Ecuador, a través de su representante, Gabriel Galarza López, presidente del Consejo de Aseguramiento de la Educación Superior (CACES), forma parte del recientemente creado Sistema Iberoamericano de Aseguramiento de la Calidad de la Educación (SIACES), el cual busca dinamizar las relaciones internacionales entre organismos pares encargados del aseguramiento de la calidad en Iberoamérica.
Durante los primeros días del mes de febrero se firmó la carta constituyente de este Sistema que es un nuevo organismo integrado por instituciones que tienen la responsabilidad de asegurar de la calidad de la educación superior en 19 países de Latinoamérica, Centroamérica y Europa, entre los que se anotan: el Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CACES) de Ecuador, la Agencia Española de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES) de México, el Consejo Centroamericano de Acreditación (CCA), la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) de Chile y la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) de Argentina.
Este Sistema es uno de los pilares fundamentales de la construcción del Espacio Iberoamericano de la Educación Superior, y su constitución es una de las actuaciones previstas en el Acuerdo de Reconocimiento de Períodos de Estudio y de Títulos, que incluyen como compromisos también la creación de un registro de programas e instituciones acreditadas, el sistema iberoamericano de información de la educación superior, así como la implementación del suplemento al título.
A su regreso de España, el principal del CACES brindó una entrevista donde dio detalles respecto a los compromisos adquiridos y los beneficios de la firma de esta Carta Constituyente.
-¿En qué contexto se dio esta Reunión Iberoamericana?
En el mes de noviembre del año pasado se realizó la Cumbre de Jefes de Estado y presidentes de la República de Iberoamérica.
Este acto se llevó a cabo en Guatemala, La Antigua, es decir una de las ciudades más importantes de Centroamérica, donde los dignatarios de Iberoamérica conocieron un proyecto que presentamos algunas instituciones y una Comisión formada por la Secretaría General Iberoamericana en Viña del Mar y en Valparaíso.
Previamente, se había hecho conocer el texto al Consejo de Rectores de las Universidades Tradicionales de Chile (CRUCH), donde fue aplaudida la propuesta y que fue llevada, como dije, a Guatemala.
El objetivo de este proyecto radica en la construcción de un Sistema Iberoamericano de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior que consta de varios elementos pero que, en todo caso, su objetivo fundamental es el reconocimiento de instituciones, de universidades y escuelas politécnicas -en nuestro caso, además, de institutos superiores que son acreditados- igualmente de carreras y programas con este tipo de evaluación y acreditación por parte de las entidades nacionales dedicadas a esto, según las constituciones y leyes de cada país de Iberoamérica. Lo que se asegura es el reconocimiento de los títulos de los grados y de los estudios de los iberoamericanos quienes hayan estudiado en Instituciones de Educación Superior de Portugal, en España y en toda Latinoamérica.
-¿Cuáles son los acuerdos concretos a los que se llegó en esta reunión?
Se suscribió, en Madrid, luego de las jornadas realizadas durante los días 4 y 5 de febrero, una Carta Constituyente del Sistema Iberoamericano de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior que en siglas se denomina SIACES.
Este sistema está compuesto de varios elementos; utilizando una plataforma electrónica, las instituciones encargadas de la evaluación, acreditación y aseguramiento de la calidad en cada uno de nuestros países subimos las carreras y programas que están acreditadas e igualmente las instituciones de educación superior acreditadas según los procesos que sigue cada país, que no son iguales pues tienen diferentes desarrollos y concepciones, todas en torno al aseguramiento de la calidad y, entonces, en estas plataformas deben constar los nombres y apellidos más elementos que determinan la situación de los egresados y de los graduados de las instituciones de educación superior y de los estudiantes que por a o b razones se trasladan o tienen movilidad de un país hacia otro.
Estas plataformas tienen que estar interconectadas. Por ejemplo, aquí en el caso ecuatoriano el sistema que mantiene el Consejo de Aseguramiento de la Calidad tendrá los nombres y apellidos de quienes se gradúan y de quienes se encuentran estudiando en esta plataforma común que compartimos con la Senescyt y con el Consejo de Educación Superior. De esta manera, si alguien viaja a España o Portugal para continuar con sus estudios, o si alguien viaja de México, a Argentina o a los países del Caribe, simplemente harán clic para determinar la validez de los títulos y un anexo que van a tener que entregar los rectores de cada institución de educación superior, donde se determinan algunos elementos de la formación que ha tenido el graduado y el estudiante.
Esto agilitará los procesos de admisión para estudios posteriores, el reconocimiento de los títulos y de los estudios realizados. Por lo tanto, no limitamos nuestra tarea a los convenios binacionales existentes; por ejemplo, en el caso ecuatoriano tenemos convenios con Colombia, Perú, Chile, Argentina, México y Cuba, pero hay otros países con los cuales no tenemos convenios lo que, a veces, ha representado dificultades para el reconocimiento.
