peritoneal, y el resultado fue que un cuarto de aquellas pacientes dieron una buena respuesta completa. Sin embargo, en los otros casos, aunque las mujeres mejoraban tras cada administración, el tratamiento fracasó, por varias razones —como la imposibilidad de dosificar la IL-2 adecuadamente o por problemas con los catéteres— pero el médico comprobó que las citoquinas sí tenían recorrido.

Sus investigaciones buscan mejorar los tratamientos del cáncer, la diabetes tipo 1 o la artritis reumatoide

La IL-2 constituye un mensajero muy potente que propicia la activación de las células inmunitarias, particularmente los macrófagos, los linfocitos T y las células NK (del inglés natural killer), para eliminar las células del cáncer. De ahí que, hace una década, este otro grupo de investigadores, entre los que se encuentra Veiseh, abordara el mismo enfoque terapéutico, pero partiendo de la certeza de que había que reducir la cantidad de líquido que se infundía en el cuerpo de las pacientes. Para ello, se afanaron en dar forma a unas pequeñas células (o perlas) que producen la IL-2, una vez introducidas en el organismo. Se trata de un “chasis clínico único que aloja cuatro mil células” y permite “la dosificación de las citoquinas”, según sus palabras.  

Alejar la toxicidad del torrente sanguíneo

El científico explica que, en su laboratorio, trabajan en diseños innovadores de biomateriales. Su objetivo es empaquetar compuestos que dan señales al sistema inmunitario en dosis que pueden ajustarse con más precisión que la de otros sistemas de administración de medicinas, así como controlar la duración del tratamiento.

Habla con entusiasmo de la posibilidad de establecer fábricas de citoquinas fuera del torrente sanguíneo, pero que tengan acceso a los nutrientes y al oxígeno como cualquier otra célula. Son ‘factorías’ que probablemente un día revolucionen los tratamientos inmunoestimulantes, a su juicio, porque “con este mecanismo podemos producir diferentes anticuerpos”.

Veiseh y sus colegas trabajan en diseños innovadores de biomateriales, con el fin de empaquetar compuestos que dan señales al sistema inmunitario en dosis ajustables

Activar las citoquinas pero no desatar una tormenta, ¿un equilibrio difícil?

La clave es cómo tener la citoquina en el lugar adecuado y en la cantidad adecuada. En el caso del cáncer, este suprime el sistema inmunitario. Tenemos que activar la producción de citoquinas temporalmente, porque si lo haces durante demasiado tiempo, entonces no será seguro para el paciente. Por ahora, sabemos mucho sobre la biología del sistema inmunitario, pero necesitamos ingenieros que lo regulen y controlen.

¿Tienen ustedes, los ingenieros, la respuesta?

En mi caso, trabajo en un campo emergente llamado inmunoingeniería, que consiste en diseñar el sistema inmunitario para que haga lo que nosotros queremos.

¿En qué sentido estas factorías que viene a presentar a España constituyen un concepto fuera de los estándares conocidos?

Cuando pensamos en los medicamentos que las empresas farmacéuticas están desarrollando hoy en día, la mayoría de ellos son biológicos, es decir, anticuerpos proteicos que tienen que ser producidos por células como un biorreactor gigante, purificados, estabilizados y luego inyectados a los pacientes. Y esta es la parte complicada.

¿Qué es lo que lo hace un proceso tan complejo?

Mi visión es, ¿podemos llevar esa fabricación biológica al paciente? Esto hace que pongamos el foco en ciertas moléculas que son realmente complicadas de dosificar y administrar con el control espacio-temporal adecuado. Allí se centran nuestros esfuerzos para desarrollar lo que llamamos una ‘fábrica’ de citoquinas para el tratamiento de cánceres difíciles, con especial énfasis en el cáncer de ovario.

¿En qué etapa de la investigación de estas factorías se encuentra su equipo?

Estamos con un ensayo clínico activo en EEUU, en el que se está tratando a pacientes con cáncer de ovario con este enfoque.

¿Por qué este cáncer?

Porque es un cáncer muy difícil, sobre todo para las pacientes que se han sometido a tratamientos y luego la enfermedad reaparece. Casi siempre es mortal. Así que esa es la población de pacientes que estamos tratando. Con estas factorías, intentamos activar localmente una respuesta que eduque al sistema inmunitario para que este esté preparado en cuanto el cáncer se presente.

Trabajo en un campo emergente llamado inmunoingeniería, a fin de diseñar el sistema inmunitario para que haga lo que necesitamos

¿Qué es lo que han descubierto hasta el momento?

Lo que hemos visto a través de nuestro trabajo preclínico —y esperamos que pronto en nuestro trabajo clínico— es que este mecanismo es, a la vez, más seguro y mejor tolerado por las pacientes, así como mucho más eficaz que los enfoques convencionales que se basan en la administración de biofármacos a través del torrente sanguíneo.

Una fábrica suena a algo artificial, pero en este caso se trata de citoquinas…

Estas factorías comienzan con células que provienen del cuerpo humano. En realidad, son originalmente células inmunes que proceden de la parte posterior del ojo. Se llaman células epiteliales pigmentadas de la retina. Esencialmente, alcanza con el material donado por un solo paciente para seguir produciéndolas para el resto de las personas que las necesiten.

A partir de estas células del ojo (porque son un tipo de célula inmune) podemos construir nuestro chasis celular para hacer bioingeniería. Las tomamos, las programamos genéticamente para producir esta potente molécula llamada IL-2. A continuación, estas citoquinas se cultivan y se empaquetan en un biomaterial que es un hidrogel, el cual permite a estas células alogénicas que estén protegidas del sistema inmune del huésped y también las mantiene juntas en un entorno localizado.

¿Cómo es el tratamiento?

Cuando estas pequeñas perlas de hidrogel de 1,5 milímetros de tamaño se administran en el cuerpo de la paciente, simplemente se establecen allí y todos los días producen IL-2 localmente, durante varias semanas. Es un periodo en el que creamos un efecto de activación inmune muy fuerte. Así conseguimos que entren muchas células T del huésped y que aprendan qué aspecto tienen los antígenos tumorales, lo que les posibilita luchar mejor contra la enfermedad.

¿Habéis obtenido una buena respuesta clínica?

