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Que la paz de la Navidad perdure en el Año Nuervo

La terminación de un año y el advenimiento de uno nuevo constituyen ocasión propicia para que cada uno de nosotros evoque momentos gratos o adversos de índole personal, familiar o institucional que, de una u otra manera, han incidido en nuestras vidas y en el papel que nos corresponde en la sociedad. Pero, al mismo tiempo, nos dan la oportunidad para inyectar en nuestros espíritus los más altos sentimientos de amistad y para exaltar, como en todos los confines de la Tierra, un afán perseverante de disponernos a seguir trabajando por el bienestar de nuestros semejantes, la prosperidad de nuestra patria y la vigencia de la paz universal.

Al declinar 2021 y aproximase la fecha en que se marcará el advenimiento del año 2022, Ecuador Universitario cumple con el ineludible deber de expresar a sus colaboradores, a los amigos y amigas de CES-AL, de las Direcciones de Comunicación y a todos los estamentos de las universidades, escuelas politécnicas, institutos superiores y conservatorios de música el más cumplido reconocimiento por su participación efectiva en los esfuerzos realizados conjuntamente para visibilizar el trabajo positivo que desarrollan las instituciones de educación superior.

Hago extensivo a sus dignas familias mis saludos personales, y a todos nuestros usuarios y cibernautas, con los deseos sinceros porque en esta Navidad reine la paz, la alegría y la solidaridad. Que la prosperidad y toda clase de venturas les acompañen en el 2022 en sus hogares.

Wilson Zapata Bustamante,

Director de EcuadorUniversitario.Com

 

Investigación y pedagogía

La misión fundamental de la educación superior debe ser la formación  de seres humanos profesionalmente competentes, éticamente íntegros, comprometidos con los sectores sociales, en especial los más vulnerables, con capacidad y motivación para educarse en forma continua, con sensibilidad para comprender, respetar y proteger los derechos humanos y el ambiente natural, a través del ejercicio articulado, crítico, innovador, pertinente y prospectivo de la docencia, investigación, producción  y vinculación con la sociedad.

Su compromiso vital radica en estudiar los acuciantes problemas de la sociedad y proponer soluciones en la perspectiva de alcanzar la justicia social, la preservación del ambiente natural y la plena vigencia de la democracia, potenciando un trabajo intelectual creativo, solidario, social y productivamente significativo, respetando la pluralidad cultural y étnica.

Las instituciones de educación superior deberán revisar a fondo la parte pedagógica y curricular, con la finalidad de que ella responda con calidad a las nuevas exigencias y desafíos del cambio de época que estamos viviendo y que se caracteriza por la revolución de la información y del conocimiento asociada a los acuciantes problemas sanitarios, económicos, políticos y sociales.

EL PLAN CURRICULAR debe contener los dispositivos ordenadores de indagación, enseñanza, entendimiento, validación, legitimidad, didáctica e investigación. El plan de estudios debe tener la flexibilidad suficiente para adecuarse a las transformaciones  del entorno, de los actores sociales y de los saberes. Las clases deberán constituirse en lugares de discusión y controversia y no de pasividad y receptividad.

La estructura curricular y la práctica pedagógica se deberán sustentar en una axiología que revitalice valores universales y singulares que no atenten contra la convivencia sino que defiendan la vida estimulando la solidaridad, la reciprocidad, la ayuda mutua, el trabajo comunitario, el desarrollo sustentable, entre otros.

Las prácticas pedagógicas deben ser espacios destinados a compartir y no impartir conocimientos y experiencias entre profesor y alumnos, para lo cual se tiene que intensificar el diálogo, la discusión, los trabajos académicos reflexivos y participativos. Esto debe llevar a establecer cambios profundos en la cátedra, en la relación profesor-alumno, en las evaluaciones y acreditaciones de las asignaturas donde se deberá privilegiar la actuación del alumno en el proceso constructivo y colectivo del conocimiento.

La educación superior tiene el compromiso ineludible de institucionalizar la investigación como parte de la formación académica inmersa en el proceso curricular.  No se pretende  formar investigadores de oficio, sino de utilizar la investigación  como un soporte de la formación  científica-profesional que permita relacionar la teoría con la práctica.

