Carlos Larrea, docente de la UASB, presenta propuesta de canje de deuda por naturaleza a China

Boston | Carlos Larrea presenta propuesta de canje de deuda por naturaleza a China

El Ecuador podría salvar 200.000 hectáreas de selva en 10 años, y con ello aportar con un ahorro de 117 millones de toneladas de CO2 en el mundo. Este es el corazón de una propuesta desarrollada por Carlos Larrea, director del Área de Ambiente y Sustentabilidad, y Jesús Ramos, rector de la Universidad Ikiam. Este proyecto busca conservar la selva, mediante un mecanismo de canje de deuda por conservación de la naturaleza.

Carlos Larrea presentó esta propuesta en el seminario virtual “China, deuda, clima y naturaleza: oportunidades para la estabilidad financiera”, organizado por el Centro de Políticas de Desarrollo Global (GDP) de la Universidad de Boston. Esta actividad se desarrolló el 3 de febrero.

Larrea explica que tomando en cuenta la deuda externa del país, que bordea la mitad del producto interno bruto del país, se torna necesario plantear alternativas. Una de ellas se enfoca en la deuda bilateral con China, país al que Ecuador debe aproximadamente, 6000 millones de dólares.

Un canje significa -señala Larrea- que “en lugar de pagar en dólares o en petróleo, se apagaría de tal manera que el Ecuador se comprometería a destinar los fondos de la deuda a la creación de un programa para reducir la deforestación en Ecuador. Esta conservación de la naturaleza se traduciría en 421 millones de dólares”. Este proyecto sigue los pasos del que se aplicó en Brasil. El mecanismo requiere que esos fondos sean administrados por un tercero, como Naciones Unidas, explica Larrea.

¿Cuáles son los beneficios para China y el mundo? Larrea señala dos: la preservación de la biodiversidad, y otra porque se trata de la Amazonía como reserva de la biodiversidad. 

Entre las consideraciones que se toman en cuenta en esta propuesta, se señala que China es una de las potencias mundiales desde hace cinco años. A eso se suma que “tanto China como los grupos financieros internacionales son plenamente conscientes de que hay un enorme riesgo de que muchos países del mundo dejen de pagar sus deudas”.

Otro factor es que “la Amazonía es el pulmón del planeta. La Amazonía es la selva tropical más grande del mundo. Regula el clima, almacena el carbones como un mecanismo natural de limpieza de la contaminación humana que en gran parte neutraliza los efectos más negativos del cambio climático”.

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