Acabamos de empezar nuestro ensayo clínico en humanos, hace dos meses. Así que es muy pronto para saber cómo funciona, pero tenemos esperanzas. Aún no contamos con muchos datos en humanos, pero en animales son realmente sorprendentes: en ratones hemos hecho estudios que muestran que estos se volvían inmunes a un tipo de cáncer que ya habían sufrido. También hemos probado la seguridad en primates no humanos. Así que estamos entusiasmados.

¿Cree que puede aplicar esa inmunoestimulación en casos de otros cánceres como el del páncreas?

Sí, por supuesto. Nuestro ensayo sobre el cáncer de ovario está en marcha y esperamos tenerlo para finales de año en el mesotelioma, que se produce en la cavidad pleural. También tenemos en marcha otros programas que esperamos empezar a probar en humanos, en 2024. Estarán dirigidos a los cánceres de páncreas y colorrectal, así como para otros tumores de tipo gastrointestinal.

¿Por qué cree que es tan difícil tratar tumores que siguen pareciendo imbatibles?

Creo que, en parte, se debe a que muchos de estos tumores tienden a crecer en silencio. Así que cuando los pacientes se dan cuenta de que los tienen, ya están bastante extendidos por todo el cuerpo y, al mismo tiempo, no hemos encontrado quimioterapias realmente eficaces para ellos.

Lo que resulta emocionante ahora es la inmunoterapia, que tiene el potencial de educar al propio sistema inmunitario del cuerpo para que pueda encontrar mejor la patología y, con suerte, detenerla. Creo que, en el futuro, el pronóstico será mucho mejor a medida que estos enfoques acaben siendo probados en la clínica. Así que tengo la esperanza de que en los próximos 10 años pasen cosas nuevas.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

Raquel Blasco, responsable de medicina interna del CEREMEDE: “Hacer sentadillas reduce más la mortalidad que salir a pasear”

Es habitual que los médicos recomienden ejercicios cardiovasculares como caminar, nadar o montar en bicicleta para mantener una buena salud. Raquel Blasco Redondo, experta en medicina deportiva, insiste en que fortalecer los músculos, en especial en los mayores, es lo que en realidad mejora la supervivencia.

Raquel Blasco Redondo en el Centro Regional de Medicina Deportiva de Castilla y León. / Marina Gómez

Pese a hacer el MIR como internista, Raquel Blasco Redondo (Valladolid, 1965) no ejerce en un hospital, hábitat natural de estos especialistas. Fue su experiencia con usuarios de drogas por vía parenteral a finales de los 80, “los años vertiginosos de la epidemia de sida”, la que le permitió convertirse en responsable de la unidad de medicina interna del Centro Regional de Medicina Deportiva de Castilla y León (CEREMEDE), que se inauguraba entonces e incluía un laboratorio de dopaje. “Como ya trabajaba en temas de drogas, tenía muchos más puntos que cualquiera de mis compañeros”, relata a SINC por teléfono desde su consulta.

Dependiente de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl), este organismo está orientado a prestar asistencia a deportistas de alto rendimiento y a pacientes con enfermedades crónicas, así como a la investigación y la formación en Medicina del Deporte y del Ejercicio Físico. “Somos un servicio más, como puede ser el de traumatología del Hospital Clínico, con la diferencia de que es el único con estas características en toda la comunidad autónoma”, recalca la también profesora asociada de la facultad de medicina de la Universidad de Valladolid.

Blasco Redondo enfatiza los beneficios del ejercicio en pacientes con cáncer y lamenta que los médicos no promuevan desarrollar la fuerza y el tamaño muscular. A diferencia de la actividad cardiovascular, de intensidad suave o moderada y prolongada en el tiempo, los músculos se fortalecen mediante ejercicios contra resistencia de mayor intensidad y menor duración, lo que en personas mayores prevendría las caídas, subraya esta experta.

Según una revisión que cita publicada en Sports Medicine, ese entrenamiento “es la única intervención no farmacológica conocida que mejora y compensa el declive relacionado con la edad de la masa muscular esquelética, la fuerza y la potencia”.

No se trata de elegir, recalca la especialista, pero todo apunta a que haríamos bien en añadir sentadillas, fondos, dominadas o levantamiento de pesas a los ya recomendados paseos.

¿Qué perfil de personas se atienden en vuestro centro?

Sobre todo, deportistas de alto rendimiento. Somos su médico de cabecera. Les hacemos un reconocimiento médico o una prueba de esfuerzo para descartar patologías que puedan empeorar o desencadenarse con la actividad física y que son causa de la muerte súbita. Siempre les digo a los residentes y a los alumnos que mi objetivo es que nadie se muera durante la realización del esfuerzo. ¿Aparece una lesión? Nosotros intentamos corregirla a tiempo y ponerles en marcha cuanto antes.

Además, desde 2015 empezamos a hacer programas de prescripción de ejercicio físico en personas con patología crónica. Aprovechamos los conocimientos obtenidos de nuestros pacientes para aplicarlos a quienes tienen enfermedades crónicas no transmisibles, como las cardiovasculares, las endocrinometabólicas, la obesidad, el sedentarismo y al envejecimiento. Diseñamos y prescribimos programas de entrenamiento específicos dependiendo de la patología.

Es decir, recetáis ejercicio.

Pautamos la dosis, las indicaciones, valoramos las contraindicaciones o las interacciones con fármacos que estén tomando, como si fuera un tratamiento antinflamatorio o antibiótico.

¿Cómo os llegan los pacientes?

Desde el hospital o desde atención primaria. Nuestros compañeros de primaria de todo Castilla y León nos los derivan, como a cualquier otro servicio. Nos han enviado a muchas personas con covid persistente para prescribir ejercicio físico, pero ahora volvemos a tener la patología crónica de siempre, hipertensión arterial, obesidad y diabetes.

Desde el hospital nos están derivando cada vez más pacientes con cáncer en tratamiento quimioterápico, para que sirva como terapia y evitar recidivas. Personas a quienes el cáncer o su tratamiento deja destrozadas. Casi el 100 % son mujeres, porque recibimos sobre todo cáncer de mama. También algún cáncer de colon. Hacemos la prescripción y el seguimiento lo hacen quienes nos los han derivado.

¿Existen iniciativas equivalentes en otras autonomías?