Los docentes tienen que asumir el rol de ser los responsables de la formación humanista y profesional de los estudiantes, para lo cual deberán conocer los saberes que ellos promueven, interesarse en entender y examinar sus maneras de conmunicarse, ser promotores de su interés por conocer, sensitivos a lo que sucede en nuestro medio social y ambiental, familiarizados con sistemas pedagógicos y didácticas que mejoren el desempeño y planificadores de proyectos educativos innovadores.

El trabajo ejemplar que vienen desarrollando docentes y alumnos agrupados en CES-AL, es digno de imitarse y de felicitación.

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La Universidad y su vinculación con la sociedad

Todos sabemos que la educación superior  no se encuentra  vinculada en forma real, efectiva y orgánica a la sociedad, no responde a sus intereses y ha dejado de ser su portavoz: la voz de los que no tienen voz. Existe todavía un abismo que separa los conocimientos científicos de la academia  con los saberes populares.

En el discurso  se exalta  la vinculación con la sociedad, pero en la realidad se  ahonda la distancia, se crean barreras culturales, se olvidan compromisos, se reviven actitudes paternalistas y asistencialistas, se generan frustraciones  y desencantos. La educación superior y la sociedad viven mundos diferentes, muchas veces contrapuestos. Hace falta un mayor acercamiento, comunicación, diálogo, renunciamientos, establecimiento de alianzas estratégicas en función de objetivos comunes.

El I Congreso Internacional de Vinculación con la Sociedad, que se realizará el 8, 9 y 10 de diciembre de 2021, organizado por la Universidad de Guayaquil, resulta muy oportuno para que la academia pueda establecer los desafíos para mantener una vinculación real y efectiva  con la colectividad.

La Universidad ha de estar abierta a todas las edades sin distinción; a todos los sectores sociales. A quienes pasaron por ella  y desean o necesitan volver y también a los que nunca pudieron ingresar y quieren  hacerlo. Con un único requisito: que se acrediten capacidad y deseos de seguir progresando.

La Universidad debe acrecentar el compromiso de la vinculación con la sociedad. Debe interactuar con la colectividad, con el sector productivo y con el Estado, generando un ambiente  propicio para los procesos de innovación científica y tecnológica necearios para el dearrollo sustentable del país.

Las instituciones de educación superior tienen que mantener una vinculación real y efectiva con la sociedad, compartiendo con ella la ciencia, los saberes, las artes, los experimentos; a su vez en ellas se debe atesorar y hacer circular por sus cátedras los saberes ancestrales, las medicinas alternativas, las creencias y tradiciones, los saberes intuitivos. Los saberes populares deben ocupar un lugar importante en la formación académica de la educación superior.

El Reglamento de Régimen Académico establece que la Vinculación, como función sustantiva genera capacidades e intercambio de conocimientos acorde a los dominios académicos de las IES para garantizar la construcción de respuestas efectivas a las necesidades y desafíos de su entorno. Contribuye con la pertinencia del quehacer educativo, mejorando la calidad de vida, el medio ambiente, el desarrollo productivo y la preservación, difusión y enriquecimiento de las culturas y saberes.

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La Educación Superior en la Constitución y la reforma a la LOES

El Art. 3 numeral 1 de la Constitución de la República del Ecuador establece como deber del Estado garantizar sin discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad social y el agua para sus habitantes.

El Art. 26 de la Constitución de la República del Ecuador establece que la educación es un derecho de las personas a lo largo de su vida y un deber ineludible e inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de la política pública y de la inversión estatal, garantía de la igualdad e inclusión social y condición indispensable para el buen vivir. Las personas, las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en el proceso educativo.

El Art. 27 de la Constitución vigente establece que la educación se centrará en el ser humano y garantizará su desarrollo holístico, en el marco del respecto a los derechos humanos, al medio ambiente sustentable y a la democracia; será participativa, obligatoria, intercultural, democrática, incluyente y diversa, de calidad y calidez; impulsará la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz; estimulará el sentido crítico, el arte y la cultura física, la iniciativa individual y comunitaria, y el desarrollo de competencias y capacidades para crear y trabajar.

El Art. 28 de la Constitución de la República del Ecuador señala entre otros principios que la educación responderá al interés público, y no estará al servicio de intereses individuales y corporativos.

