
La inteligencia artificial no sólo está facilitando el desarrollo de servicios invaluables sino que también hace parte de cada vez más aspectos de nuestras vidas. Construida a partir de data, hardware y conectividad, la IA permite que máquinas simulen aspectos de la inteligencia humana tales como la percepción, la solución de problemas, la interacción lingüística y hasta la creatividad. Esta tecnología también puede asistir en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, estos rápidos cambios generan también grandes problemáticas. La UNESCO se encarga de abordarlas, desde la ética de la IA, la IA en la educación, la equidad de género, hasta el desarrollo de capacidades para gobiernos y sistemas judiciales.
A medida que la IA se integra más en la educación, los países siguen divididos en cuanto a su uso. Según los datos más recientes de la UNESCO, en los países de ingresos altos, más de dos tercios de los estudiantes de secundaria ya utilizan herramientas de IA generativa como apoyo a sus tareas escolares.
Sin embargo, los profesionales de la educación siguen careciendo de directrices claras.
Una encuesta realizada por la UNESCO en mayo de 2023, que abarcaba 450 instituciones educativas, reveló que sólo el 10% de las escuelas y universidades disponen de un marco oficial para el uso de la IA.
Simultáneamente, cada vez más países imponen restricciones a las nuevas tecnologías en las aulas. Nuevos datos de la UNESCO indican que casi el 40% de las naciones tienen ahora leyes o políticas que prohíben los teléfonos móviles en las escuelas, un notable aumento desde el 24% en julio de 2023.
Liberar el potencial de la IA “depende de mantener la agencia humana, y los derechos humanos, en el centro de esta tecnología en rápida evolución”, explicó recientemente Antonio Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas -ONU-.
Asimismo, pidió garantías de que todos los usuarios tengan las herramientas y los conocimientos adecuados para “utilizar esta tecnología de forma inteligente, segura y ética”.
Para concluir su mensaje, el Secretario General hizo un llamamiento al compromiso de “mantener a la humanidad en el centro de los sistemas educativos, en todas partes”.
Se espera que, los marcos de competencias de la UNESCO para ayudar a alumnos y profesores a incorporar la IA a su aprendizaje, y el recientemente adoptado Pacto Digital Mundial, ayuden a garantizar que la humanidad conserve el control sobre el desarrollo y la gobernanza de la IA.
El presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado una inversión de 500 000 millones de dólares en infraestructura de IA en EE UU El proyecto se denomina Stargate y construirá “la infraestructura física y virtual para impulsar la próxima generación de IA”.
Trump también revocó un decreto aprobado por el expresidente Joe Biden el 30 de octubre de 2023 que tenía como objetivo monitorizar y regular los riesgos de la IA. Esto marca un camino alejado del objetivo europeo de desarrollo de una inteligencia artificial responsable y confiable, basada en el respeto a los derechos fundamentales de los ciudadanos.
¿Hacia dónde avanza Europa si el poder y los beneficios de la IA siguen en manos de unas pocas grandes corporaciones tecnológicas ahora agrupadas en torno a Donald Trump?
Francisco Herrera Triguero, catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Director Instituto de Investigación DaSCI y miembro de la Real Academia de Ingeniería, Universidad de Granada, en un artículo publicado en The Conversation, destaca , entre otras cosas:
El Gobierno español anunció el 20 de enero de 2025 la familia ALIA de modelos fundacionales de inteligencia artificial (IA) (los también llamados LLMs, large language models). Ha sido diseñada para 35 lenguas de Europa, incluyendo las cooficiales españolas: catalán, gallego, valenciano y euskera. El proyecto está coordinado por el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), bajo el liderazgo de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial (SEDIA).
ALIA es el primer paso hacia la mejora y el uso de los LLMs en español. Pero, y quizá por encima de esto, supone un paso importante en el camino para la independencia tecnológica en lengua española de las grandes corporaciones Big Tech norteamericanas, entre ellas OpenAI, creadora de ChatGPT, con Sam Altman a la cabeza.
Los grandes modelos fundacionales de lenguaje que ya están en uso (GPT, LLaMA, Gemini, etc.) están entrenados en inglés, con un porcentaje pequeño en español. Esto puede suponer limitaciones en la calidad del lenguaje, no disponer de dichos, frases hechas, contexto del español, etc. ALIA es una familia de modelos de IA que abordará estas deficiencias y permite aprovechar el rico patrimonio lingüístico del español, idioma hablado por más de 600 millones de personas.
Los modelos propietarios como GPT alcanzan un buen nivel en el uso del español, pero no pueden ser ejecutados por los usuarios, empresas y administraciones en sus máquinas locales o centros de datos. El uso de estos modelos privados implica enviar la información a una nube de terceros (las grandes corporaciones). Si las grandes corporaciones ‘apagaran’ sus nubes, lo perderíamos todo. Además, se convierten en propietarios de todo lo que almacenamos, incluidos nuestros datos.
Desde el punto de vista práctico, las empresas que controlan estos modelos privados, como OpenAI, pueden actualizarlos o cambiar sus condiciones sin previo aviso. Los usuarios somos dependientes para cualquier servicio implementado sobre ellos.
Ya existen modelos abiertos, como LLaMA, que tienen alta calidad en inglés, pero sus prestaciones son bajas en otros idiomas, el español entre ellos.Aquí es donde cobra importancia ALIA, una iniciativa basada en modelos de IA públicos y abiertos, diseñados específicamente para funcionar en español, sin necesidad de enviar nuestros datos a la nube de terceros.
Esto significa que instituciones, empresas y usuarios pueden utilizarlos de forma local, manteniendo el control sobre su información. Con ALIA se podrían manejar textos complejos, como informes médicos o legales, con total seguridad.
Los modelos de ALIA servirán como base para desarrollar herramientas específicas, como asistentes virtuales o aplicaciones adaptadas a distintas áreas mediante ajustes finos. Esto es clave para que pequeñas y medianas empresas puedan integrar la IA en sus procesos sin depender de grandes corporaciones Big Tech.
Francisco Herrera Triguer, concluye: La apuesta por modelos abiertos como ALIA mejoran la privacidad y la transparencia, e impulsan la autonomía tecnológica y la economía del idioma español. El lanzamiento de ALIA, una familia de modelos de inteligencia artificial públicos y abiertos diseñada para 35 lenguas de Europa, incluidas las cooficiales españolas, marca un avance clave hacia la autonomía tecnológica y la reducción de la dependencia de las grandes corporaciones.
La inteligencia artificial (IA) tiene el potencial de abordar algunos de los mayores desafíos de la educación actual, innovar prácticas de enseñanza y aprendizaje, y acelerar el progreso hacia el el cumplimiento del ODS 4. Sin embargo, los rápidos avances tecnológicos conllevan inevitablemente múltiples riesgos y desafíos, los cuales hasta ahora han superado todo debate político y marco regulatorio.
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