El objetivo es agilizar la movilidad académica, pero luego, con las resoluciones que se vayan tomando en las reuniones de la UNESCO, se propende a que se convierta en una movilidad laboral; es decir, que sean reconocidos los títulos, los grados, no solamente en la parte académica, sino que permitan y posibiliten trabajar en el campo en el que se graduaron, ejerciendo su profesión.
Es un avance bastante grande que se va a dar en Iberoamérica pero recordando, además, que España y Portugal pertenecen al espacio de educación superior europeo, entonces el siguiente paso sería realizar una gestión, por parte de la misma UNESCO, para que de las diferentes regiones del mundo vayan aprobando esta movilidad laboral, que es la segunda parte de la propuesta que estamos trabajando y de la que pude participar en París, hace algunos pocos meses, donde estuve delegado por el Ecuador.
-Entendemos que en esta reunión la novedad fue que se sumaran organismos del territorio de Andorra y Portugal. ¿Qué implica el hecho de que se hayan sumado estas instituciones a la constitución de este Sistema?
Se firmó un acta constitutiva o carta constituyente, como se lo denominó formalmente en el espacio español, para la creación del Sistema Iberoamericano de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior. En este espacio, además estuvo presente la delegación de Portugal y la de Andorra; inclusive Andorra pidió ser la próxima sede de la Cumbre de Presidentes y Jefes de Estado de toda Iberoamérica. Pues, a través de esta reunión en la Secretaría General Iberoamericana, este país pasa a ser un Estado integrante de esta Comunidad Académica Iberoamericana; y, por su parte, Portugal lo que hizo es poner énfasis en su adhesión y su participación de este Sistema.
-¿Qué responsabilidades conlleva para el país formar parte de este sistema, reconocido a nivel internacional? ¿Cuál es el papel del CACES puntualmente?
Para el país ha significado un paso enorme, porque el Ecuador ha estado buscando espacios de reconocimiento de los títulos y de los grados en los países de Iberoamérica y de Europa, así como los Estados Unidos.
Es un proceso que se ha abierto para la Península Ibérica donde está inclusive Andorra y para toda Latinoamérica. Esto nos abre las puertas, para que luego, prosigamos con el resto de Europa, Estados Unidos y Canadá. Y esto podría replicarse con países de otros lugares del mundo.
Este es un primer alcance, y eso significa, para los ecuatorianos, que inclusive no tengan que realizar, esa serie de largas gestiones de reconocimiento de los títulos, sino que, aquí viene el papel del Consejo de Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Caces), que radica en acreditar, a través de la plataforma, que esos títulos son válidos, para que sean recogidos y bajados (como se dice en el argot informático actual) por parte de los países donde van los ecuatorianos con su título y el anexo que yo les indico; y ellos hacen la verificación simplemente entrando a la página web.
Lo importante es la acreditación, más que apostillas, más que acuerdos, más que convenios que se hayan establecido, que estén acreditadas, por lo tanto garantizadas por este organismo, que en el caso ecuatoriano es el CACES.
-En el marco de la movilidad, para los profesionales ecuatorianos existe una política de diálogo entre el CACES y las instituciones de educación superior para la construcción del nuevo modelo de evaluación institucional de universidades y escuelas politécnicas. Coméntenos al respecto por favor.
En general, en Latinoamérica, Iberoamérica y Europa se han llevado a cabo procesos de evaluación, acreditación y aseguramiento de la calidad. Precisamente, es el aseguramiento de la calidad lo que ahora se prioriza y como producto del mejoramiento de la calidad está la acreditación, que es lo que hace este organismo, el CACES.
Lo importante por lo tanto es el aseguramiento de la calidad; eso significa que nuestra institución en el Ecuador, igual que el CONEAU en el caso argentino, el Consejo Nacional de Acreditación de Chile, el Consejo Nacional de Acreditación en Colombia, el COPAES en México, la JAN en Cuba, entre otros; tienen que acreditar el mejoramiento, que se está asegurando la calidad de la educación superior y garantizándola.
Esto nos lleva a la concepción integral del manejo de herramientas generales en toda Iberoamérica, del aseguramiento de la calidad, que sí tiene algunos cambios con los que se manejaba el CEAACES antes, o se han acentuado bastante de aquellos elementos que recién han incorporado hace pocos años. Por lo tanto, es una corriente mundial el tema del aseguramiento de la calidad. Europa, en el año 2015, decidió irse por la vía de la concepción del aseguramiento de la calidad de la educación superior.
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