El Art. 29 de la Carta Magna señala que el Estado garantizará la libertad de enseñanza, la libertad de cátedra en la educación superior, y el derecho de las personas de aprender en su propia lengua y ámbito cultural.

El Art. 344 de la Sección Primera, Educación, del Título VII del Régimen del Buen Vivir de la Constitución de la República del Ecuador, determina que el sistema nacional de educación comprenderá las instituciones, programas, políticas, recursos y actores del proceso educativo, así como acciones en los niveles de educación inicial, básica y bachillerato, y estará articulado con el Sistema de Educación Superior.

El Art. 350 de la Constitución de la República del Ecuador señala que el Sistema de Educación Superior tiene como finalidad la formación académica y profesional con visión científica y humanista; la investigación científica y tecnológica; la innovación, promoción, desarrollo y difusión de los saberes y las culturas; la construcción de soluciones para los problemas del país, en relación con los objetivos del régimen de desarrollo.

El Art. 351 de la Constitución de la República del Ecuador establece que el Sistema de Educación Superior estará articulado al sistema nacional de educación y al Plan Nacional de Desarrollo; la ley establecerá los mecanismos de coordinación del Sistema de Educación Superior con la Función Ejecutiva. Este sistema se regirá por los principios de autonomía responsable, cogobierno, igualdad de oportunidades, calidad, pertinencia, integralidad, autodeterminación para la producción del pensamiento y conocimiento, en el marco del diálogo de saberes, pensamiento universal y producción científica tecnológica globa.

El Art. 352 de la Carta Suprema del Estado determina que el Sistema de Educación Superior estará integrado por universidades y escuelas politécnicas; institutos superiores técnicos, tecnológicos y pedagógicos; y conservatorios superiores de música y artes, debidamente acreditados y evaluados. Estas instituciones, sean públicas o particulares, no tendrán fines de lucro.

El Art. 353 de la Constitución de la República del Ecuador establece que el Sistema de Educación Superior se regirá por un organismo público de planificación, regulación y coordinación interna del sistema y de la relación entre sus distintos actores con la Función Ejecutiva; y por un organismo público técnico de acreditación y aseguramiento de la calidad de instituciones, carreras y programas, que no podrá conformarse por representantes de las instituciones objeto de regulación.

El Art. 232 de la Constitución de la República establece que no podrán ser funcionarias ni funcionarios, ni miembros de organismos directivos de entidades que ejerzan la potestad estatal de control y regulación, quienes tengan intereses en las áreas que vayan a ser controladas o reguladas o representen a terceros que los tengan.

La Constitución de la República en su Art. 354 establece que las universidades y escuelas politécnicas, públicas y particulares se crearán por ley, previo informe favorable vinculante del organismo encargado de la planificación, regulación y coordinación del sistema, que tendrá como base los informes previos favorables y obligatorios de las instituciones responsable del aseguramiento de la calidad y del organismo nacional de planificación.

Los institutos superiores tecnológicos, técnicos y pedagógicos, y los conservatorios superiores, se crearán por resolución del organismo encargado de la planificación, regulación y coordinación del sistema, previo informe favorable de la institución de aseguramiento de la calidad del sistema y del organismo nacional de planificación.
La creación y financiamiento de nuevas casas de estudio y nuevas carreras universitarias públicas se supeditarán a los requerimientos del desarrollo nacional.

El organismo encargado de la planificación, regulación y coordinación del sistema y el organismo encargado para la acreditación y aseguramiento de la calidad podrán suspender, de acuerdo con la ley, a las universidades, escuelas politécnicas, institutos superiores tecnológicos, técnicos y pedagógicos, y conservatorios así como solicitar la derogatoria de aquellas que se creen por ley.

El Art. 355 de la Carta Suprema, entre otros principios, establece que el Estado reconocerá a las universidades y escuelas politécnicas autonomía académica, administrativa, financiera y orgánica, acorde con los objetivos del régimen de desarrollo y los principios establecidos en la Constitución.

Se reconoce a las universidades y escuelas politécnicas el derecho a la autonomía, ejercida y comprendida de manera solidaria y responsable. Dicha autonomía garantiza el ejercicio de la libertad académica y el derecho a la búsqueda de la verdad, sin restricciones; el gobierno y gestión de sí mismas, en consonancia con los principios de alternancia, transparencia y los derechos políticos; y la producción de ciencia, tecnología, cultura y arte.

