En un Manifiesto público dado a conocer al país este miércoles 21 de mayo de 2014 por dirigentes estudiantiles de las universidades y escuelas politécnicas, frente al debate generado desde ciertos sectores de la universidad ecuatoriana, se reitera el compromiso con el fortalecimiento del proceso de transformación de la educación superior en el Ecuador. “Somos y seremos quienes respaldemos y fortalezcamos cambios, pero también quienes con una mirada crítica denunciemos desviaciones con el objetivo de que la esencia del proyecto nunca pierda su rumbo, con el objetivo de garantizar la construcción de una sociedad en donde prevalezca la igualdad y la libertad sobre la base de la justicia”, expresan los estudiantes.
En nota introductoria manifiestan: “A lo largo y ancho del planeta, la educación ha sido instrumentalizada al servicio de intereses, pocas veces articulados a las grandes mayorías. Durante muchos años el Ecuador, al igual que América Latina, no ha podido a través de la educación marcar un camino hacia la emancipación y/o desarrollo. La lógica de la educación como un bien de consumo, y de la Universidad al servicio del mercado, prevaleció sobre el interés de la sociedad. Los estudiantes pasaron a convertirse en clientes y no en sujetos de derechos ni en corresponsables de los designios de la academia, y los profesores en meros instrumentos de transmisión del conocimiento predominante a nivel mundial, subsumidos en una evidente precarización laboral en donde era realmente imposible la construcción de comunidades académicas que analicen y discutan los grandes problemas del país para promover su solución”.
“La regulación del sistema fue asumida por aquellos que debían ser regulados, con lo cual la lógica de la complicidad predominó en el quehacer universitario. La transformación del sistema de educación superior conlleva necesariamente la afectación de intereses de aquellos que conciben a la Universidad como un espacio de poder al servicio de grupos económicos, gremios, corporaciones, partidos políticos por encima del interés público, con lo cual era impensable que la lógica de la autorregulación pueda promover cambios estructurales, dado que el poder corporativo prevalecía sobre el bien común”.
“Todo ello derivó en la elitización socioeconómica de la universidad ecuatoriana, insuficiente generación de conocimiento y la desarticulación de la misma con la sociedad y sus intereses. La mayoría de Instituciones de Educación Superior del sistema de aquel entonces se convirtieron en cómplices de la sociedad del privilegio y la desigualdad, y quizás más grave, del simplismo y el silencio, por lo cual era necesaria su transformación profunda”.
En nota aparte, EcuadorUniversitario.Com publica los puntos de vista de los estudiantes expresados en su manifiesto al país.
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