Sí, en los servicios catalán, navarro y murciano de salud. Además, muchos de los médicos residentes que estamos recibiendo vienen de otras regiones. El problema grave que tenemos es la formación. Al acabar la carrera o la especialidad no estamos preparados para prescribir ejercicio físico, no sabemos. Nosotros ya hemos formado a equipos de 36 centros de salud. Creo que en muchas comunidades autónomas estamos al tanto y es cuestión de tiempo y de que nuestros gerentes se den cuenta de esta necesidad.

La última guía de hábitos saludables y sostenibles de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda en mayores de 65 años “priorizar actividades para potenciar la fuerza y el equilibrio”, ejercicios a los que cada vez se da más importancia frente a la tradicional recomendación de salir a caminar, ¿es así?

El entrenamiento de resistencia o aeróbico extensivo [el prolongado y de baja intensidad que permite el uso de oxígeno por parte de las células musculares] tiene sus limitaciones y menos beneficios de los que les hemos atribuido durante mucho tiempo. De hecho, todo lo que se venía asumiendo de manera tradicional, que había muchas más ventajas y beneficios con el ejercicio aeróbico, no es cierto. La participación en los entrenamientos de fuerza es la que de verdad se relaciona con la disminución de la mortalidad por todas las causas. Sobre todo, con la mejora de la supervivencia por todos los tipos de cánceres, en especial por aquellos más relacionados con el sedentarismo, como el de mama y el de colon.

¿Qué plantea para que haya ese cambio?

La participación de los pacientes y de la población general en programas de entrenamiento de fuerza no cala. Pero tampoco entre los propios médicos, que no son capaces de prescribirlo por desconocimiento y mucha reticencia. Se nos ha quedado grabado en el genoma que el entrenamiento de fuerza es problemático. A la hora de la verdad, no hay nada más fácil que, sabiendo hacer las cosas, prescribir un programa de fuerza.

¿A qué nos referimos cuando hablamos de entrenar la fuerza?

A trabajos contra una resistencia muy importante, que alcancen el 75 % de la fuerza máxima que pueda ejercer una persona en una única repetición del ejercicio. Por ejemplo, si cogemos una banda elástica, nuestra capacidad máxima será aquella que podamos repetir con igual profundidad desde la primera hasta la última repetición, ocho veces seguidas.

¿Qué nos dice la investigación al respecto?

Hay numerosas revisiones sobre las ventajas que tiene el entrenamiento de fuerza frente al de resistencia o cardiovascular [que no debe confundirse con el resistance training, como en inglés se denomina a los ejercicios de fuerza]. Además, no se trata de elegir, si no de compaginar ambos entrenamientos, de hacer una pirámide de actividad física adecuada, pero sabiendo que podemos hacer una prevención de la sarcopenia, de la pérdida de fuerza que tenemos con los años, con un estilo de vida activo. Pero una vez que ha aparecido, la única forma de tratarla es el entrenamiento de fuerza, el de resistencia ahí no hace nada.

¿Cuáles son las ventajas de entrenar también la fuerza?

Consigue unas ventajas endocrinometabólicas muy altas y disminuye la mortalidad porque a la persona la haces más activa, más fuerte y firme, menos inestable, lo que reduce el riesgo de caídas y todos los problemas gravísimos que tenemos para que nuestras personas mayores no sean tan vulnerables y tan frágiles.

Raquel Blasco Redondo en su despacho. / Marina Gómez

Raquel Blasco Redondo en su despacho. / Marina Gómez

¿Tendríamos que ir todos al gimnasio o tener equipo en casa para entrenar la fuerza?

Hay muchísimas estrategias, incluso para la gente que no quiere ir al gimnasio y cree que el entrenamiento de fuerza es muy complicado. Se están planteando pequeñas minidosis de entrenamiento, lo que se ha dado en llamar refrigerios o meriendas de entrenamiento de fuerza. Se trata de hacer dos o tres ejercicios a lo largo del día, cada uno con una duración reducida, de 8 o 10 minutos como mucho.

¿Por ejemplo?

Si estás sentado ante la mesa del despacho, levantarte cuando te avisa el reloj inteligente y, en vez de darte un paseo, hacer 8 o 10 sentadillas bien hechas, sin carga añadida más que la de tu propio peso. Aunque no puedas hacer una carga con aumento de volumen, eso ha demostrado ser mucho más eficaz que salir a dar un paseo. Además, el paciente no tiene la sensación de que no puede realizar ese esfuerzo. Se adhiere mucho más rápido y mejor a las personas para que tengan un estilo de vida activo y, además, hagan ejercicio vigoroso. Otros ejemplos de ejercicios de fuerza son la zancada lateral de sumo, las planchas o los abdominales.

¿Cuál es el objetivo que se persigue?

Se trata de encontrar los beneficios metabólicos del músculo y, para ello, la intensidad tiene que ser importante y el tiempo breve. No puedes mantener un abdominal o una plancha más allá de 30 segundos, a menos que estés entrenado. O sea, fuerza e intensidad elevadas, cortos periodos de tiempo y pausa para recuperar. Interesa también que sean grandes grupos musculares porque cuanta más masa muscular movamos, mayores beneficios y mayor cantidad de mitocondrias musculares [las fábricas de energía de cada célula] vamos a estimular. El trabajo de fuerza busca conseguir que el músculo sea un ávido consumidor de glucosa y de ácidos grasos libres, esto es, de grasas e hidratos de carbono, una capacidad que se pierde con la edad.

¿Qué otros ejercicios se pueden proponer?

El más fácil de entender es un curl de bíceps, coger la mancuerna. Pero eso entraña ir al gimnasio y lo puedo hacer exactamente igual con un ejercicio isométrico [el que implica tensión muscular sin desplazamiento], apoyándome contra la pared y manteniendo la tensión del bíceps o del tríceps. Otro ejercicio fácil es mantener una resistencia de pectorales con bandas elásticas. Hay que desmitificar que el trabajo de fuerza sea exclusivo del gimnasio.

¿Existe una proporción de actividad cardiovascular y de fuerza adecuada para alguien sin factores de riesgo?