La autonomía no exime a las instituciones del sistema de ser fiscalizadas, de la responsabilidad social, rendición de cuentas y participación en la planificación nacional.

El Art. 356 de la Constitución de la República, entre otros principios establece que será gratuita la educación superior pública de tercer nivel, y que esta gratuidad está vinculada con la responsabilidad académica de las estudiantes y los estudiantes.

La Constitución de la República en su Art. 298 establece que habrá una preasignación destinada a la educación superior, cuyas transferencias serán predecibles y automáticas.

La Constitución de la República en su Art. 357 establece que el Estado garantizará el financiamiento de las instituciones públicas de educación superior, y que la distribución de estos recursos deberá basarse fundamentalmente en la calidad y otros criterios definidos en la ley.

La Disposición Transitoria constitucional vigésima establece que en el plazo de cinco años a partir de la entrada en vigencia de esta Constitución, todas las instituciones de educación superior, así como sus carreras, programas y posgrados deberán ser evaluados y acreditados conforme a la ley. En caso de no superar la evaluación y acreditación, quedarán fuera del Sistema de Educación Superior.

Los principios y conceptos  que sobre la educación superior contiene la actual Constitución -y que han sido eje de la misión de las IES- surgieron  del seno mismo  de las universidades ecuatorianas: autonomía responsable, cogobierno, libertad acaddémica, pensamiento crítico, equidad, rendición de cuentas, calidad, pertinencia, integralidad, vocación para servir al desarrollo de la sociedad, respeto de los derechos humanos, evaluación y acreditación.

Ecuador Universistario considera que el  Estado ecuatoriano está en deuda con las universidades y con la sociedad en cuanto se refiere a la inversión en ciencia y tecnología. La transformación económica y social requeire innovación y por tanto investigación.

Ecuador Universitario considera que es un deber  y responsabilidad social de la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional exponer públicamente  su posición frente al proyecto de reformas a la Ley Orgánica  de Educación Superior -LOES- que ha recibido de manos del Ejecutivo y que se tramita en su seno.

En un régimen democrático, toda ley debe ser el resultado de una amplia, abierta y reflexiva discusión de criterios y razones, destinada a encontrar acuerdos en torno a los objetivos esenciales de la sociedad. Con mayor sentido, en el caso de una ley que ha de regular el ámbito académico.

El compromiso de la Universidad con  la verdad, con el conocimiento y con la sociedad debe ir siemrpe más allá de los planes cuyunturales y gubernamentales, e inscribirse en el régimen de desarrollo del Estado  y los principios constitucionales.

Ecuador Universitario apela a la reflexión crítica y a la sensibilidad de todos los actores involucrados para que  las  Reformas a la LOES  salgan de una manera consensuada, y  que integren los aspectos positivos de las diferentes propuestas normativas.

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La Educación Superior de cara al 2050

El 25 de mayo de 2021, el informe Pensar más allá de los límites: Perspectivas sobre el futuro de la educación superior para 2050, enmarcado en la iniciativa Futuros de la Educación de la UNESCO, destacaba cuatro mensajes clave para la educación superior de cara al 2050: 1. Asumir una responsabilidad activa en el desarrollo del potencial de la humanidad; 2.Promover el bienestar y la sostenibilidad, orientados hacia la justicia, la solidaridad y los derechos humanos; 3. Nutrirse de la interculturalidad epistémica y la diversidad, respetando las culturas y las identidades, y creando espacios para el diálogo; 4. Crear y mantener la interconexión, forjando colaboraciones entre comunidades locales y globales, y vinculando la educación superior con otros niveles de educación, incluido el aprendizaje no formal e informal.

El objetivo de este informe compilado por el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) ha sido recoger los muy variados puntos de vista de 25 expertos mundiales en educación superior que fueron invitados a participar en esta fase del proyecto Futuros de la Educación Superior. Mediante notas conceptuales escritas y la participación en talleres en línea, se movilizaron los conocimientos e ideas de los expertos para crear el informe, que expone las posibilidades de futuros diferentes y mejores para la educación superior.

