Aprender para saber o para rendir la prueba

Rosalía Arteaga Serrano, exministra de Educación, comenta que la reciente inquietud por parte de muchos estudiantes y padres de familia, en relación a las pruebas Ser Bachiller, que habilita para el ingreso a las universidades públicas, pone nuevamente de relieve una vieja pregunta: ¿Se aprende para conocer, para saber, para poner en práctica esos conocimientos o se estudia sólo para rendir una prueba y sacar una nota aprobatoria?

Explica que los sistemas de comprobación de los conocimientos adquiridos, la evaluación, en suma, son muy antiguos. Tienen, dice, que ver con la certeza de que un alumno tiene los suficientes conocimientos y puede marcar una promoción o una calificación. Desde mucho tiempo atrás se han cuestionado estos sistemas, pero no se han encontrado mecanismos o fórmulas sustitutivos.

La verdad, afirma Rosalía Arteaga, es que debería prestarse más atención a los procesos educativos en su conjunto, integralmente. Cómo se aprende, a qué se aprende y para qué se lo hace. También, agrega, es importante que los sistemas de evaluación gocen de credibilidad y confianza, y garanticen la transparencia y la no filtración de las respuestas. Algo moralmente vergonzoso, como quiera que se los mire.

Hay que mirar, anota, a la otra parte de la interrogante planteada al inicio de este comentario y que tiene que ver con la pertinencia del aprendizaje. Más aún en estos tiempos en los que se requieren saberes multidimensionales.

En los días que corren, concluye Rosalía Arteaga, no debe desestimarse una buena base de ética y también de conocimientos prácticos, que garanticen al joven bachiller la posibilidad de un oficio o la empleabilidad aún fuera de los espacios universitarios que no deben constituir la única aspiración.

www.EcuadorUniversitario.Com