Lo ideal muchas veces no es lo mejor para la persona. Hay que tener en cuenta su tiempo y circunstancias, su forma física y, sobre todo, sus apetencias. Lo ideal sería hacer entrenamiento aeróbico extensivo como más le guste 2 o 3 veces por semana. Por ejemplo, con bicicleta estática o dinámica, una marcha con bastones o caminar ligero. Pero con intensidad, porque todo lo que esté por debajo del 75 % de la capacidad máxima de esfuerzo no sirve para nada, ni en ejercicio aeróbico ni en anaeróbico. En la escala de Borg [que mide el esfuerzo físico percibido y lo gradúa entre el 0 o reposo y el 10 o máxima intensidad], debería estar entre 6 y 7, que le esté costando hacerlo pero que pueda mantener una conversación.

Otras 2 o 3 veces por semana es importante hacer entrenamiento de fuerza. En una persona sana, ¿te gusta o no te importa ir al gimnasio? Métete en una actividad dirigida de sala, como BodyPump [coreografía grupal de levantamiento de pesas] o estate 2 o 3 veces por semana no menos de 30 minutos haciendo tu rutina de pesas, tu rutina de equipo o lo que te recomiende el monitor deportivo. Pero si te horroriza el gimnasio, lo puedes hacer en casa.

¿Cuál es la forma más adecuada de hacerlo por libre?

Al principio tienes que aprender la rutina que vas a hacer y el equipamiento que vas a necesitar, que no es más que tu propio peso y un programa dirigido de abdominales, de piernas, de core [denominación en inglés de la musculatura central de la columna, como la abdominal o la lumbar], pero alguien te lo tiene que enseñar. Hay muchos programas en YouTube de fuentes más o menos serias para gente que no tiene problemas, aunque lo ideal es que alguien vea cómo lo estás haciendo.

Hasta ahora estábamos hablando de personas sanas, ¿y en caso de presentar factores de riesgo o enfermedades?

El factor de riesgo más importante es tener más de 55 años. Si el ejercicio va a ser vigoroso, y tiene que serlo para encontrar beneficios, has de pasar un reconocimiento médico mínimo. En caso de factores de riesgo en personas mayores, también habría que hacer una prueba de esfuerzo.

Por otro lado, cuando se tiene una patología el ejercicio físico debe prescribirlo y controlarlo un médico que paute una dosis, como con un medicamento. Al igual que acostumbramos a prescribir el trabajo aeróbico, “salga usted a trotar 15 minutos hasta que tenga fatiga”, la prescripción del entrenamiento de fuerza es similar o más fácil partiendo de unas premisas básicas. Tenemos todo ello incluido en guías con recomendaciones sobre prescripción de ejercicio físico dirigidas a médicos, sobre todo a los de primaria, y a pacientes.

Derechos: Creative Commons

Entró en vigor el tratado de la ONU sobre reconocimiento de cualificaciones

El Convenio Mundial sobre Reconocimiento de Cualificaciones relativas a la Educación Superior entró en vigor el  5 de marzo, convirtiéndose en el primer instrumento jurídicamente vinculante de las Naciones Unidas en materia de educación superior, fomentando la movilidad internacional y abriendo mayores oportunidades para los estudiantes.

© Stefania Giannini, Assistant Director-General for Education UNESCO

Por Brendan O’Malley

El Convenio Mundial sobre Reconocimiento de Cualificaciones relativas a la Educación Superior entraró en vigor el  domingo 5 de marzo, convirtiéndose en el primer instrumento jurídicamente vinculante de las Naciones Unidas en materia de educación superior, fomentando la movilidad internacional y abriendo mayores oportunidades para estudiantes y portadores de cualificaciones en todo el mundo.

Marca un punto de inflexión decisivo en el camino hacia una enseñanza superior más integradora y equitativa, y un mundo en el que los estudiantes puedan desplazarse fácilmente y cruzar fronteras para cursar sus estudios.

Adoptado en la 40ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en noviembre de 2019, el Convenio Mundial complementa los cinco convenios regionales de la UNESCO sobre el reconocimiento de cualificaciones de educación superior, y está diseñado para fortalecer la cooperación internacional en la educación superior y fomentar la confianza en la calidad y fiabilidad de las cualificaciones mediante la promoción de la integridad y las prácticas éticas.

El número mínimo de Estados que deben ratificar el Convenio para que entre en vigor se cumplió cuando los Estados 19º y 20º, Islandia y Andorra, depositaron sus instrumentos de ratificación el 5 de diciembre de 2022. Entre los países firmantes se encuentran Francia, Japón, Reino Unido y, más recientemente, Australia.

Superar el número requerido de ratificaciones es también un logro histórico en el marco de los esfuerzos de la UNESCO para coordinar y supervisar la aplicación de la Agenda Educación 2030 encapsulada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 de las Naciones Unidas, dirigido por Stefania Giannini, la más alta funcionaria de las Naciones Unidas en materia de educación. La antigua ministra italiana de Educación, Universidades e Investigación ha sido subdirectora general de Educación de la UNESCO durante los últimos cinco años.

Uno de los objetivos específicos del Convenio es “promover, mediante el reconocimiento de cualificaciones, un acceso inclusivo y equitativo a una educación superior de calidad, y apoyar las oportunidades de aprendizaje permanente para todos, incluidos los refugiados y las personas desplazadas”.

Entrevista con  Stefania Giannini

University World News habló con Giannini sobre la repercusión que tendrá el Convenio Mundial a
la hora de proporcionar un marco para lograr un reconocimiento justo y transparente de las
cualificaciones de enseñanza superior a través de las fronteras y la diferencia que supondrá para la
enseñanza superior en todo el mundo.

UWN¿Qué importancia tiene la entrada en vigor del Convenio Mundial?

Giannini: Es el primer tratado internacional de la ONU, sobre este importante tema, que es la movilidad de los estudiantes, la cooperación internacional entre universidades y la garantía de calidad, y establece principios universales para gestionar todas estas importantes dimensiones de la enseñanza superior.

La movilidad se reforzará a escala mundial. Así que el sueño de un Erasmus global [el programa de estudios e intercambios de la Unión Europea], como dirían los europeos, puede convertirse realmente en algo [tangible].
Ayuda a garantizar la calidad porque proporciona a los países el marco jurídico para establecer su propio centro nacional que gestione la aplicación de este convenio.