En el  informe  se destaca que Valores tales como el respeto, la empatía, la igualdad y la solidaridad deben estar en el centro de las futuras instituciones de educación superior y de sus misiones.

Que la educación superior puede configurarse como un bien público y como motor del desarrollo social y económico de los países y regiones.

Que para democratizar la digitalización, los actores de la educación superior deben abogar por el derecho a la conectividad, a un dispositivo y a la creación de redes, por ejemplo, a través de centros de aprendizaje.

Que las instituciones de educación superior deben estar a la vanguardia de la lucha contra la crisis climática y otros retos mundiales, mediante la producción de conocimientos y la incubación y transferencia de tecnología, e integrar la educación sobre el cambio climático al aprendizaje

Por otro lado, los resultados de una consulta pública  sobre Los Futuros de la Educación Superior, presentado por IESALC-UNESCO este 25 de noviembre, subraya que los temas clave para la educación superior en 2050 comienzan con la educación superior para todos.

Indica que las cuestiones relacionadas con el acceso y la inclusión fueron las más mencionadas, representando el 30% del total de respuestas a las preguntas de la consulta sobre la educación superior.

Los temas relacionados con los estudiantes también ocuparon un lugar destacado en las agendas de los encuestados, con un 28% de respuestas relacionadas con la idea de que el futuro de la educación superior puede estar centrado en los estudiantes. El 22% de las respuestas estaban relacionadas con las formas de apoyar las funciones de enseñanza e investigación de la educación superior y se agruparon bajo el tema de la organización del conocimiento.

Por último, el 20% de las respuestas estaban relacionadas con la forma en que la educación superior podría ser más receptiva y estar más conectada a múltiples niveles con la sociedad, las comunidades y el planeta

El mensaje fue claro: la educación superior desempeña un papel crucial en el empoderamiento individual, el desarrollo de la comunidad, el progreso de la sociedad y la cohesión global. En la medida en que un mayor número de personas se gradúe en la educación superior, el mayor nivel de educación en las sociedades hará más asequible el desarrollo sostenible.

En todas las sociedades, la educación superior se considera un mecanismo para hacer frente a las desigualdades actuales, incluidas las diferencias dentro de las poblaciones basadas en el grupo social y la posición económica, así como las divisiones entre las zonas urbanas y rurales, que habitualmente han desfavorecido a los habitantes de comunidades remotas.

Los estudios dados a conocer por el IESALC-UNESCO precisan que VALORES tales como el respeto, la empatía, la igualdad y la solidaridad deben estar en el centro de las futuras instituciones de educación superior y de sus misiones; la educación superior puede configurarse como un bien público y como motor del desarrollo social y económico de los países y regiones; para democratizar la digitalización, los actores de la educación superior deben abogar por el derecho a la conectividad, a un dispositivo y a la creación de rede; por ejemplo, a través de centros de aprendizaje; las instituciones de educación superior deben estar a la vanguardia de la lucha contra la crisis climática y otros retos mundiales, mediante la producción de conocimientos y la incubación y transferencia de tecnología, e integrar la educación sobre el cambio climático al aprendizaje

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Universidades deben fomentar carreras innovadoras

Fomentar carreras innovadoras, acorde a las necesidades que tiene el país, es uno de los objetivos  que debe perseguir  la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt).

Siendo el Ecuador una nación con una amplia gama de recursos naturales, no existen suficientes profesionales que suplan los requerimientos en materia de explotación petrolera, minera, biodiversidad, metal mecánica u otras.

Con las reformas a la Ley  Orgánica de Educación Superior (LOES), que se tramita actualmente en la Asamblea Nacional,  las universidades deben tener la posibilidad de orientar sus planes de estudio y carreras,  para convertir al país, por ejemplo,  en un terciario exportador de bioconocimientos y turismo comunitario.

Con esto, se dará paso al surgimiento de profesionales en ramas estratégicas y se descongestionarán paulatinamente las carreras saturadas.

Las profesiones técnicas nunca sufrirán de saturación, pues en estas ramas hay pocos profesionales y no tienen problemas.

No nos olvidemos que las tres revoluciones hasta la mitad de este siglo serán: genética, nanotecnología y robótica, y debemos preparar el recurso humano calificado para entender este desarrollo que debe ser dinámico.

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La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina se destaca

La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina  (CES-AL), joven editorial cuencana nacida en noviembre de  2018 y que tiene como principal fundamento compartir y democratizar el conocimiento, se ha consolidado en el mundo editorial bajo un sistema de acceso abierto, cuyas publicaciones pueden ser descargadas por los lectores sin ningún tipo de costo. Es un espacio alternativo para difundir el pensamiento, para que quienes no cuentan con los recursos económicos puedan difundir sus productos editoriales.

En apenas tres años ha logrado publicar 91 libros en la Colección Ciencias Sociales  y en la Colección Taller Literario. Se ha caracterizado por ser una tribuna de libertad  de expresión y pensamiento, apartada de toda bandería política. Trajo en sí el germen de una conciencia literaria. Creó una nueva manera de expresarse que refleja un modo de ser nuevo.

De forma paralela a la publicación de libros, la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina desempeña también un conjunto de acciones culturales dirigida a la comunidad a través de mesas redondas, conferencias, recitales poéticos y musicales, convocatorias de concursos literarios de ámbito nacional e internacional y en 2020 instauró los Premios CES-AL con la finalidad de reconocer la contribución científica-académica, la trayectoria profesional en el ámbito literario y potenciar la labor de los jóvenes en distintas disciplinas y manifestaciones culturales.

Los Premios CES-AL tienen como representación material una estatuilla, la Guacamaya, diseñada y elaborada por el artesano Segundo Gallegos, que contiene una concepción simbólica identitaria vinculada a las propias raíces originarias, que intenta fortalecer los cimientos de la interculturalidad.

CES-AL  ha brindado a todos su casa  para volcar las múltiples manifestaciones del espíritu humano. Ha logrado, al mismo tiempo, coordinar esfuerzos que han dado su fruto en obras  de trabajo colectivo. Se ha convertido en un servicio de interés colectivo, con funciones eminentemente sociales  dirigidas al desarrollo integral del individuo y de la colectividad.

Ha logrado  traer el pueblo al arte, acercándolo a las inquietudes estéticas y culturales. Su labor y producción en época de pandemia ha sido extraordinaria.

Ecuador Universitario saluda y felicita el  trabajo triunfante de CES-AL, de José Manuel Castellano, su Director, un historiador canario afincado en Ecuador, primero, como miembro investigador del Programa Prometeo y, posteriormente, como profesor en varias universidades ecuatorianas, una labor docente universitaria caracterizada por iniciar e impulsar la investigación entre sus alumnos, que participan activamente en diversos proyectos y cuentan con publicaciones en revistas de alto impacto. Su trayectoria profesional y su intensa dedicación al estudio de la historia ecuatoriana le han llevado a formar parte de la Academia Nacional de Historia del Ecuador.

Ecuador Universitario también felicita a todos los integrantes de  su equipo de valiosos docentes e intelectuales y de  jóvenes estudiantes universitarios del Austro que participan decididamente en la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, un proyecto cultural exitoso.

Porque confiamos profundamente en las posibilidades creadoras del hombre, confiamos con justificado optimismo, en que el futuro de la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina será luminoso, Siempre ha de aspirarse a que las semillas sean fecundas en cualquier campo de la tierra. Pensamos que CES-AL es como una semilla sembrada entre nosotros.

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Es responsabilidad del Estado fortalecer la educación

El Artículo 347 de la Constitución de la República vigente en el Ecuador, establece las responsabilidades  del Estado en materia de educación.

Entre esas responsabilidades del Estado destacamos:

  1. Fortalecer la educación pública y la coeducación; asegurar el mejoramiento permanente de la calidad, la ampliación de la cobertura, la infraestructura física y el equipamiento necesario de las instituciones educativas públicas.
  2. Garantizar que los centros educativos sean espacios democráticos de ejercicio de derechos y convivencia pacífica. Los centros educativos serán espacios de detección temprana de requerimientos especiales.
  3. Garantizar modalidades formales y no formales de educación.
  4. Asegurar que todas las entidades educativas impartan una educación en ciudadanía, sexualidad y ambiente, desde el enfoque de derechos.
  5. Garantizar el respeto del desarrollo psicoevolutivo de los niños, niñas y adolescentes, en todo el proceso educativo.
  6. Erradicar todas las formas de violencia en el sistema educativo y velar por la integridad física, psicológica y sexual de las estudiantes y los estudiantes.
  7. Erradicar el analfabetismo puro, funcional y digital, y apoyar los procesos de postalfabetización y educación permanente para personas adultas, y la superación del rezago educativo.
  8. Incorporar las tecnologías de la información y comunicación en el proceso educativo y propiciar el enlace de la enseñanza con las actividades productivas Segundo Suplemento o sociales.
  9. Garantizar el sistema de educación intercultural bilingüe, en el cual se utilizará como lengua principal de educación la de la nacionalidad respectiva y el castellano como idioma de relación intercultural, bajo la rectoría de las políticas públicas del Estado y con total respeto a los derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades.
  10. Asegurar que se incluya en los currículos de estudio, de manera progresiva, la enseñanza de al menos una lengua ancestral.
  11. Garantizar la participación activa de estudiantes, familias y docentes en los procesos educativos.
  12. Garantizar, bajo los principios de equidad social, territorial y regional que todas las personas tengan acceso a la educación pública.

Además, hay que resaltar que  la Constitución de la República, establece que la educación pública será gratuita hasta el tercer nivel de la educación superior, y que el Estado la financiará de manera oportuna, regular y suficiente. La distribución de los recursos destinados a la educación se regirá por criterios de equidad social, poblacional y territorial, entre otros.

Hace pocos días, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó: “Ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, necesitamos la educación —el gran igualador— más que nunca. Debemos tomar medidas audaces ahora, a fin de crear sistemas educativos de calidad, inclusivos y resilientes, adecuados para el futuro”.

También recomendó que se dé prioridad a la educación en las decisiones presupuestales.

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Importancia de la inversión pública en la educación superior

 

 

 

LA EQUIDAD EN EL ACCESO Y EL ÉXITO EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR SE ENCUENTRAN EN UNA ENCRUCIJADA, SEGÚN UN NUEVO INFORME

Una nueva recopilación de artículos de 17 figuras destacadas en el campo de la equidad en la educación superior de todo el mundo sostiene que nos encontramos en un momento crítico en lo que respecta al acceso a la educación superior de los grupos minoritarios y mayoritarios desfavorecidos. Los artículos, que cubren el impacto de la pandemia en los estudiantes de África, el Caribe, Brasil, Australia, Asia, Austria, Tailandia, Irlanda y los Estados Unidos, muestran que existe un riesgo real de que las desigualdades en el acceso a la educación superior se arraiguen aún más a medida que salimos de la pandemia si no hay una acción concertada y de colaboración por parte de los responsables políticos y los líderes universitarios.

Perspectivas sobre los retos del acceso y la equidad en la educación superior en todo el mundo en el contexto de la COVID se basa en el evento del Día Mundial del Acceso a la Educación Superior (WAHED) 24 del 17 de noviembre de 2020. El Día Mundial del Acceso a la Educación Superior (WAHED) es la plataforma para aumentar la conciencia mundial sobre las desigualdades en el acceso y el éxito en la educación superior (ES), y actuar como un catalizador para la acción internacional, regional y local. Además de los que trabajan en cada país, la colección incluye artículos del Banco Mundial, el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) y la Asociación de Universidades de la Commonwealth (ACU).

Esta colección muestra cómo el cambio a la enseñanza digital plantea enormes desafíos para los estudiantes de bajos ingresos y de otras minorías, especialmente en los estados pequeños, cómo ha obligado a estos estudiantes a abandonar la educación superior, ya que tienen responsabilidades domésticas, y cómo la presión sobre los gobiernos ha limitado el apoyo que pueden proporcionar a la equidad. Sin embargo, la colección también describe cómo las nuevas iniciativas, como la Asociación para el Aprendizaje Mejorado y Combinado (PEBL) liderada por la ACU, están ampliando el acceso a la educación superior en el este de África y cómo gobiernos como el de Austria e instituciones de todos los continentes están aumentando su compromiso con esta agenda.