Y se trata de cooperación internacional: las universidades son internacionales por definición, es decir, está en su ADN, pero ahora pueden tener un marco común para sus esfuerzos, así que creo que es un gran cambio”.

UWN: ¿Cuántos países tiene previsto que ratificarán y para cuándo?

Giannini: Ya son 21 los países que han ratificado el Convenio, entre ellos algunos de los grandes actores del mercado universitario internacional, desde Francia y el Reino Unido hasta Japón. Y tenemos unos 20 en vías de ratificación. Por nuestra parte, como secretaría de la Convención, esperamos que a finales de este año alcancemos entre 30 y 40 países.

UWN: ¿Incluirá a Estados Unidos y Alemania?

Giannini: No puedo decir qué se está tramitando ahora. Es una situación muy delicada. Hay países interesantes por entrar.

UWN: ¿Cuál es la relación entre la Convención Global y las distintas convenciones regionales?

Giannini: Los cinco convenios regionales se basan en los mismos principios que el Convenio Global amplía a escala mundial. La idea sostenida a través de este largo proceso, que llevó ocho años de negociaciones, es tener ahora un panorama global y aplicar e implementar los mismos principios.

Ahora, por ejemplo, un estudiante de Costa de Marfil, en África Occidental, que ya ha ratificado el Convenio, puede trasladarse a Noruega, el primer país de Europa que lo ha ratificado, con las mismas facilidades y un proceso más sencillo de reconocimiento de sus competencias y títulos que un estudiante europeo. Y esto es un gran paso adelante para la movilidad global.

UWN: Volvamos a las palabras del Convenio, algunas de las cuales son bastante llamativas, como que las personas “tienen derecho” a que se evalúen sus cualificaciones para solicitar la admisión en estudios de educación superior o buscar oportunidades de empleo; pero también dice que los Estados parte “reconocerán” las cualificaciones de otros Estados a menos que exista una razón “sustancial”. ¿Es éste un paso importante?

Giannini: Se trata de un nuevo paso crucial. El Convenio Global hace recaer ahora la carga de la prueba en las autoridades que llevan a cabo el reconocimiento y no en los estudiantes. Y las personas tienen derecho a recurrir las decisiones contrarias a la aceptación de sus cualificaciones.

Esto es importante porque se trata de dar a los países, gobiernos y universidades la responsabilidad de comprobar y aplicar principios de transparencia.

También es una herramienta muy buena para luchar contra los certificados falsos y los procesos fraudulentos que, por desgracia, siguen estando muy presentes en el Sur Global, aunque no exclusivamente allí.

UWN: Otro aspecto llamativo es el sentido de inclusividad, la promoción del reconocimiento del aprendizajes previos que no está necesariamente cubierto por una cualificación formal, cuando el convenio habla de programas parcialmente completados. ¿Significa eso que puede haber reconocimiento de aprendizajes previos que no estén certificados por algún tipo de proceso formal o deben tener cualificaciones formales? ¿Cómo funciona?

Giannini: Escucha, hay un caso específico que es el de los estudiantes refugiados, ya que sólo el 6% tiene acceso a la educación superior, y para quienes la Convención incluye una herramienta específica para el reconocimiento de sus cualificaciones y títulos. A menudo no portan consigo los documentos y no pueden demostrar su itinerario educativo y las competencias que han adquirido, incluidas las cualificaciones y los títulos oficiales.

UWN: Sí, para muchos han tenido que dejar sus casas apresuradamente sin sus papeles o sus papeles
pueden haber sido destruidos junto con sus casas. ¿Hay que evaluarlos?

Giannini: Tienen que ser evaluados. Esto forma parte de un capítulo muy específico de la Convención Global. Lo que llamamos el Pasaporte de Cualificaciones de la UNESCO, o PUC, puede aplicarse a los refugiados. Ahora tenemos cinco países que ya han puesto a prueba esta herramienta y actualmente estamos en el proceso de ampliar el ámbito de aplicación, ya que tenemos demanda de muchos países, por desgracia debido a que hay tantos refugiados en el mundo.

Se trata de un proceso formal que deben seguir las autoridades a nivel nacional. Así que no se trata simplemente de una entrevista, sino que es necesario validar diferentes pasos del procedimiento en el PUC. Se trata de un importante paso adelante para el mundo en términos de no discriminación, inclusión, y tiene en cuenta que de los [27 millones] de refugiados que hay en el mundo, sólo un pequeño porcentaje tiene acceso [a la educación superior], así que se trata de no tener derecho a la educación superior.

UWN: La UNESCO ha sido una firme defensora del derecho a la educación superior. Fue un punto clave que usted planteó en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior 2022 (WHEC 2022) celebrada en Barcelona, de la que la UNESCO fue anfitriona. ¿Cómo ayuda el Convenio Mundial a garantizar que todo el mundo tenga derecho a la educación superior?

Giannini: Creo que colocándolo en primera línea como principios universales, transparencia de los procedimientos, no discriminación, inclusión, cooperación frente a competencia, diversidad frente a uniformidad del sistema de educación superior, por mencionar algunos de los principios que surgieron de la WHEC. Se trata de abordar los retos de la época actual.

Creo que se trata de democratizar en la medida de lo posible la enseñanza superior, que es un componente esencial para el desarrollo de los países y la sociedad, y forma parte del derecho individual a la educación.

Sin embargo, por desgracia, aún no hemos llegado a ese punto. Como sabe, existe una situación muy desequilibrada entre el Norte Global y el Sur Global, y entre Occidente y el resto del mundo – y vemos la Convención Global como un ecualizador muy importante, porque está implementando estos principios. Y se trata de ayudar a los países a aplicar [estos principios], porque este tratado, una vez que un país lo ratifica, se convierte en vinculante para las autoridades locales.

También se trata de establecer un proceso de diálogo formal entre las autoridades centrales y los ecosistemas universitarios sobre la respuesta a estos principios.

A largo plazo, puede cambiar las reglas del juego en cuanto a garantía de calidad y movilidad internacional, dos pilares de los ecosistemas de enseñanza superior por definición.

UWN: ¿Quiénes son los más beneficiados? ¿Los aspirantes a estudiantes procedentes de los países del Sur, a quienes les resultaría más difícil obtener el reconocimiento de sus títulos y continuar sus estudios en países más avanzados? Además, ¿animará a los gobiernos del Sur Global a reforzar sus sistemas de enseñanza superior para ser aceptados en el Convenio Global?

Giannini: Sí, pero no se trata sólo de eso. Por supuesto, el Sur Global debería ser el más beneficiado, ya que está muy lejos de tener un proceso fácil de reconocimiento de sus propias cualificaciones y, por desgracia, de contar con un sistema sólido de garantía de la calidad a escala regional y continental. Estoy pensando en África. En la UNESCO estamos muy centrados en reforzar el sistema de garantía de calidad de las universidades, a nivel nacional y regional en África. Y la Convención Global es el marco legal en el que movernos.

Sin embargo, este tratado también beneficiará a la cooperación Este-Oeste. Como exministra en Italia hace unos años, puedo decir que es una gran lucha no tener un acuerdo bilateral con un país que no forma parte del ecosistema europeo.

Estoy pensando en Japón que, por cierto, es un gran actor en el Este del mundo y un gran proveedor de estudiantes internacionales que, cada vez más, se convierte en destino internacional para estudiantes europeos y occidentales. Sin embargo, sigue habiendo muchos obstáculos para que el diálogo entre las universidades de Oriente y Occidente sea un proceso fluido basado en estos principios. Así que veo muy necesario un proceso global de movilidad de calidad.

UWN: Usted habló mucho en Barcelona sobre la innovación en la educación superior, el desarrollo de una educación superior preparada para el futuro, cada vez más flexible, por ejemplo, creando titulaciones con microcredenciales y avanzando hacia más titulaciones conjuntas con impliquen estudios cursados en múltiples instituciones, tal y como lo hace la Iniciativa de las Universidades Europeas, con estudiantes que cursan una parte de su titulación en una universidad y otras partes en otras instituciones dentro de la misma alianza, por ejemplo, beneficiándose de las diferentes especialidades de las distintas instituciones. ¿Ayuda la Convención Global a estos procesos de flexibilidad que se están abriendo?

Giannini: Sí, es una parte muy importante del trabajo que queda por hacer. Pero los principios ya están incluidos en la Convención Global en lo que se refiere, por ejemplo, a la acreditación de programas e instituciones.

La rápida evolución de las credenciales digitales está cambiando drásticamente el ecosistema, y [planteando cuestiones sobre] el reconocimiento de partes del itinerario educativo.

Así pues, este debería ser uno de los primeros temas que se aborden en las recomendaciones y directrices que se adopten en la conferencia intergubernamental de Estados parte que se celebrará los días 4 y 5 de julio de este año.
Esto incluirá en detalle cómo hacer de la Convención Global una herramienta para reconocer las credenciales digitales específicamente y las microcredenciales más ampliamente.

UWN: ¿La rápida expansión de las microcredenciales va a suponer un gran reto, porque tendremos muchos más programas que comparar y muchos están evolucionando de nuevas formas, por ejemplo, en asociación con los empleadores? ¿Supone esto un reto adicional?

Giannini: Formaba parte del debate que sostuvimos antes de que los Estados miembros aprobaran la Convención, así que no lo veo como un nuevo reto, sino como parte del plan de acción que hay que aplicar en los próximos meses, y considero que esta primera reunión intergubernamental entre los Estados que ratificaron y los que están en vías de hacerlo es un momento crucial para definir estos principios.

Creo, sin embargo, que todas las principales cuestiones técnicas que deben tenerse en cuenta a la hora de reconocer las microcredenciales ya forman parte del debate que se ha desarrollado en los dos últimos años.

Traducción libre
Versión original en inglés:
https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20230303090257531

Arturo Menor, biólogo y cineasta: “No podemos hacer un cambio energético a costa de nuestra biodiversidad”

La conservación del patrimonio natural en la península ibérica es uno de los retos a los que nos enfrentamos con el cambio climático antropogénico. Así lo muestra el director Arturo Menor en su último documental, Iberia, naturaleza infinita, que se estrena hoy en 60 salas de cine de toda España. El largometraje muestra la belleza de la fauna y la flora de este territorio, amenazadas por instalaciones eléctricas, cebos envenenados y los vertidos residuales en los ríos.

El director aboga por la instalación de parques eólicos y plantas fotovoltaicas que no perjudiquen la biodiversidad del territorio. / Zenit Comunicación

La península ibérica es uno de los espacios con mayor biodiversidad de Europa. El territorio sirve de puente con el continente africano. De este modo, se convierte en el punto de encuentro de múltiples especies del norte y del sur, así como de la fauna y flora autóctonas. Estas características tan particulares implican también una preocupación añadida por su conservación.

Arturo Menor (Talavera de la Reina, 1970) lleva años combinado la investigación medioambiental con el mundo del cine. Además, ha publicado libros como Doñana, espacio natural, espacio de futuro. A través de la gran pantalla muestra con maestría visual sus inquietudes ecológicas. Cada una de sus película constituye una llamada para la defensa del patrimonio natural que nos rodea. Entre sus largometrajes se encuentran las laureadas WildMed, el último bosque mediterráneo y Barbacana, la huella del lobo. Hoy se estrena su último documental: Iberia, naturaleza infinita, en el Festival de Cine de Málaga.

¿Por qué observar la península a través de un águila real y no otro animal?

En primer lugar, quería hacer una película que representase las dos vertientes de la naturaleza ibérica: la atlántica y la mediterránea. Además, me apetecía trabajar en los bosques del norte de la península. Ya los había tratado en Barbacana (2018), pero quería estar por igual en el norte y en el sur. En segundo lugar, mi idea era hacer una historia que tuviese un hilo conductor, que no fuesen una serie de historias inconexas entre sí de cada especie, sino que todo tuviese un punto de unión.

¿Cómo desarrolló ese nexo?

Se me ocurrió que sería interesante plantar una secuencia, una historieta, una película o un viaje de algún protagonista.  En este caso, hemos elegido el águila real porque es un ave de gran tamaño con una enorme capacidad de desplazamiento y que está distribuida por toda la península.

Un águila real en vuelo

Un águila real en vuelo. / Zenit Comunicación

¿Qué importancia tiene el área de distribución de esta ave?