Como declaró el editor de la publicación Perspectivas y director de la Red Nacional de Oportunidades Educativas (NEON) del Reino Unido, que convoca el Día Mundial del Acceso a la Educación Superior (WAHED) “Esta importante recopilación muestra que si queremos evitar que el progreso en el acceso equitativo y el éxito en la educación superior retroceda, es esencial que trabajemos juntos a través de las fronteras conectando a las universidades y a los responsables políticos”.

En el capítulo titulado “La educación superior debe figurar en la agenda educativa internacional”, Francesc Pedró, Director del IESALC de la UNESCO, destaca la importancia de la inversión pública en la educación superior y su contribución documentada al desarrollo socioeconómico a través de los resultados cívicos y de salud, el efecto directo en el mercado laboral, y su fuerte contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Además, afirma Pedró que “los países en desarrollo necesitan ampliar sus capacidades profesionales y científicas, tanto en el sector público como en el privado, para generar y gestionar sus vías de desarrollo socioeconómico; de nuevo, ningún otro subsector está mejor posicionado para hacerlo que la educación superior”.

Concluye invitando a un enfoque más reflexivo para considerar cuáles podrían ser los efectos de no incluir la educación superior en la agenda internacional de desarrollo, no sólo para la recuperación económica y el desarrollo, sino también para la equidad en la educación superior pospandémica.

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Debe darse prioridad a la educación en las decisiones presupuestales

La pandemia del coronavirus ha afectado a más de 1500 millones de estudiantes en el mundo y ha exacerbado las desigualdades en la esfera de la educación. António Guterres, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas -ONU- afirmó en días pasados,  que las decisiones que se tomen ahora al respecto tendrán un efecto duradero en cientos de millones de personas y en el desarrollo de sus países.

Dijo que nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas.

António Guterres recordó que el cierre de escuelas debido a la pandemia de COVID-19 ha afectado a cerca de 1.600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países, con repercusiones inmediatas y de largo plazo en ámbitos como la nutrición y el matrimonio infantil, así como la igualdad de género.

En un mensaje de video para presentar el documento de políticas sobre la educación y el COVID-19, Guterres sostuvo que éste es un momento definitivo para los niños y jóvenes de todo el mundo.

“Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios”, aseguró.

Destacó que la emergencia sanitaria ha exacerbado las disparidades que ya existían en la educación y el cierre prolongado de las escuelas podría revertir los avances de los últimos lustros, sobre todo en cuanto a la educación de niñas y mujeres adolescentes y jóvenes.

Las proyecciones ,según Guterres,  indican que casi 24 millones de estudiantes desde primaria hasta universidad podrían abandonar las clases a causa del impacto económico de la crisis sanitaria.

El Secretario General de la ONU exhortó a evitar que la crisis de aprendizaje que ya existía se convierta en una calamidad irreparable.

Para ello, hizo  cuatro recomendaciones esenciales: Primero, que en cuanto los gobiernos hayan controlado la transmisión local de COVID-19 se centren en reabrir las escuelas de manera segura, consultando y tomando en cuenta a todos los actores implicados, incluidos los padres de familia y los trabajadores del sector de la salud.

Segundo, que se dé prioridad a la educación en las decisiones presupuestales. Ya antes de la pandemia los países de renta baja y media tenían un déficit de 1,5 billones de dólares anuales en el rubro educativo. Ese déficit habría aumentado hasta en un 30%, por lo que las partidas para la educación deben incrementarse y “es fundamental que la educación esté en el centro de los esfuerzos internacionales de solidaridad, desde la gestión de la deuda y las medidas de estímulo a los llamamientos humanitarios mundiales y la asistencia oficial para el desarrollo”.

Tercero, que las iniciativas de educación lleguen a quienes corren mayor riesgo de quedarse atrás, como las personas en situaciones de emergencia o crisis, los grupos minoritarios, los desplazados y las personas con discapacidades.

Cuarto, que se dé un salto hacia sistemas progresistas que impartan educación de calidad para todos como una vía para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto requiere inversiones en la alfabetización y la infraestructura digitales, además del reforzamiento de los vínculos entre los sectores formal e informal de la educación.

“Ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, necesitamos la educación —el gran igualador— más que nunca. Debemos tomar medidas audaces ahora, a fin de crear sistemas educativos de calidad, inclusivos y resilientes, adecuados para el futuro”, enfatizó el Secretario General.