Su distribución enlaza muy bien con los objetivos conservacionistas que tenemos nosotros en la película. Queríamos plantear los problemas que tienen algunas especies como el águila real con la electrocución en tendidos eléctricos, con los parques eólicos o con los cebos envenenados, que todavía siguen vigentes en España, a pesar de las fechas en las que estamos.

El águila real es un ave de gran tamaño con una enorme capacidad de desplazamiento

Algunas películas como As bestas, recogen problemáticas en el paisaje de la energía eólica y la fotovoltaica. ¿Cuál es su punto de vista como biólogo y cineasta de estas instalaciones?

El futuro de la humanidad depende de los aerogeneradores y las plantas fotovoltaicas, pero muchas veces están mal planificados y se ubican en zonas donde existen especies en peligro de extinción y a las que pueden afectar. No podemos hacer un cambio energético tan importante a costa de nuestra biodiversidad. A menudo se pretende que este tipo de instalaciones se ubiquen en el campo sin que haya una planificación de Evaluación de Impacto Ambiental previa, lo cual es un error porque estamos retrocediendo. Teníamos una legislación que era buena para este para este tipo de actuaciones y ahora nos la vamos a saltar, algo totalmente inconcebible.

¿De qué manera podemos hacer frente a este conflicto?

Estoy a favor de la energía eólica, por supuesto, pero hay que hacerla con planificación en sitios donde no tengan una afección a la biodiversidad, a las especies y, en cierta medida, al paisaje. Por su parte, las plantas fotovoltaicas también son muy necesarias, pero hay que hacerlo con cabeza y no pensando en ganar todo el dinero posible. Es necesario poner estas instalaciones en terrenos baldíos o poco productivos de la España vaciada.

Un visón europeo

Fotograma de un visón europeo. / Zenit Comunicación

¿El campo es la mejor alternativa?

Estas construcciones destruyen el hábitat de especies en peligro de extinción cuando se podrían montar perfectamente en los tejados de centros comerciales, parkings, naves de polígonos… En España existen suficientes superficies para todas las instalaciones.

No podemos hacer un cambio energético tan importante a costa de nuestra biodiversidad

Ha pasado muchas horas observando la naturaleza que nos rodea. ¿Qué otros factores amenazan hoy a nuestra biodiversidad?

Hay un tema que se pasa mucho por alto y que desgraciadamente tenemos tan interiorizado, que ya nos da igual, pero no puede seguir así: el estado en el que están los ríos y las poblaciones autóctonas de peces ibéricos. Todavía hoy, en 2023, con lo que hemos avanzado en algunos ámbitos, se siguen vertiendo aguas residuales a los ríos tanto por municipios, como por industrias. Me parece increíble que todavía pueda suceder. El agua es nuestro elemento, lo que nosotros bebemos.

Salmónidos en la Cuenca del Sella (Asturias)

Salmónidos en la Cuenca del Sella (Asturias). / Zenit Comunicación

¿Qué peculiaridades tiene este medio fluvial?

Los animales que los habitan sufren un gran maltrato. Es triste que muchas especies de nuestros ríos se hayan extinguido y continúen haciéndolo. A pesar de todo, mantenemos la pesca del salmón y permitimos que pueda desaparecer, lo cual me parece muy grave. Es como cazar osos pardos para comerlos, es inconcebible. Tenemos que dar una moratoria al salmón para permitir que las poblaciones crezcan de nuevo y recuperen el territorio que han perdido en los ríos de la cornisa cantábrica.

Es triste que muchas especies de nuestros ríos se hayan extinguido y continúen haciéndolo

La película muestra las dehesas, donde coexisten en harmonía múltiples especies, incluidos los seres humanos. A pesar de nuestra negativa injerencia climática, ¿son estos espacios un símbolo de redención?

El ser humano es, sin lugar a duda, la creación más maravillosa de la naturaleza. Nosotros somos y hacemos cosas maravillosas de las que ninguna otra especie es capaz. Representamos lo mejor del planeta Tierra con el arte, la cultura y la música, que son creaciones increíbles. Pero también representamos lo peor, con la contaminación, la destrucción de nuestro propio hábitat e incluso el de otras especies. Somos una especie muy contradictoria. Nos tenemos que poner las pilas y pensar en las generaciones futuras.

¿Cómo contribuyen estos documentales a proteger la naturaleza?

Siempre digo que la principal acción de conservación que se ha realizado en la historia de España fue El hombre y la Tierra (1974) porque nos enamoró a todos los españoles de nuestra propia fauna, la cual desconocíamos. Generó muchísimas vocaciones, cambió la mentalidad de este país y su legislación, con lo que muchas especies que antes se podían cazar se protegieron.

Grullas en una dehesa

Varias grullas habitan en las dehesas. / Zenit Comunicación

¿Cuál diría que ha sido la principal aportación de esta mítica serie?

Lo más importante es que esas vocaciones se formaron y han gestionado la naturaleza ibérica en los últimos 30 años. Es necesario que siga habiendo producciones de este tipo, que enamoren a las nuevas generaciones para que encaminen su futuro profesional hacia la conservación del patrimonio natural.

Son necesarias las producciones que enamoran a los jóvenes de nuestro patrimonio natural

Parece que muchas veces protegemos a animales que son emblemáticos, también por su belleza. ¿Es un argumento a favor de la preservación o puede ser un hándicap para abandonar a otras especies que también necesitan protección?

Todo es bello, solo depende del cristal con que se mire. En la película, las imágenes de las águilas peleando son cosas que el público desconoce. Quizás hemos tenido culpa nosotros al centrarnos en mostrar los bosques y las montañas, pero también hay belleza en las zonas esteparias, en el alzacola y los viñedos. Hay que buscar esa belleza para que el público se enamore, pero todos los seres vivos son igual de relevantes. Un alzacola es tan importante como un lince ibérico, un urogallo o un oso.

Todo es bello, solo depende del cristal con que se mire

¿Qué dificultades tiene rodar desde el aire?

Realmente no plantea muchas dificultades, excepto las que son de tipo administrativo y técnico porque hay que pedir bastantes autorizaciones. En cualquier caso, es una experiencia muy bonita y hemos disfrutado mucho. En nuestro experiencia, además, hemos contado con un piloto de la pericia y de la profesionalidad de Iván Merino. Ha sido un placer rodar con él y capturar unas imágenes que creo que van a maravillar al público en las salas de cine.

Imagen aérea de Somiedo (Asturias), en la cordillera Cantábrica

Imagen aérea de Somiedo (Asturias), en la cordillera Cantábrica. / Zenit Comunicación

Me imagino que un rodaje costoso en tiempo, recursos y dificultad técnica tiene bastantes anécdotas, ¿cuáles fueron los paisajes más fascinantes de rodar?

Mi secuencia favorita es la del urogallo. Me gustó mucho rodarla porque no había visto nunca ni había trabajado antes con uno. El lugar era muy complejo porque estaba en alta montaña, en los Pirineos. Además, nos nevó, lo cual dificultó todavía más el proceso de rodaje, pero fue una sensación increíble.

Un urogallo

Fotograma de un urogallo. / Zenit Comunicación

¿Por qué fue increíble?

Teníamos que dormir en el campo, pero no en una tienda de campaña, sino en el aguardo donde estábamos escondidos. Realmente no dormíamos, dormitábamos. De las 5.00 a las 6.00 de la mañana despertamos y escuchamos los urogallos alrededor. Fue una sensación fascinante. A mí me retrotraía un poco, me hacía pensar en cómo se habían sentido los romanos o los cartagineses cuando cruzaron los Pirineos y escucharon esta ave con ese canto tan particular en el bosque.

Los urogallos me hicieron pensar cómo se habían sentido los romanos o cartagineses al cruzar los Pirineos

¿Ha tenido experiencias similares con otros animales?

También me ha gustado mucho trabajar con el alzacola. Me ha sorprendido lo bonita y desconocida que es. El canto que tiene es precioso, puede rivalizar perfectamente con el de un ruiseñor. Además, es un ave muy confiada. Cuando llegábamos y la avistábamos nos poníamos a montar el equipo. Mientras tanto, buscábamos de nuevo dónde estaba y la teníamos al lado, a dos metros. Estaba curioseando, mirando lo que hacíamos, así que hemos podido filmar imágenes muy bonitas, con gran angular, que sorprenderán mucho al público porque es algo extraordinario.

Un alzacola

Fotograma de un alzacola. / Zenit Comunicación

Recoge imágenes de varias especies en peligro. ¿Cómo consigue captar y rastrear a estos animales de los que no hay mucha presencia?

Hay un trabajo de preproducción muy importante. Nosotros hemos estado un año, pero el naturalista Jorge Chachero, por ejemplo, lleva 12 años investigando los ríos cantábricos para conocer dónde se encuentran los frezaderos a los que acuden los salmónidos que aparecen en la película, así como la época más favorable para grabar. Hay un trabajo de campo muy minucioso. Con el lince ibérico, se ha contado con los equipos de seguimiento del Proyecto Live para la conservación de esta especie. Los especialistas y expertos son los que están todo el día allí, saben en qué lugar están los linces y, lo que es más relevante, qué ejemplar es mejor para rodar.

Hay un trabajo de campo muy minucioso e importante

¿Por qué es importante escoger un animal en concreto?

Algunos tienen un comportamiento más esquivo, mientras que otros son más tolerantes a la presencia humana porque están en un área recreativa o en un camino donde hay más tránsito de personas. Este conocimiento que tenía el equipo técnico de naturalistas nos ha permitido filmarlos.

Se ha rodeado de un equipo de grandes figuras. ¿Qué ha aportado cada uno de ellos a la película?

Estoy muy contento porque han mejorado muchísimo el trabajo que he hecho yo. Se trata de un equipo, un puzzle que va ensamblando las piezas. La labor que han hecho los montadores, José Moyano y Manuel Terceño, ha sido increíble. Cada día que iba al estudio me sorprendían con algo nuevo. Me encantaba ver cómo iban mejorando la película. Por ejemplo, en los paisajes que se grabaron los drones no estaba el águila, sino que la integraron ellos digitalmente con efectos visuales. Han hecho que el film haya ido creciendo hasta llegar a lo que se va a ver en las salas de cine.

Un zampullín cuellinegro

Fotograma de un zampullín cuellinegro. / Zenit Comunicación

¿Qué hay de los sonidistas?

Ellos han realizado un trabajo increíble que es captar los sonidos del campo. Han logrado transmitir lo que realmente se escucha en estos parajes. El sonido del alzacola es muy específico y particular en cada momento, tal y como ocurre con otras especies. Este registro lo ha llevado a cabo Carlos de Hita, que es la única persona en España con la capacidad para hacerlo. Después, la mezcla de sonido ha ido a cargo de Jorge Marín, ganador de un Goya por Tres días y uno de los mejores sonidistas de España.

El sonido del alzacola es muy específico y particular en cada momento

¿Cómo valora el resultado de todas las sinergias?

El conjunto hemos logrado una experiencia inmersiva. Al ver los urogallos sientes que estás en un bosque de la cordillera Cantábrica o de los Pirineos. Escuchas las aves a tu alrededor y las estás viendo delante de ti. Queremos que el espectador lo sienta así, como el vuelo de una golondrina, y que llegue un momento en el que se sienta esa misma golondrina volando.

El título del documental Iberia, naturaleza infinita, ¿hace referencia a la gran biodiversidad de España?

El documental se llama así porque lo he tratado como una unidad biogeográfica, no como una unidad política. La península ibérica es un cruce de caminos entre continentes, donde se juntan la fauna africana, que nos visita en verano, y la fauna europea, que viene en invierno. Además, ambas se encuentran con las especies propiamente locales, ya que se trata de una isla biogeográfica rodeada por el mar y por los Pirineos. Eso hace que Iberia sea uno de los puntos con mayor diversidad de Europa y del mundo. La “naturaleza infinita” hace referencia a la visión del águila. Los paisajes a vista de dron o de ave parecen inconmensurables, no se ve el fin. Me parecía poético añadir el adjetivo “infinito”.

Derechos: Creative Commons 

 

Los Premios CES-AL 2023

El  Dr. José Manuel Castellano Gil PhD., Director de la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, presenta detalles sobre la  cuarta edición de la entrega de  los Premios CES-AL 2023, en entrevista concedida a jaime Cedillo.

 

Fuente: Radio El Observador, Cuenca-Ecuador (marzo, 2023).

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